El poderoso ¡®backstage¡¯ de la alfombra roja
Las nuevas divas de Hollywood est¨¢n detr¨¢s de los flashes. Hoy, las estilistas hacen que un vestido sea una decisi¨®n estrat¨¦gica que posiciona a las actrices hacia el estrellato.
![Pen¨¦lope Cruz](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6GWCHDSDDNNHRP7ORKANNEMADY.jpg?auth=a8ed597f9d5f8e4ee766eecd7b7aa8f0012345aaa58afa65d076867b54705710&width=414)
Hubo un tiempo en que lo mejor que pod¨ªa hacer una actriz llegada a Hollywood era asegurarse el mejor agente. Y caerle en gracia a Harvey Weinstein. Esto sigue siendo importante, pero ahora, si busca m¨¢xima exposici¨®n en el m¨ªnimo tiempo, lo que de verdad necesita es un estilista. Hace 15 a?os esta profesi¨®n no exist¨ªa (en su vertiente alfombra roja). Hoy, estos profesionales tienen agente y publicista, The Hollywood Reporter les dedica un n¨²mero anual y publica un ranking y el ecosistema de la moda, incluida la alta costura, no ha tenido otra que aceptar su creciente papel. Como resume Anita Patrickson, la estilista de Emma Watson, entre otras, a S?Moda: ?Hay m¨¢s reconocimiento pero tambi¨¦n m¨¢s presi¨®n. Internet lo cambi¨® todo. Blogueros, lectores¡ cualquiera puede criticar un vestido de cualquier evento. ?Es un negocio salvaje!?.
Ah¨ª est¨¢ el Expediente Lupita, un caso de estudio para probar la importancia de un estilista. La actriz keniata de Doce a?os de esclavitud era una virtual desconocida hace tres meses. Hoy est¨¢ por todas partes. Todav¨ªa es pronto para saber si su intensa campa?a por los Oscar le traer¨¢ r¨¦ditos f¨ªlmicos. De momento, no se ha anunciado su presencia en ning¨²n proyecto importante, m¨¢s all¨¢ de un filme que ya hab¨ªa rodado con Jaume Collet-Serra y Liam Neeson. Sin embargo, ya se ha marcado su primera campa?a de moda importante, para Miu Miu, y ha protagonizado portadas para Glamour y Dazed. Esa transformaci¨®n, de debutante a miembro de pleno derecho de la lista A, no se ha producido pel¨ªcula a pel¨ªcula, sino vestido a vestido.
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Lupita, vestida de Ralph Lauren y con joyas de Fred Leighton, en los Globos de Oro.
Cordon Press
Primero estuvo el Prada de color marfil, con una inusual manga larga, que luci¨® en la premier del Festival de Toronto. Despu¨¦s, un Roland Mouret azul el¨¦ctrico, seguido de un Christopher Kane en Londres ¨Cno es casualidad que escogiese un dise?ador brit¨¢nico¨C y en Los ?ngeles llev¨® un Miu Miu que ya apuntaba a su colaboraci¨®n con la marca. Varios trajes florales y geom¨¦tricos m¨¢s tarde, y con la prensa de moda ya hiperventilando ante su nueva mejor amiga, lleg¨® la culminaci¨®n: el vestido rojo con capa de los Globos de Oro, considerado por muchos medios lo mejor de la noche. Suficientemente arriesgado (solo los superh¨¦roes y seres dotados de extrema autoestima como Gwyneth Paltrow se atreven con las capas) pero a la vez cl¨¢sico (era Ralph Lauren) y de un escarlata vibrante, anzuelo perfecto en cualquier galer¨ªa de Internet. Todos esos?looks?los escogi¨® Micaela Erlanger, conocida por vestir a Michelle Dockery, Lady Mary en?Downton Abbey. Erlanger, cuyo perfil est¨¢ subiendo en paralelo al de su clienta estrella, se resiste a contar qu¨¦ tiene reservado para Nyong¡¯o en los Oscar pero anticipa que esa noche llorar¨¢: ?Cuando ves que tienes un vestido incre¨ªble en una mujer preciosa y talentosa, es un momento maravilloso. Nos abrazaremos, la ayudar¨¦ a entrar en el coche y rezar¨¦ para que el vestido no se arrugue?.
Los ganadores son.?Los ?tonos pastel, l¨ªneas sencillas y glamour de los 70? que prev¨¦ la asesora de imagen no coinciden con los de Patrickson, quien vaticina ?vestidos?mullet, cortos por delante y largos por detr¨¢s, transparencias atenuadas, capas y probablemente aperturas?. En cuanto a firmas, predice una fuerte presencia de Elie Saab, Giambattista Valli, Prabal Gurung, Oscar de la Renta, Dior y Givenchy.
