Entre costuras
De la mano de la ¡®top model¡¯ sueca Frida Gustavsson, ¡®S Moda¡¯ entra en exclusiva en la ¨²ltima prueba de vestuario antes del desfile de alta costura de Bill Gaytten para Christian Dior.
Chicas hermosas. Belleza, belleza, belleza?, as¨ª resum¨ªa Bill Gaytten el criterio est¨¦tico del equipo, dirigido por el antiguo ayudante de Galliano, que decidi¨® el casting de modelos del ¨²ltimo desfile de alta costura de Christian Dior. Unas palabras que resonaban como ecos de ¨¦xtasis en uno de los salones privados de la maison francesa en el n¨²mero 30 de Avenue Montagne, tras el primer pase a puerta cerrada para clientes y prensa internacional. Eran declaraciones entrecortadas, entre saludos y felicitaciones, champ¨¢n, fotos del dise?ador con Cameron Diaz, Olivia Palermo y Bar Refaeli ¨Cinvitadas a la primera fila¨C, entrevistas de apenas dos minutos y miradas c¨®mplices con el presidente de la compa?¨ªa, Sidney Toledano, feliz con los resultados del ¨²ltimo a?o, en el que han incrementado las ventas de Dior. ?Esta colecci¨®n s¨ª puede considerarse una verdadera propuesta?, dec¨ªa en voz alta Tim Blanks, de Style.com, que seis meses antes hab¨ªa tachado la primera incursi¨®n de Gaytten al frente del equipo creativo de ?intento fallido?. ?Es m¨¢s yo?, respond¨ªa exultante Bill, rodeado de las modelos m¨¢s codiciadas de la industria. Y mientras ¨¦l disfrutaba de su sue?o, ellas, con los zapatos en la mano, liberadas ya de la tiran¨ªa de los m¨¢s de 12 cent¨ªmetros de tac¨®n, intentaban abrirse camino entre los invitados para volver al backstage, con la ayuda de un gran s¨¦quito de asistentes y la mirada clavada en el suelo, para evitar un posible y temido pisot¨®n ¨Cpresenciamos m¨¢s de uno¨C que pudiera rasgar las cascadas de gasa, tul y organza de los vestidos m¨¢s espectaculares. La modelo sueca de 18 a?os Frida Gustavsson era una de ellas.
Domingo, 22 de enero, 20.15 h, 18 horas antes del desfile. Con m¨¢s de una hora de retraso, Frida llega al fitting de Christian Dior, en el estudio de la maison, en el n¨²mero 11 bis de rue Fran?ois Premier, Par¨ªs. All¨ª hace horas que trabajan a destajo Gaytten, la dise?adora de la colecci¨®n de accesorios Camille Miceli y el resto del equipo creativo. Con ellos, costureras y asistentes ¨Ctodos uniformados con bata blanca¨C, entre los que tambi¨¦n vemos a chicas de apenas 20 a?os e incluso a un joven de origen asi¨¢tico con zapatillas deportivas, que desmontan el mito de que la alta costura es un arte en v¨ªas de extinci¨®n reservado a manos expertas de m¨¢s de 50 a?os. Es la prueba final antes de la presentaci¨®n. La ¨²ltima oportunidad para corregir cualquier detalle: de un pliegue a un volante, pasando incluso por un movimiento o un gesto. ?Desfilar en alta costura no es lo mismo que hacerlo en pr¨ºt-¨¤-porter?, explica Frida. ?No tiene nada que ver con el r¨¢pido y repetitivo ir y venir de las modelos sobre una pasarela. Se trata de un ejercicio delicado. Tienes que moverte con la ropa, para que los invitados puedan apreciar las creaciones en todo su esplendor. El ritmo se ralentiza. Todo es m¨¢s elegante, m¨¢s sosegado?. Todo menos el fitting. Antes que ella, han pasado por el extenuante examen de Gaytten 30 de las 40 modelos elegidas. Las cajas de zapatos son la prueba an¨®nima de la codiciada lista. En cada una de ellas aparece escrito el nombre de una top, su talla de zapatos, el color del dise?o que llevar¨¢ el d¨ªa siguiente y el n¨²mero de salida: ?Karlie, 39, noir, 1?. Confirmado: esta temporada la estadounidense Karlie Kloss abre el desfile. ?Es alt¨ªsima y muy gr¨¢cil; ella personifica el esp¨ªritu de Dior?, dice Frida.
Mientras ella posa ante la mirada de Gaytten, que prefiere observar el reflejo de la modelo en el espejo para convertirse en espectador, Sigrid Agren se despide y entra Arizona Muse, n¨²mero cinco del ranking de supermodelos. Irreconocible, con el pelo m¨¢s corto, te?ido de moreno. ??Arizona??, pregunta el coordinador. ?Es la primera vez que te veo as¨ª?. ?Lo s¨¦?, contesta ella, ?le pasa a todo el mundo; a veces yo misma olvido que he cambiado de look?. Ella ser¨¢ la siguiente, a las nueve de la noche, en probarse el dise?o que ha elegido para ella el director creativo de Dior. Despu¨¦s, como Frida, todav¨ªa tendr¨¢ que ir a dos pruebas m¨¢s: Elie Saab y Valentino. La noche acaba de empezar en Par¨ªs.
