?Realmente sirve de algo participar en Eurovisi¨®n?
A falta de ver qu¨¦ ocurre el s¨¢bado, en los ¨²ltimos veinte a?os se han generado m¨¢s cad¨¢veres medi¨¢ticos que pr¨®speras carreras entre nuestros representantes en el festival.
No es por ser cenizo, pero de momento las encuestas de Eurovisi¨®n no son del todo favorables para Amaia y Alfred y su tema Tu Canci¨®n. Quienes han visto los primeros ensayos afirman que la qu¨ªmica entre la pareja no es ni la sombra de la que mostraban cuando estaban encerrados en la academia de Operaci¨®n Triunfo y algunos apuntan, adem¨¢s, que la sobria puesta en escena con la que van a defender el tema no va a ayudar precisamente a rascar puntos entre nuestros vecinos europeos. Espa?a se dej¨® llevar por la historia de amor de los concursantes y les obsequi¨® con un billete a Eurovisi¨®n que puede acabar siendo un regalo algo envenenado. Y m¨¢s teniendo presente que Lo Malo de Aitana y Ana Guerra, sin la presi¨®n de representarnos, est¨¢ triunfando de lo lindo acumulando casi treinta millones de reproducciones en Spotify respecto a los doce millones que de momento aglutina la azucarada balada que este s¨¢bado va a sonar en el Altice Arena de Lisboa.
Qu¨¦ no cunda el p¨¢nico. Los ensayos de estos d¨ªas previos suponemos que har¨¢n engrandecer la actuaci¨®n y siempre cabe la posibilidad de que la comitiva espa?ola se guarde un as en la manga para la gala final. Pero sea cual sea el resultado en la clasificaci¨®n hay que tener una idea muy clara: Eurovisi¨®n es de todo menos una ciencia exacta y ya se sabe que el reparto de votos no siempre es acorde a la calidad de las canciones, sino a factores externos que se escapan de nuestras manos y, sobre todo, de los propios artistas que acuden a la cita ilusionados por dar la talla.
Pase lo que pase, tanto Amaia como Alfred realmente deben aprovecharse de la exposici¨®n medi¨¢tica a la que han estado sometidos durante estos meses cuando se decidan a impulsar sus carreras en solitario. Ese ser¨¢ el momento de la verdad. Este fin de semana act¨²an como un pack y el p¨²blico europeo que les votar¨¢ no tiene por qu¨¦ tener ni la menor idea de su televisado amor de juventud, por lo que en el hipot¨¦tico caso de que no acaben quedando en un buen lugar esperamos que sus personas de confianza les animen para que no se vengan abajo. En Eurovisi¨®n todo es impredecible pero, ciertamente, echando la vista atr¨¢s, se ha cobrado m¨¢s v¨ªctimas que h¨¦roes musicales a lo largo de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. Esperamos que ellos no corran esa misma mala suerte.
Uno de los descalabros m¨¢s sonados ocurri¨® en 1999, cuando Lydia y su No Quiero Escuchar nos hizo quedar los ¨²ltimos con apenas un punto recolectado. Lejos de ser un escaparate para ella (lo ¨²nico que la gente recuerda de aquello es el poco discreto vestido de ?gatha Ruiz de la Prada que luci¨®), Eurovisi¨®n fue su tumba medi¨¢tica. Lo mismo ocurri¨® en 2005 con Son de Sol y Brujer¨ªa, y un a?o m¨¢s tarde con Las Ketchup, cuyo Un Blodymary no pudo igualar el impacto de aquel Aserej¨¦ que son¨® hasta en la sopa. Ambas propuestas nos hicieron quedar en el puesto 21 de 24 y, asimismo, marcaron la defunci¨®n de ambas bandas escasos meses despu¨¦s de actuar en el concurso.
