El duelo por la vieja normalidad: c¨®mo superar que nuestros proyectos se han esfumado

Cuando brindamos la pasada Nochevieja y pensamos en nuestros deseos para 2020 hab¨ªa muchos proyectos por cumplir. Este iba a ser el a?o en el que nos presentar¨ªamos a las oposiciones. En el que celebrar nuestra boda. En el que intentar¨ªamos ser padres por primera vez o de nuevo. En el que nos comprar¨ªamos un piso.

Eso pensaba Marta que, a sus 32, a?os solo llevaba dos independizada, porque llevaba tiempo encadenando trabajos temporales. Este a?o por fin hab¨ªa encontrado un empleo estable y pensaba que era el momento para empezar a plantearse la compra de un piso. Pero al llegar la pandemia, y al estar todav¨ªa en periodo de pruebas, perdi¨® su trabajo, y con ¨¦l, muchos planes para el futuro, no solo a corto, sino a medio plazo.

Casos como el de Marta comienzan a llegar ahora a las consultas de los psic¨®logos. Al comienzo de la crisis, los conflictos eran otros, pero ahora que la ¡°nueva normalidad¡± se acerca, llega el momento de afrontar muchas realidades, que van desde la incertidumbre laboral, sobre todo tras los millones de Expedientes de Regulaci¨®n Temporal de Empleo (ERTE) o despidos, a cambios en lo personal, como embarazos no previstos, o rupturas que tampoco esper¨¢bamos.

La pandemia no solo nos ha obligado a cancelar viajes, conciertos o viajes con amigos. Eso es lo de menos. Nos ha llevado a cambiar algunos de nuestros planes de vida. ?Y ahora qu¨¦?

¡°Volveremos a una realidad distinta a la que dejamos cuando comenz¨® el confinamiento¡±, insiste el psic¨®logo Miguel ?ngel Rizaldos. Aunque esto no quiere decir que nos tengamos que dejar llevar por la negatividad. ¡°La tolerancia a la frustraci¨®n, la capacidad de adaptaci¨®n y la resiliencia son caracter¨ªsticas muy humanas, que nos pueden facilitar el encajar esta nueva realidad¡±. Eso s¨ª, no resulta una tarea f¨¢cil.

Resiliencia ante la incertidumbre

Nos gusta pensar que tenemos el control de las cosas y por eso nos encanta planificar. Pero la realidad es que todos esos planes no siempre van a cumplirse. Puede que aceptar que tenemos que readaptarnos no sea nada nuevo, pero que la situaci¨®n cambie de golpe, y para tanta gente, es algo a lo que no est¨¢bamos tan acostumbrados.

¡°Estamos en una situaci¨®n impuesta, a la que nos hemos tenido que adaptar de la noche a la ma?ana, y esto ha acarreado muchas circunstancias repletas de estr¨¦s, incertidumbre, miedo, ansiedad¡­¡±, apunta la tambi¨¦n psic¨®loga Judith Viudes. Pese a ello, insiste en que no hay que dejarse llevar por pensamientos catastrofistas, sino que hay que asumir que se trata de algo totalmente normal ¡°La vida no es un continuo est¨¢tico, sino que vivimos en un cambio constante¡±.

Por eso, al igual que hablamos de que esta crisis nos ha hecho valorar m¨¢s a las personas que queremos o los peque?os placeres, otra lecci¨®n para aprender es precisamente esa: debemos aprender a ser m¨¢s resilientes para afrontar los cambios imprevistos.

¡°En la pandemia hemos experimentado este golpe de realidad, pero no s¨¦ si hemos aprendido que la vida es mucho m¨¢s incierta de lo que a nuestro cerebro le gustar¨ªa. No tenemos tanto control sobre nuestro futuro como creemos, el porcentaje de incertidumbre es mayor que el control que pensamos tener¡±, insiste Miguel ?ngel Rizaldos.

Aceptar no significa resignarse

Lo primero que hay que tener en cuenta es que, aunque afrontar cambios sea un proceso de la vida, es l¨®gico y necesario sentirse mal por la p¨¦rdida de esos planes vitales. ¡°Hay que aceptar que tengamos emociones negativas por esos proyectos que no ser¨¢n. Es normal, natural e incluso sano que sientas tristeza y/o ansiedad ante la p¨¦rdida¡±.

Es el caso de In¨¦s y Fernando. Llevaban meses planificando una preciosa boda para finales de verano de 2020. Todav¨ªa no tienen claro si tendr¨¢n que cancelarla, aplazarla u optar por una boda m¨¢s ¨ªntima con menos invitados. Al principio se sintieron tristes, luego frustrados, y finalmente aceptaron que, cuando la situaci¨®n avanzase, acabar¨ªan por encontrar la mejor soluci¨®n.

¡°Hay que aprender a cambiar la resignaci¨®n por la aceptaci¨®n¡±, aporta a este respecto Judith Viudes. Es decir, resignarse supone ¡°quedarnos estancados con una serie de pensamientos negativos en bucle, lo que hace que de alguna forma nos quedemos inm¨®viles y pasivos. Nos estancamos¡±. En cambio, la aceptaci¨®n pasa por ¡°cambiar nuestro di¨¢logo interno y entender que aceptar la situaci¨®n es el principio del cambio¡±. Como resume Viudes, la clave es ¡°dejar de preocuparse para empezar a ocuparse¡±.

No dramatizar, sino adaptar

Al final, aunque hay proyectos vitales que cuesta aplazar, tambi¨¦n hay que valorar que otros solo necesitan reinventarse. ¡°Habr¨¢ algunos planes que habr¨¢ que desechar hasta un mejor momento, otros se podr¨¢n adaptar a los nuevos tiempos y haremos nuevos planes que encajen mejor con esta nueva realidad¡±, aporta de nuevo Rizaldos.

Para ello es importante saber gestionar la frustraci¨®n. En tiempos de incertidumbre, la impaciencia no es la mejor de las compa?eras. Por eso, si bien hay aceptar esas emociones negativas, es necesario digerirlo ¡°para poder seguir hacia adelante con proyectos distintos o que han cambiado¡±.

Aunque haya situaciones a las que sea imposible verles el lado bueno, y no nos quede m¨¢s que manejarlas dentro de nuestras posibilidades, como puede ser el cierre de nuestro negocio, otras pueden acabar siendo una oportunidad. Por ejemplo, que el confinamiento nos haya llevado a tomar la decisi¨®n de dejar una relaci¨®n, puede que a la larga haya sido lo mejor.

¡°Se trata ahora, m¨¢s que nunca, de vivir el momento e ir viendo c¨®mo evoluciona esta nueva realidad?para adaptarnos a ella. El ser humano es muy resiliente y es capaz de salir hacia adelante en las situaciones m¨¢s adversas. Lo importante no es caerse, sino volverse a levantar¡±, concluye Rizaldos.