El reflejo que nadie quisiera ver

En Loco por ella, la comedia de Dani de la Orden estrenada en Netflix, la actriz Susana Abaitua es Carla, una joven con trastorno bipolar que en una escapada del psiqui¨¢trico conoce al reportero que interpreta ?lvaro Cervantes. Fascinado con la chica, ¨¦l le sigue la pista y al descubrir que est¨¢ internada en un psiqui¨¢trico decide ingresarse ¨¦l tambi¨¦n con la excusa de investigar para un art¨ªculo sobre enfermedades mentales. Guapa, misteriosa, impetuosa¡­ la capacidad de arrastre de los maniaco-depresivos queda sentenciada desde el t¨ªtulo de la pel¨ªcula. Pese a que Loco por ella es un proyecto que viene de atr¨¢s, se suma a una tendencia reciente en guiones de pel¨ªculas y series: normalizar las enfermedades mentales. La pel¨ªcula evita el drama para poner el foco en el lado positivo, el atractivo de Carla es en gran medida su ciclotimia.

Viendo la pel¨ªcula record¨¦ dos cosas: Lilith, un cl¨¢sico absoluto del g¨¦nero psiqui¨¢trico, y a Kim Kardashian West. En un giro de guion muy de esta era, Kardashian ha logrado convertir su separaci¨®n con Kanye West en una sentida campa?a de concienciaci¨®n hacia los enfermos con un trastorno bipolar al salir en defensa de su ex despu¨¦s de que el rapero escribiese mensajes err¨¢ticos en sus redes sociales. En una carta p¨²blica, ella ped¨ªa m¨¢s empat¨ªa y menos choteo: ?Sus palabras no siempre responden a sus intenciones¡­ me siento obligada a decirlo para evitar los estigmas que rodean a las enfermedades mentales¡±.

M¨¢s de medio siglo separa Loco por ella de Lilith (1964), la ¨²ltima pel¨ªcula del cineasta Robert Rossen y una de las primeras del actor Warren Beatty. En ella, un joven entra a trabajar como terapeuta en un centro psiqui¨¢trico donde conocer¨¢ y se enamorar¨¢ de una joven esquizofr¨¦nica interpretada por Jean Seberg. De nuevo el clich¨¦ rom¨¢ntico del amour fou. En una secuencia terrible, Beatty le confiesa su amor a Seberg mientras ella se lava la cara en un r¨ªo. El mito de Narciso, m¨¢ximo destructor de cualquier amor que no sea el propio, asoma en esta pasi¨®n imposible. Carla, Kanye y Lilith saben mucho de adorarse (y odiarse) a s¨ª mismos, pero no est¨¢ mal difundir que con ayuda no tienen por que ahogarse en su propio reflejo.