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Portman, de Dior, en el estreno de Thor en Londres.
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Lo decidir¨¢n entre ellas y la otra decena escasa de estilistas que mandan en la alfombra roja: Elizabeth Stewart, quien viste a Cate Blanchett, Sandra Bullock y Jessica Chastain; Erin Walsh, otra emergente, quien trabaja con Kerry Washington, Greta Gerwig y Kristen Wiig; Leslie Fremar, quien encabez¨® la lista de?The Hollywood Reporter?en 2013 por su colaboraci¨®n con Julianne Moore, Charlize Theron, Scarlett Johansson y Reese Witherspoon; Cristina Ehrlich, quien ha vestido a Pen¨¦lope Cruz, Amy Adams, Tina Fey y Allison Williams; y Petra Flannery, la estilista de Emma Stone, Claire Danes, Zoe Saldana y Mila Kunis.
El caso de Rachel Zoe, la primera y seguramente ¨²nica estilista en hacerse famosa all¨¢ por 2007, cuando empez¨® a vestir a Lindsay Lohan, Nicole Richie y Paris Hilton, es paradigm¨¢tico de lo que debe y no debe hacer una estilista en Hollywood. Se espera de ellas que se pongan en un segundo plano (Zoe, adicta a los focos, no supo hacerlo) y que tengan un estilo que no eclipse el de sus clientas. ?A m¨ª me gusta sacarlas de su zona de confort. Conseguir que se ilusionen por llevar algo diferente pero tambi¨¦n que se sientan seguras. No tiene l¨®gica vestirlas con algo que no les hace verse bien?, resume Patrickson.
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Jessica Chastain, de Armani Priv¨¦, en los Oscar de 2013.
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Tambi¨¦n deben guardar el equilibrio entre sus clientas m¨¢s famosas ¨C?Las mejores firmas te arrojan sus piezas. Es f¨¢cil cometer errores si te pasas de lista?, dice¨C y las m¨¢s desconocidas: ?Hay que hacer que el agua parezca champ¨¢n?.
Otro reto es determinar cu¨¢nto cobran. A menudo no est¨¢ claro si es la actriz o el estudio que est¨¢ detr¨¢s de una pel¨ªcula el que paga la factura. Una tarifa habitual es de 1.000 o 1.500 d¨®lares por d¨ªa, pero los estilistas estrella lo redondean en forma de publicidad (lanzando, por ejemplo, una l¨ªnea de camisetas) o negociando ellos mismos un contrato de representaci¨®n con una gran firma, de la que pueden llevarse un porcentaje.
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Emma Watson, de Oscar de la Renta.
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Curiosamente, para los observadores de las alfombras rojas, los contratos de exclusividad no son siempre la mejor soluci¨®n. Heather Cocks, 50% del d¨²o Fug Girls, autoras del blog Go Fug Yourself y articulistas del?New York Magazine, cree que ?el acuerdo de Jennifer Lawrence con Dior ha sido un desastre para ella. Solo recuerdo tres vestidos que me hayan gustado. La gente culpa a la firma, pero es muy probable que Jennifer no tenga el mejor gusto?. Este a?o, las blogueras depositan sus esperanzas en Amy Adams, ?quien ha empezado a trabajar con una nueva estilista, Penny Lowell, y se nota. Antes siempre iba igual y ahora se ha vuelto muy creativa. Creemos que llevar¨¢ algo ajustado y con poco volumen?. La experta tambi¨¦n predice que Julia Roberts ?estar¨¢ horrible? y que Meryl Streep ?aparecer¨¢ con el aspecto de alguien a quien todo esto ya le importa poqu¨ªsimo, lo que seguramente es verdad?.
Tanto ellas como los blogueros Tom & Lorenzo culpan en parte a los estilistas del relativo aburrimiento en el que se han convertido las alfombras rojas. ?Nadie arriesga. ?Y hablamos de un mundo en el que un estampado floral se considera un riesgo!?, dicen. Las Fug Girls rematan: ?Nunca volveremos a ver un tut¨² como el que llev¨® Lara Flynn Boyle a los Globos de Oro en los 90, pero por suerte quedan estrellas como Cate Blanchett con gustos vanguardistas y tanta confianza en s¨ª mismas que sorprenden con sus elecciones, para bien y para mal?.
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