Entramos al Soho House, el club m¨¢s exclusivo de Barcelona
Piscina en la azotea, gimnasio, cine, ¡®speakeasy¡¯, restaurantes y zona de spa. No, no hay que ser millonario para entrar en ¨¦l. S¨®lo tener buenos contactos y ser ¡®creativo¡¯.
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?Recuerdan el cap¨ªtulo de Sexo en Nueva York en el que a Samantha la echaban de la exclusiva piscina de un club porque descubr¨ªan que hab¨ªa falseado ser socia? S¨ª, era la de la azotea del Soho House. El mismo que, desde mediados de octubre, ha abierto sus puertas en Barcelona. El ¡®club privado con habitaciones¡¯ (como les gusta autodefinirse) llega a la capital catalana tras tres a?os de intensivas obras y de tener a media ciudad especulando con qui¨¦n se dejar¨¢ ver (y qui¨¦n no podr¨¢ entrar) en su emblem¨¢tica piscina de la ¨²ltima planta (sello indiscutible de todas sus ¡®houses¡¯). Situado en un edificio hist¨®rico rehabilitado de la plaza Medinaceli (la misma en la que Almod¨®var junt¨® a Cecilia Roth y Pen¨¦lope Cruz en Todo sobre mi madre), el Soho House barcelon¨¦s cuenta con dos restaurantes, un gimnasio, una sala de cine, un ¡®speakeasy¡¯ (s¨ª, hay un club privado dentro del club privado, metaexclusividad pura) y dos piscinas. Una en la zona de spa y otra en la mencionada terraza superior.
La aureora ¡®cool¡¯ que envuelve a esta cadena de clubs no es ninguna leyenda reservada a la ficci¨®n televisiva. Dicen que en el Soho House de West Hollywood es habitual ver almorzando a Jon Hamm ley¨¦ndose alg¨²n gui¨®n o a Conan O¡¯Brien reunido con productores de televisi¨®n. En el de Shoreditch (Londres), Alexander Wang organiza presentaciones de moda y Carl Craig pincha para sus socios. Los fot¨®grafos de los tabloides londinenses acampaban en sus puertas despu¨¦s de que en 2002, la hija de Jude Law y Sadie Frost, con apenas dos a?os, se intoxicase accidentalmente con ¨¦xtasis en una fiesta de cumplea?os. Cuando se fund¨® el de Nueva York, Nicole Kidman estaba en el comit¨¦ de selecci¨®n. El qui¨¦n es qui¨¦n de esa burbuja aspiracional influencer ha pasado por alguno de los 18 establecimientos. Un concepto de club que ide¨® hace 21 a?os el hostelero Nick Jones, cuando se propuso modernizar ese halo rancio de club de caballeros brit¨¢nico por algo m¨¢s moderno y con alma ¡®creativa¡¯.

?Qu¨¦ implica ser ¡®creativo¡¯ en el Soho House y qu¨¦ se necesita para entrar?
Primero, no es cuesti¨®n de dinero. No hay que ser millonario. Cuesta 1.500 euros anuales que se pueden pagar en mensualidades. Se puede ser socio siempre que se rellene un formulario donde explique qu¨¦ hace con su vida y cuente con el aval de confianza de otros dos socios. En Barcelona, desde hace meses hay una lista de miembros fundadores con privilegios, elegidos por un comit¨¦ de aceptaci¨®n de 52 ¡®sabios¡¯ que decidieron que ellos formaban parte del latir cultural y ¡®creativo¡¯ (insistimos) de la ciudad. Esto es: m¨²sicos, publicistas, dise?adores, fot¨®grafos, directores de revistas, estilistas, trabajadores del mundo de la comunicaci¨®n, del cine, del teatro, etc.

?Qu¨¦ ventajas tiene ser socio?
Los socios pueden disfrutar de un moderno gimnasio (tienen club de running? y organizan clases de pilates y yoga en la playa), asistir al cine privado (donde se proyectar¨¢n pel¨ªculas en su mayor¨ªa independientes y alg¨²n que otro preestreno) o ba?arse y tomar algo en la piscina de la azotea, con vistas al Port Vell por un lado y al skyline del Eixample barcelon¨¦s por el otro.
La clave de la membres¨ªa de Soho House radica en los eventos que se organizan solo para ellos. Presentaciones de moda, charlas, catas de cocktails, sesiones de m¨²sica, fiestas (hicieron una de Halloween cuyo requisito era ir disfrazado y algunos de los modelos m¨¢s cotizados de la ciudad se dejaron caer por ah¨ª), etc. Entre los eventos celebrados en otras sedes se han dado conciertos privados de Mary J. Blidge, desayunos de moda con Victoria Beckham o sesiones en la terraza con Disclosure a los platos.
La filosof¨ªa de Soho House es tejer una red de contactos entre sus miembros y que se sientan como en casa sin estar en ella. ?Hay gente que se pasa el d¨ªa aqu¨ª: desayunan en el restaurante del club, se dan un ba?o en la piscina de la azotea, trabajan un rato con su port¨¢til, bajan al spa, comen, vuelven a trabajar un rato y luego acaban en el gimnasio?, explican desde la organizaci¨®n. Nuestra visita lo corrobora. En la quinta planta, donde se encuentra el club y el restaurante solo para miembros y hu¨¦spedes, a media ma?ana de un d¨ªa laborable hay desde treintea?eras trabajando con su MacBook, a cuarentones con pinta de creativos de publicidad con zapatillas de deporte y vaquero de ¨²ltima generaci¨®n.
En ninguno de los espacios para socios se pueden tomar fotos. As¨ª que nada de selfies con famoso random. La filosof¨ªa de la cadena es mantener la privacidad de sus socios.
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?Hay que ser socio para alojarse en alguna de sus 57 habitaciones?
No, pero s¨ª que hace falta acreditar estar relacionado con el mundo creativo (de nuevo). Se reservan directamente desde la web o por tel¨¦fono, nada de Booking o Trivago. La tarifa m¨ªnima es de 220 euros la noche.
Si no soy socio, ?qu¨¦ puedo hacer all¨ª?
Ir al spa, con productos exclusivos de Soho House, Cowshed. Est¨¢ en el vest¨ªbulo inferior y est¨¢ dividido en dos zonas separadas por una piscina. Por un lado, un acogedor espacio rehabilitado con el aspecto de la antigua farmacia del Hospital de Sant Pau, con majestuosos sillones para hacerse una manicura o una pedicura mientras se disfruta de tu serie favorita o de una pel¨ªcula (hay televisiones vintage que se pueden conectar con cascos inal¨¢mbricos). Tambi¨¦n se pueden contratar tratamientos espec¨ªficos en alguna de las cuatro cabinas.
En breve, tambi¨¦n se podr¨¢ ir al restaraunte Cecconi¡¯s, situado en la planta baja del club y con acceso desde la calle. El original est¨¢ en Mayfair, Londros, con otros en Berl¨ªn, Miami Beach y West Hollywood. El men¨² ser¨¢ de cocina italiana cl¨¢sica y rondar¨¢ los 30 euros por comensal.
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