¡®Emily en Par¨ªs¡¯ vuelve a poner de moda los sombreros: sus ventas crecen un 48% en Asos

Los sombreros lo ten¨ªan dif¨ªcil este 2020. No los gorros para protegerse del fr¨ªo, sino ese accesorio poco funcional que puede coronar un estilismo por ¡®simple¡¯ est¨¦tica. Por eso, en un a?o en el que se ha prescindido de todo lo superfluo, nadie apostaba mucho por boinas o pamelas. Pero ha tenido que venir una serie a cambiar el panorama: ¡°Tras el lanzamiento de la exitosa serie de Netflix, Emily en Par¨ªs, las ventas de sombreros se han incrementado en un 48% respecto al mismo periodo del a?o pasado¡±, revelan desde la compa?¨ªa brit¨¢nica Asos. ¡°Nuestros clientes se est¨¢n decantando por los modelos realizados en fieltro, sobre todo bucket hats y boinas¡±.

No es el ¨²nico dato que demuestra que la serie se ha convertido en un fen¨®meno que arrastra ventas. Hace un par de semanas la plataforma de pagos aplazados Afterpay desvelaba que los sombreros de pescador se colaban en su top 10 tras el estreno de la ficci¨®n que protagoniza Lily Collins. Lo mismo suced¨ªa en el buscador de moda Lyst: los sombreros de Kangol crec¨ªan aqu¨ª desde principios de mes un 342% y las boinas rojas, un 100%. Como la que la actriz luce en el cap¨ªtulo tres, combinada con un traje blanco y negro con pantal¨®n corto y sandalias de tac¨®n imposible.

Los dif¨ªciles estilismos de Emily Cooper, la improbable experta en marketing de 22 a?os, son obra de Patricia Field, la responsable del ic¨®nico armario de Sexo en Nueva York. No estaba nada claro que, dos d¨¦cadas despu¨¦s de que Carrie Bradshaw se contoneara por las aceras de Manhattan (pandemia mediante), el p¨²blico volviera a conectar con un vestuario tan excesivo y poco pragm¨¢tico. Los datos han confirmado que s¨ª, que el desparpajo de Collins y su fantas¨ªa de vestidor (con prendas de Chanel, Off-White, Marc Jacobs o Staud) eran justo los que la gente necesitaba para evadirse. Llena de clich¨¦s y situaciones previsibles, si nos atenemos a los comentarios en redes sociales, se trata de una serie que la gente ama o detesta, pero que en cualquier caso se traga de un tir¨®n una vez empezada. La duraci¨®n de los din¨¢micos cap¨ªtulos, menos de 30 minutos, ayuda. Tambi¨¦n el escenario, ese luminoso Par¨ªs tan distinto del que aparece a diario en los telediarios.