El ¡®queerbating¡¯ est¨¢ por todas partes: ?nadie lo va a parar?
Buena parte de la industria publicitaria y del entretenimiento sigue intentado atraer a la comunidad LGBTQ+ con cebos que desvirt¨²an su identidad.
Despu¨¦s del chasco econ¨®mico, que no creativo, de 205W39NYC, la etiqueta pret-¨¢-porter que Calvin Klein lanz¨® por miedo a caer en la irrelevancia y que confi¨® al reputad¨ªsimo Raf Simons, la firma ha vuelto a lo que mejor se le ha dado siempre, el denim y la ropa interior. Marie Gulin-Merle, directora de marketing, explic¨® que se hab¨ªa creado una nueva serie de iniciativas bajo el nombre de InCKubator, de la que surgir¨¢n varias campa?as anuales dirigidas a un target diferente con el fin reconquistar a una clientela espantada ante la subida de los precios. La primera, conocida por el hashtag #MYCALVINS, consiste en varios v¨ªdeos protagonizados por influencers, artistas y modelos.
El v¨ªdeo de Bella Hadid y la prescriptora digital Lil Miquela ha hecho honor a la fama provocadora de la firma. A medida que se acerca la c¨¢mara a la supermodelo, se oye su voz en off: ¡°La vida consiste en abrir puertas, en crear nuevos sue?os que nunca imaginaste que exist¨ªan¡±, y mientras dice estas palabras, aparece Lil Miquela y se besan cual tortolitas. Las reacciones no tardaron en surgir, y no precisamente entre mentes aquejadas de moralina. Se acus¨® a la firma de queerbaiting, t¨¦rmino que surge de queer, adjetivo que define a una multiplicidad de identidades de g¨¦nero y sexuales, y bait, cebo. Habitual en el mundo de la ficci¨®n televisiva y cinematogr¨¢fica, esta pr¨¢ctica consiste en insinuar una relaci¨®n rom¨¢ntica entre dos personas del mismo sexo que en realidad no se va a consumar en ning¨²n momento, ya que su ¨²nico objetivo es crear una tensi¨®n sexual falsa a fin de atraer al p¨²blico LGTBQ+.
En este caso, la elecci¨®n de una modelo heterosexual abri¨® la espita de las cr¨ªticas. Calvin Klein tuvo que pedir disculpas en un comunicado, aduciendo que su intenci¨®n era promover la libertad de expresi¨®n entre distintas identidades y no desvirtuar a la comunidad LGTBQ+. Pese a esta metedura de pata, en otros v¨ªdeos de la campa?a #MYCALVINS s¨ª se representa a la comunidad LGBTQ+, pero de manera independiente, con el actor y modelo transg¨¦nero Indya Moore por un lado y con el cantante, actor y modelo gay Troye Sivan, por otro.
El queerbating est¨¢ por todas partes
La presencia del queerbaiting en la cultura popular no es nada nueva. Nos podr¨ªamos remontar al beso de Britney Spears y Madonna sobre el escenario de los VMA en 2003 o al I Kissed a Girl de Katy Perry.
Si hay algo que molesta a la comunidad LGTBQ+ es el oportunismo y el tono bromista y beodo con el que a veces estas artistas se toman una relaci¨®n supuestamente l¨¦sbica, como en el caso de Perry. En abril de este a?o, Ariana Grande lanz¨® Monopoly junto a su amiga Victoria Mon¨¦t. En la letra, Ariana insin¨²a que es bisexual (¡°Me gustan las mujeres y los hombres¡±). Mon¨¦t lo es abiertamente, pero Ariana nunca se ha significado de otra manera que no sea heterosexual. Las cr¨ªticas a la cantante por tratar la bisexualidad como una broma no se hicieron esperar, pero Grande dijo no sentir la necesidad de etiquetarse sexualmente, lo cual no le ayud¨® mucho.