Quiz¨¢ la cita sea m¨¢s corta. Si en una semana de la moda cualquiera de pr¨ºt-¨¤-porter una modelo tiene una media de cinco desfiles por d¨ªa, en alta costura apenas tiene cinco desfiles en los tres d¨ªas que dura toda la pasarela. ?Sin embargo, el trabajo es mucho m¨¢s duro?, asegura la modelo sueca. ?Los fittings se eternizan. Ning¨²n dise?ador quiere dejar nada al azar. Son dise?os hechos a mano. Todos los detalles son importantes. No es una colecci¨®n m¨¢s. Cada vestido es una obra de arte. Por eso cuando te pruebas un dise?o de alta costura, no puedes evitar pensar en las horas de trabajo y dedicaci¨®n de tantas costureras y bordadoras¡ Y te sientes bella. Es como una fantas¨ªa?. Una fantas¨ªa de voluminosos vestidos que llevan de una lado a otro entre incluso tres personas, ocultos en fundas, para no desvelar el secreto antes del desfile. ?Algunos de estos dise?os son enormes y pesados?, confiesa. ?Cu¨¢les son los requisitos para llevarlos con elegancia? ?Ayuda mucho ser alta y no tener curvas?.
Lunes, 23 de enero, 10.20 h, cuatro horas antes del desfile. Mientras Olivia Palermo y su novio, el modelo Johannes Huebl, entran en la boutique de Dior para elegir el look que la neoyorquina llevar¨¢ m¨¢s tarde al desfile, en el backstage el equipo de maquillaje y peluquer¨ªa trabaja contrarreloj. All¨ª est¨¢n todas. De la texana Lindsey Wixson a la francesa Constance Jablonski. El casting no deja lugar a dudas: el canon est¨¦tico que impera en Par¨ªs sigue prefiriendo la belleza occidental de chicas de melena rubia y tez p¨¢lida, casi transparente. Sin embargo, esta tendencia poco a poco empieza a cambiar, incluso en el aparentemente herm¨¦tico universo de la alta costura. ?Es una buena noticia?, cree Frida, que esta edici¨®n comparte pasarela con tres modelos chinas (Liu Wen, Sui He y Lee Hye Jung) y dos bellezas de ¨¦bano, Ajak Deng y Joan Smalls, la nueva estrella caribe?a de la moda y una de las favoritas de Anna Wintour. ?Es el signo de los nuevos tiempos?, a?ade Gustavsson. ?La alta costura es, sin duda, francesa, pero hoy mercados como el asi¨¢tico tienen cada vez m¨¢s importancia en la industria y eso se refleja tambi¨¦n en el backstage?.
Lunes, 23 de enero, 14.20 h, 10 minutos antes del primer pase. Cameron Diaz, Natalia Vodianova, In¨¨s de la Fressange, Anna Wintour, Suzy Menkes¡ Los invitados toman asiento en la primera fila. Frente a las presentaciones efectistas de otras temporadas, en espacios de grandes dimensiones, este a?o casi todos apuestan por la intimidad de los peque?os salones para recrear la exclusividad que se respiraba en los a?os 50, cuando Christian Dior mostraba su dise?os ante una elite reducida de prensa, clientes y divas de Hollywood como Lauren Bacall o Marlene Dietrich, quienes hoy presencian el desfile de Gaytten desde las fotograf¨ªas en blanco y negro que cuelgan de las paredes de la maison. ?Es una puesta en escena cinematogr¨¢fica?, cree Frida.
?Evocar el glamour de los a?os 50 y traducir los c¨®digos originales del maestro franc¨¦s al lenguaje actual?. Esa es, en palabras de Gaytten, la misi¨®n de la alta costura hoy. ?Sin olvidar la funcionalidad. Las clientas quieren dise?os que sean f¨¢ciles de llevar. Alta costura c¨®moda?, explica Bill a S?Moda, feliz, tras una colecci¨®n que pospone una vez m¨¢s el nombramiento de un nuevo director creativo. Y quiz¨¢ su alta costura sea c¨®moda, pero solo desde el punto de vista de un creador, que ha cambiado el exceso y el artificio creativo de Galliano por la contenci¨®n quir¨²rgica de un disc¨ªpulo que parece disfrutar siguiendo las normas a raja tabla. Porque sobre el cuerpo, lejos de prometer comodidad, los patrones de Gaytten someten la silueta de la mujer a la constricci¨®n de faldas tubos o a la feminidad del New Look m¨¢s estricto ¨Cde cinturas avispa estrech¨ªsimas, adornadas con grandes lazos, amplias enaguas y generosos vol¨²menes de seda, tul y muselina¨C.
Prueba superada en cualquier caso. Su colecci¨®n es impecable desde un punto de vista t¨¦cnico. El mejor tributo a Dior¡ y un homenaje que se repite. El segundo pase empieza dos horas despu¨¦s. Como en la pesadilla de otro Bill (de apellido Murray), hoy es el d¨ªa de la marmota: las modelos vuelven al backstage. Toca retocar maquillaje y ponerse una vez m¨¢s los tacones. Frida desaparece para desfilar de nuevo.
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