Ellos desfilan, pero¡­ ?qui¨¦n compra?

Los looks que hoy se ven en los desfiles suscitan la pregunta: ?es para hombre o para mujer??. Para Angelo Flaccante, uno de los periodistas estrella del sector y colaborador habitual de publicaciones como GQ, Fantastic Man y L¡¯Uomo Vogue, en la ¨²ltima edici¨®n de la semana de la moda masculina, la homogeneidad gen¨¦rica se ha impuesto.

Hasta ahora, la pasarela de menswear tend¨ªa a los extremos: propuestas conservadoras que se limitaban al traje para el caballero de talante cl¨¢sico con un serio rencor al color, o estridencias que mezclaban volantes, estampados y transparencias en un estilismo estereotipadamente gay. ?Hoy la moda masculina m¨¢s interesante cae entre esos dos m¨¢rgenes?, afirma Alexander Fury.

La sudadera de Givenchy triunfa en un mercado sin g¨¦nero. ?Era para hombre. Hoy es unisex?, dice Riccardo Tisci.

D.R. / Cordon Press

El editor de moda del diario?The Independent?habla de una revoluci¨®n. Entre sus art¨ªfices cita al dise?ador irland¨¦s J.?W. Anderson ¨Cque basa su peculiar estilo en la androginia¨C, a Miuccia Prada ¨Cque suele sacar?looks?id¨¦nticos en sus l¨ªneas de hombre y mujer, porque, como ella misma explica, ?dise?a pensando en individuos, no g¨¦neros?¨C y a Versace. En el ¨²ltimo desfile de la casa italiana se vieron pantalones de piel beis, b¨®mbers troqueladas y chupas estampadas que suscitaron el comentario ?lo quiero? de m¨¢s de una f¨¦mina. ?Est¨¢ desafiando la normativa hetero del vestuario del hombre moderno?, dice Fury. Y la f¨®rmula le funciona. El 46% de las ventas de la firma procede de la l¨ªnea?homme. La cuesti¨®n es si son ellos o ellas quienes la compran.

Desfile de p-v 2015 de Phillip Lim.

InDigital

Las tiendas se llenan de prendas con una est¨¦tica que no distingue g¨¦neros y un corte que funciona tan bien en el cuerpo de un hombre como en el de una mujer. Resultado, en parte, de un fen¨®meno que el director de?casting?James Scully denomina ?hedislimanizaci¨®n?, en honor al creador. ?Ahora las firmas solo quieren chicos flacuchos?, sentencia. Al modisto le gusta subir a la pasarela modelos cuya silueta no dista mucho de la de una maniqu¨ª mujer. As¨ª se ha forjado una fiel lista de clientas que adoran los trajes hiperce?idos que en su momento hac¨ªa para Dior Homme y ahora hace para Saint Laurent. No es una excepci¨®n. Riccardo Tisci, director creativo de Givenchy, tambi¨¦n abraza la nueva asexualidad de la industria. El mejor ejemplo son sus sudaderas, un superventas entre ambos sexos.

Desfile de p-v 2015 de Saint Laurent by Hedi Slimane.

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Cada vez m¨¢s vendedores acusan la demanda de ropa de hombre entre sus clientas. Tomoko Ogura, directora de moda de los almacenes Barneys de Nueva York, explica que suele seleccionar piezas de firmas de?menswear?porque sabe que funcionar¨¢n entre el p¨²blico femenino. ?Las mujeres no deber¨ªan dudar en cruzar al departamento de hombre?, opina Jenna Lyons, directora creativa de J. Crew y asidua compradora en la secci¨®n de caballero. ?Al fin y al cabo, lo que ellos y ellas quieren vestir no es tan diferente?, afirma.

Desfile de p-v 2015 de Haider Ackermann.

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