A Rita Ora le pas¨® lo propio en 2018 con la controvertida Girls, que cant¨® junto a Bebe Rexha, Cardi B y Charli XCX y que, seg¨²n ella misma, estaba inspirada en I Kissed A Girl. La cantante Hayley Kiyoko, conocida entre sus fans como ¡°Lesbian Jesus¡±, public¨® un post en Twitter en el que afirmaba que canciones as¨ª ¡°hacen m¨¢s mal que bien a la comunidad LGBTQ+¡± porque no se prescinde de la mirada masculina. ¡°Para los artistas es importante avanzar y no retroceder culturalmente en este aspecto. No necesito beber vino para besar a una chica, siempre me han gustado las mujeres. Este tipo de mensaje es peligroso porque menosprecia e invalida los sentimientos puros de toda una comunidad?. Rita Ora se defendi¨® diciendo que la canci¨®n se refer¨ªa a una experiencia muy real de su vida en la que hab¨ªa tenido relaciones rom¨¢nticas con mujeres y hombres. Pero, al parecer, esa honestidad no qued¨® muy bien reflejada en la canci¨®n.
Real talk ? pic.twitter.com/9EbZd5dYZq
— Hayley Kiyoko (@HayleyKiyoko) May 11, 2018
Las cr¨ªticas coinciden en que lo particularmente da?ino es que estas artistas no buscan iluminar los problemas que enfrentan las personas queer, sino que lo utilizan en su propio beneficio, especialmente cuando entre sus fans hay mucha gente joven y queer. El p¨²blico LGBTQ+ quiere estar representado, pero, de momento, nadie se arriesga a llevar estas supuestas relaciones a t¨¦rmino por miedo a perder audiencia entre el p¨²blico m¨¢s convencional.
Los ejemplos en la series de televisi¨®n tambi¨¦n abundan. En la cuarta temporada de Supernatural, los hermanos Sam y Dean se encuentran con el ¨¢ngel Castiel. Interpretado por Misha Collins, la intenci¨®n no era que su personaje durara mucho en la trama. Sin embargo, su popularidad entre los fans de la serie y la qu¨ªmica que surge entre ¨¦l y Dean le otorgaron un papel m¨¢s determinante. Su relaci¨®n va subiendo de temperatura cuando Castiel rescata a Dean de las profundidades del infierno y se enfrentan a situaciones que los hace reaccionar como lo har¨ªa una pareja. Lentamente, el ¨¢ngel celestial comienza a desarrollar sentimientos terrenales, haci¨¦ndole capaz de sentir amistad y empat¨ªa hacia Dean, pero de ah¨ª no pasan.
En el episodio piloto de Riverdale, Betty y Veronica, dos de las protagonistas, se besan mientras ensayan su baile de cheerleaders. Como se comprob¨® despu¨¦s, la escena era del todo inocente, sin mayor repercusi¨®n en una trama en la que ambas son manifiestamente heterosexuales. Pese a todo, se incluy¨® en el tr¨¢iler de la serie. Queerbaiting en estado puro. Incluso en el Sherlock de Benedict Cumberbatch hay un subtexto gay. El tr¨¢iler de la cuarta temporada fue criticado porque insinuaba que Sherlock le dec¨ªa ?Te quiero? a John Watson. Pero en ning¨²n momento sucede nada entre ellos, para decepci¨®n de los fans LGTBQ+ de la serie a quienes les hubiera encantado verse representados as¨ª en un producto cultura mainstream. Como afirmaba Sarah McBride, portavoz en el Reino Unido del Comit¨¦ de Derechos Humanos, a la BBC, ?la representaci¨®n es fundamental. Para una persona queer joven verse reflejada sobre un escenario, en una canci¨®n o en una pel¨ªcula puede no solo cambiarle la vida, sino salv¨¢rsela.
Seg¨²n una encuesta realizada por la asociaci¨®n LGTBQ+ GLAAD y publicada en 2017, los milennials son ¡°la generaci¨®n m¨¢s queer y menos binaria de Estados Unidos¡±. Un 20% de los encuestados entre 18 y 34 a?os se identificaron como ¡°queer¡± y les importan cuestiones como el feminismo, los derechos de los homosexuales y el fin de la heteronormatividad. La encuesta tambi¨¦n revela que el 12% de los milennials se identifican como transg¨¦nero o no conformes con el g¨¦nero asignado al nacer. Con estos datos, no es de extra?ar que la industrial cultural quiera atraer a este nicho, pero de momento la audiencias no permiten ir m¨¢s all¨¢ del gui?o. Tendremos queerbaiting para rato.
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