El vestidor gana votos
Los tiempos cambian y con ellos las t¨¢cticas pol¨ªticas: los partidos venden la est¨¦tica de sus candidatos para conseguir fondos. El merchandising de moda se rinde a las urnas.
Unos calcetines multicolores con el logo del elefante republicano y la firma de George H.?W. Bush; una funda de m¨®vil fucsia con la H de Hillary Clinton; saris con la imagen del pol¨ªtico indio Modi serigrafiada. Las t¨¢cticas de las campa?as evolucionan a la velocidad del marketing. ?Estos tres ejemplos actuales demuestran c¨®mo los candidatos intentan ganarse al electorado a trav¨¦s de la est¨¦tica?, opina Alana Moceri, profesora de Comunicaci¨®n pol¨ªtica en la Universidad Europea de Madrid.
El merchandising tambi¨¦n hace caja: los dem¨®cratas recolectaron 37 millones de d¨®lares gracias a la obamaman¨ªa en 2008. Otro ejemplo, las elecciones de la India que acabaron el lunes pasado tuvieron un curioso vencedor: los portales de venta online. BlueGap hizo el agosto; en los tres ¨²ltimos meses, el 30% de sus ventas han sido souvenirs pol¨ªticos.
Los republicanos recaudan fondos a trav¨¦s de calcetines inspirados en los de George H.?W. Bush. El comprador debe pagar en la web del partido (Gop.com) un m¨ªnimo 35 d¨®lares. No hay precio m¨¢ximo.
D.R.
?En el caso de los comicios de medio mandato del pr¨®ximo noviembre y de las presidenciales de 2016 en EE UU, no se trata tanto de recaudar. Los fondos se re¨²nen con donaciones; el objetivo es lograr visibilidad, prensa y sufragios. Con esa?porci¨®n?del estilo del candidato, el votante se siente implicado, por lo que es m¨¢s f¨¢cil que ¨¦l y su entorno vayan a votar?, matiza Moceri.
Prendas con empat¨ªa.?El caso de los calcetines de Bush padre tiene su miga: el expresidente ya no es parte del ruedo pol¨ªtico, pero el Partido Republicano rentabiliza uno de sus accesorios favoritos a trav¨¦s de su tienda?online. Otro caso es el del jersey de Evo Morales. Varias empresas, como la boliviana Punto Blanco, comercializaron en 2006 el su¨¦ter del presidente. En otra l¨ªnea, Nelson Mandela renace gracias a las prendas inspiradas en los estampados de sus camisas. Su fundaci¨®n las vende y la recaudaci¨®n sirve para financiar proyectos de desarrollo. ?La idealizaci¨®n de personajes hist¨®ricos es un juego muy americano. Esta t¨¢ctica consolida referentes culturales y reivindicativos. El calcet¨ªn refuerza el?kitsch; las telas de Mandela, lo africano; y el jersey de Evo, la alpaca andina. Gracias a estos emblemas personales, el p¨²blico empatiza?, opina Jorge R¨¢bago, director de telegenia del Partido Popular.
En la Conferencia del Partido Conservador en 2013, se comercializaron camisetas para beb¨¦ en honor a Margaret Thatcher.
Cordon Press
?Y qu¨¦ ocurre en Espa?a? Por un lado, es dif¨ªcil encontrar l¨ªderes pol¨ªticos tan ic¨®nicos. Por otro, ?no existe una tradici¨®n de?merchandising?a pesar de los intentos en los 90 cuando varios partidos ten¨ªan tienda f¨ªsica. En los 70 nos encantaban las pegatinas, los mecheros, los afiches¡ Pero nos hemos vuelto tan pulcros en las calles durante las elecciones que hemos perdido su esp¨ªritu festivo. Una pena, lo deber¨ªamos recuperar?, dice R¨¢bago.
En las elecciones presidenciales de 2012, Obama vendi¨® desde bolsos hasta collares para gatos.
D.R.
Hillary Clinton est¨¢ preparada para las presidenciales de 2016: en su tienda en Arlington (EE?UU) se venden fundas como esta.
Getty Images
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