D¡¯Nash en 2007 tampoco es que brillaran precisamente con I Love You Mi Vida (quedamos 20 de 24 con ellos), pero la boy band no se dej¨® llevar por la maldici¨®n eurovisiva y siguieron en activo hasta 2013. Todo lo contrario que Luc¨ªa P¨¦rez en 2011 (quien a pesar de seguir en activo pr¨¢cticamente nadie recuerda aquel Que Me Quiten lo Bailao o su material m¨¢s actual) o El Sue?o de Morfeo, las ¨²ltimas grandes v¨ªctimas del concurso. La banda liderada por Raquel del Rosario decidi¨® disolverse tambi¨¦n unos meses despu¨¦s de defender Contigo Hasta el Final y quedar pen¨²ltimos con tan s¨®lo ocho puntos.
Da igual que llevemos a una banda consolidada o, como el pasado a?o, a un artista novel a lo Manel Navarro, a quien le perseguir¨¢ de por vida, quiera o no, ese sonado gallo que nos hizo quedar ¨²ltimos en la tabla clasificatoria. Rosa L¨®pez y su Europe¡¯s Living a Celebration en 2002 dej¨® a Espa?a en el s¨¦ptimo puesto y con el r¨¦cord de ser el programa m¨¢s visto en nuestro pa¨ªs la pasada d¨¦cada con algo m¨¢s de 14 millones de espectadores pegados al televisor. El resultado, se mire por donde mire, fue de todo menos malo. No obstante, la presi¨®n medi¨¢tica y las expectativas pudieron con la granadina tras aquello y el p¨²blico no tuvo compasi¨®n alguna: como gan¨® la primera edici¨®n de Operaci¨®n Triunfo el pa¨ªs se vino demasiado arriba semanas antes de la final y todo lo que no fuese una victoria supo a decepci¨®n supina. Menos mal que este a?o no se mide con la misma vara a Almaia viniendo ambos del mismo talent show.
Curiosamente, en 2008, con Rodolfo Chikilicuatre, pese a tratarse de un c¨®mico caballo de Troya que la productora El Terrat mandaba al concurso, obtuvimos casi los mismos resultados que en 2010 con Algo Peque?ito de Daniel Diges y el Qu¨¦date Conmigo de Pastora Soler en 2012 (con much¨ªsima diferencia, la mejor cantante que Espa?a ha mandado a Eurovisi¨®n en los ¨²ltimos veinte a?os). Diges sigue gan¨¢ndose muy bien la vida en el teatro musical y Soler, por su parte, a pesar de ese retiro de unos pocos a?os promovido por su p¨¢nico esc¨¦nico, contin¨²a siendo una de nuestras mejores voces. Tambi¨¦n hay que se?alar aqu¨ª a Ruth Lorenzo, que en 2014 consigui¨® el noveno puesto con Dancing in the Rain y sigue cosechando ¨¦xitos en su carrera.
M¨¢s all¨¢ de Barei y su Say Yay! en 2016 (que acab¨® en el puesto 22 de 26 aun trat¨¢ndose de una de las canciones m¨¢s eurovisivas, efectivas y relativamente modernas que RTVE ha llevado jam¨¢s), Soraya y Edurne son los ¨²nicos dos casos de artistas consolidadas y conocidas de antemano por todo el p¨²blico que no han visto afectadas sus carreras tras sus fracasos en el certamen. Soraya con La Noche Es Para Mi qued¨® en el antepen¨²ltimo lugar de la clasificaci¨®n en 2009, y Edurne en 2015 acab¨® en el vigesimoprimer puesto de 27. Ah¨ª siguen en lo alto de la radiof¨®rmula espa?ola pese a todo.
Volviendo al titular, ?participar en Eurovisi¨®n realmente es una buena idea? Salvo en contadas ocasiones el p¨²blico castiga duramente a aquellos que terminan en la tabla baja de la clasificaci¨®n, y las represalias medi¨¢ticas se ceban todav¨ªa m¨¢s con aquellos artistas noveles que no tienen una carrera todav¨ªa encarrilada. Sin duda, hay que tener muchas agallas para representar a un pa¨ªs en un concurso como este en el que todo lo que acontece, tanto d¨ªas previos como en la gala final, se analiza con lupa.
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