El mundo practica la gatoterapia
No solo invaden las redes con millones de v¨ªdeos graciosos. Los felinos desestresan, suben la moral, ayudan a superar traumas y a recaudar fondos en la lucha contra el c¨¢ncer.
Llevan menos tiempo con nosotros que los perros y, sin embargo, amenazan con robarles el sitio. Los gatos nos invaden: en YouTube protagonizan m¨¢s de dos millones de v¨ªdeos. Y en pa¨ªses como Canad¨¢ (8,6 millones frente a 5,1), Rusia (21 frente a 15,5) o Francia (11,3 frente a 7,3) sobrepasan al n¨²mero de canes que viven en hogares, seg¨²n datos de 2014 de Euromonitor. Pero lo innovador es todo el mercado que ha surgido alrededor de estas mascotas: v¨ªdeos, ropa, cosm¨¦tica, festivales, libros¡
Esta fiebre por los mininos tiene una vertiente terap¨¦utica, la gatoterapia. ?Su compa?¨ªa desestresa, anima y ayuda con trastornos psicol¨®gicos como la depresi¨®n, la anorexia, la esquizofrenia, el d¨¦ficit de atenci¨®n o el autismo?, explica Francesc Cuatrecasas, autor del libro Gato-terapia (ed. Mandala) publicado hace dos meses. Esta afirmaci¨®n no carece de base cient¨ªfica. ?Son un est¨ªmulo positivo. Los animales inspiran ternura, son seres vivos en desventaja. Adem¨¢s, su afecto es incondicional, nos lo dan seamos feos, guapos, gordos o flacos. Hace tiempo que se emplean delfines, caballos o gatos en terapias asistidas. Pero ojo, deben ser sociables y tranquilos, sino pueden resultar contraproducentes?, matiza Gabriela G¨®mez, psic¨®loga de Sanitas.
Pastas del Meow Parlour caf¨¦
D.R.
Sobran estudios. Ah¨ª van dos: las personas con mascota que han sufrido un ataque al coraz¨®n viven un a?o m¨¢s, seg¨²n una investigaci¨®n de la Universidad de Maryland. Otra conclusi¨®n curiosa de las Universidades de Buffalo y California: convivir con un perro o un gato baja la presi¨®n arterial. ?Ayudan a superarnos y a reponernos tras la muerte de un pariente o despu¨¦s de un divorcio. Porque no aconsejan, pero tampoco juzgan?, cuenta Eva Aznar, fundadora de la Gatoteca, un caf¨¦ en Madrid que acoge a gatos abandonados y donde se puede ir a acariciar, jugar y adoptar uno. ?En Jap¨®n, este tipo de locales existen desde hace tiempo. Pero su objetivo es otro: promueven la socializaci¨®n en una cultura introvertida. Nuestro fin es desmitificar, acabar con los clich¨¦s con talleres sobre el comportamiento, cuidado y protecci¨®n del animal?, explica Aznar.
Se les conoce como compa?eros espirituales. ?Y a los caninos, como terrenales?, informa Isabel Ram¨ªrez, terapeuta de gatos. El misterio rodea a los felinos. ?Absorben la energ¨ªa negativa porque la necesitan para equilibrarse; los perros, la positiva. Por eso, cuando estamos preocupados, los primeros duermen cerca de nuestra cabeza y cuando estamos nerviosos, al lado del est¨®mago. Su presencia ayuda?, explica Cuatrecasas. Los m¨¦dicos recelan: ?La energ¨ªa es un tema esot¨¦rico, no est¨¢ demostrado c¨®mo afecta a nivel emocional?, puntualiza G¨®mez.
Persiana de la Gatoteca
D.R.
M¨¢s que un ruido. Si esa creencia carece de base cient¨ªfica, esta, no: El ronroneo sana; las cuerdas vocales gatunas vibran con una frecuencia de entre 25-50 hercios. Justo la que se emplea para acelerar la recuperaci¨®n de las lesiones ¨®seas. ?Por eso, se emplea la radiofrecuencia en rehabilitaci¨®n. Adem¨¢s, ayuda a procesar mejor las emociones, activa el sistema l¨ªmbico, genera endorfinas y refuerza el sistema inmunol¨®gico. Las vibraciones relajan, bajan la presi¨®n arterial, estimulan la actividad celular y ponen en movimiento iones y enzimas?, detalla G¨®mez.
En Espa?a, aunque siguen siendo personajes secundarios, avanzan: hay 3,8 millones frente a 5,4 millones de perros. ?Los felinos son de rutinas tranquilas, llevan fatal nuestros cambios de horarios o de costumbres. No son f¨¢ciles de entender, lo hacen por ejemplo, con el marcaje. Es decir, me¨¢ndose fuera de la arena. Es una manera de quejarse: de decir, la caja est¨¢ sucia, estoy triste o solo. Este marcaje es motivo de abandono?, explica Ram¨ªrez. Espa?a encabeza la lista de pa¨ªses europeos donde m¨¢s animales dom¨¦sticos se dejan en la calle: 300.000 al a?o, uno cada tres minutos. ?La cifra se mantiene desde hace cinco a?os?, alerta Nacho Paunero, presidente de la protectora El Refugio.
As¨ª disfrutan en la Gatoteca
D.R.
El inter¨¦s crece. ?En la primera edici¨®n del Cat Film Festival Madrid (2013) hubo 250 asistentes. A la ¨²ltima acudieron 600 personas?, asegura Juan Carlos Saire, periodista y portavoz de esta cita donde se muestran cintas de gatos. Son los reyes del ciberespacio. Y de ah¨ª, saltan a las tiendas. El diario brit¨¢nico Express public¨® que Grumpy Cat (Gato Gru?¨®n), un minino con cara de pocos amigos, hab¨ªa facturado 100 millones de d¨®lares en 2013 y 2014 en merchandising y publicidad. The Washington Post lo rebate y fija sus ganancias anuales en 42.400 d¨®lares. En ambos casos, una barbaridad. Una de las ¨²ltimas iniciativas m¨¢s curiosas es Cats vs Cancer, una web de v¨ªdeos que recauda fondos para la lucha contra el c¨¢ncer a trav¨¦s de la publicidad que generan. La moda explota el fen¨®meno y no solo a nivel econ¨®mico. Tras varios gatos famosos hay grandes personalidades: los dise?adores Stefano Gabbana y Karl Lagerfeld cuelgan im¨¢genes online con sus mascotas.
El gesto les humaniza y les ayuda a conectar con el p¨²blico. Choupette, el felino del k¨¢iser, ha inspirado hasta una l¨ªnea de cosm¨¦ticos.
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