El vaquero crea escuela (literalmente)

Educar a la pr¨®xima generaci¨®n de dise?adores. Ese es el objetivo de Jean School, una iniciativa de la plataforma House of Denim ¨Ccreada para promocionar el sector¨C en colaboraci¨®n con la Universidad de ?msterdam ROCvA. El programa, que dura tres a?os, pretende ense?ar a sus 18 alumnos todos los aspectos de la industria, desde la creaci¨®n de patrones hasta los procesos de lavado, pasando por estrategias de compra y venta. Un proyecto educativo con un claro trasfondo empresarial: dominar la industria.

Convertida en el epicentro del universo vaquero, ?msterdam es el lugar perfecto para emprender la aventura, explica a S?Moda James Veenhoff, quien, tras varios a?os dirigiendo la Semana de la Moda Internacional de ?msterdam, fund¨® House of Denim, organizaci¨®n impulsora de la creaci¨®n de la escuela. ?Algunas de las grandes firmas de denim tienen su sede y oficinas de desarrollo aqu¨ª: G-Star, Levi¡¯s, Pepe Jeans, Hilfiger, Kings of Indigo, Nudie Jeans, etc. Hablamos de una facturaci¨®n de cinco billones de euros solo con estos nombres?. Una cifra alentadora, amenazada por un futuro incierto. ?Tenemos una industria enorme, y sin embargo no est¨¢bamos entrenando a nadie para continuarla?. Para las marcas, es una cantera y un seguro de continuidad. ?Alimenta a la pr¨®xima generaci¨®n de creadores?, cuenta a esta revista Shubhankar Ray, director global de G-Star. ?Ellos son nuestro futuro?.

La producci¨®n sostenible es uno de los principales contenidos de este curso. ?Este programa se levanta en la encrucijada entre las t¨¦cnicas tradicionales del oficio y los avances de un dise?o sostenible?, cuenta Veenhoff. ?Queremos crear una industria m¨¢s inteligente, limpia y seca?. Para ello, la escuela se ha asociado con KICI, la principal organizaci¨®n ben¨¦fica de Holanda dedicada a la recolecci¨®n de ropa. Ellos se encargar¨¢n de donar prendas para que los estudiantes trabajen, a la vez que desarrollan un tejido vaquero propio usando piezas recicladas, as¨ª como tintes y tejidos de producci¨®n local. Todo ello bajo el lema con el que Veenhoff concibi¨® el proyecto hace ya cinco a?os: Heading for a brighter blue (en espa?ol, en busca de un azul m¨¢s brillante). ?Cuando terminen, no ser¨¢n solo dise?adores, sino art¨ªfices del denim?.

Y es que el vaquero da mucho de s¨ª. La apertura de esta facultad es un claro reflejo de la buena salud de la que disfruta el sector en Europa. Ni siquiera la crisis ha podido con ¨¦l. Seg¨²n un estudio realizado por la consultora Euromonitor, y en contra de todo pron¨®stico, la venta de jeans en Europa occidental ha ido en aumento: si en 2011 alcanzaba los 14.711 millones de euros, para finales de 2016 se espera que llegue a los 16.330 millones. Pero el dato m¨¢s curioso que se desprende del estudio es que son las firmas de alta gama las que se llevan el mayor trozo del pastel. Para Veenhoff, es una cuesti¨®n de enfoque. ?En comparaci¨®n con la orientaci¨®n masiva del mercado norteamericano, en Europa prima la innovaci¨®n y el dise?o. Firmas como Denham the Jeanmaker y G-Star rompen barreras en busca de nuevos estilos y cortes. Tal vez esa sea la raz¨®n por la que nosotros tenemos la primera escuela del jean en el mundo, y no los estadounidenses?, sentencia. ?Nuestra industria necesita creadores cualificados capaces de hacer cosas nuevas?.

Prueba de ello es el caso de Wrangler, que ha elegido Alemania para abrir su primera tienda propia en el continente. Si el precio medio de un vaquero de la firma ronda entre los 60 y los 100 euros en Europa, en Estados Unidos no llega a la mitad. ?Timo? ?El dise?o es el mismo?, explica el presidente de Wrangler International, Frans van Zeeland, ?pero la confecci¨®n es m¨¢s elaborada y los est¨¢ndares de fabricaci¨®n mucho m¨¢s altos para el mercado europeo?.

Parte del ¨¦xito del vaquero se debe a la nueva variedad de colores, acabados y dise?os que existen en el mercado. Y es que en ning¨²n otro sector de la moda la innovaci¨®n es tan crucial. ?Los dise?adores europeos ven las posibilidades creativas del tejido denim para reinventarlo desde un punto de vista en el que el estilo adquiere mayor protagonismo?, afirma Shubhankar. ?Respetamos su origen como uniforme de trabajo, pero lo convertimos en una pieza de dise?o?.