La rubia los prefiere caballeros: c¨®mo Marilyn Monroe eleg¨ªa a los directores con los que quer¨ªa trabajar
O c¨®mo Marilyn Monroe se convirti¨® en la primera estrella de Hollywood en producir sus pel¨ªculas imponiendo un fuerte criterio a la hora de escoger sus proyectos
Enero de 1955. Marilyn Monroe funda la Marilyn Monroe Productions junto a su gran amigo Milton H. Greene, en un episodio decisivo de la historia de Hollywood. Hoy en d¨ªa es habitual que los astros de la pantalla impriman su r¨²brica en la producci¨®n de sus pel¨ªculas, sacando el mayor beneficio posible de sus codiciados nombres. Sin embargo, en el star system estadounidense de mediados de los cincuenta esto supon¨ªa un acto de rebeld¨ªa. Y m¨¢s a¨²n viniendo de la gran MM (cuando s¨®lo hacen falta dos letras para identificarte es que eres verdaderamente grande). La estrella m¨¢s brillante de la Fox estaba descontenta con el trato de su estudio y con los proyectos que escog¨ªan para ella. De su ¨²ltima pel¨ªcula, R¨ªo sin retorno, hab¨ªa dicho: ¡°Creo que merezco algo m¨¢s que una pel¨ªcula de cowboys de serie Z, donde la interpretaci¨®n queda eclipsada por el decorado¡±. Adem¨¢s, ese a?o estrenar¨ªa La tentaci¨®n vive arriba, summum del arquetipo de rubia tonta y sexy que le hab¨ªa llevado a la fama. ¡°No me opongo a hacer comedias y musicales, es m¨¢s, me encantan, pero tambi¨¦n quiero papeles dram¨¢ticos¡±, le dijo al c¨¦lebre Ed Murrow en una entrevista. Hab¨ªa nacido una nueva Marilyn. La Marilyn del Actor¡¯s Studio.
Libre y divorciada del celoso Joe DiMaggio, a quien siempre am¨® y con quien mantuvo una gran amistad, Marilyn estaba lista para reconducir su carrera. Ya hab¨ªa flirteado con el m¨¦todo Stanislavski unos a?os antes, cuando tuvo un affair con Elia Kazan, enfant terrible de Broadway, que llev¨® el Actor¡¯s Studio a Hollywood con Un tranv¨ªa llamado deseo. ¡°La tarde que Marilyn me anunci¨® su boda con DiMaggio se acost¨® conmigo¡±, lleg¨® a decir Kazan, que no necesitaba que le presionara el senador McCarthy para abrir la boca. Fue el propio Kazan quien le present¨® a Arthur Miller, no sin que antes Marilyn mantuviese un t¨®rrido romance con Marlon Brando, cabeza visible de la c¨¦lebre escuela de interpretaci¨®n. Naci¨® as¨ª la Marilyn intelectual, ambiciosa, tenaz y comprometida. La primera estrella que revel¨® abiertamente sus traumas y pecados, algo inconcebible en el sistema de estudios de Hollywood, en decadencia desde la irrupci¨®n de la televisi¨®n a comienzos de los a?os cincuenta. ¡°Ment¨ªa porque me avergonzaba que el mundo supiera que mi madre estaba en un psiqui¨¢trico¡ y que hab¨ªa nacido fuera del matrimonio, sin haber o¨ªdo la voz de mi padre. [¡] Me sorprendi¨® la manera en que las revistas trataron mis nuevas confesiones. Fueron muy amables y nadie se meti¨® conmigo¡±, lleg¨® a escribir en sus memorias. Cansada de la hipocres¨ªa de Hollywood (¡°Me gusta la gente importante, pero cuando est¨¢n haciendo cosas importantes¡ no s¨®lo acumulando reverencias de los invitados menos afamados¡±), visti¨® el jersey negro de cuello cisne t¨ªpicamente bohemio y decidi¨® tomar el control creativo de todos sus proyectos con la Marilyn Monroe, Inc. Haciendo gala de un divertido sentido del humor sentenci¨®: ¡°Soy la misma persona, pero llevo ropa diferente¡±.
La carcajada de la rueda de prensa dio paso a otra pregunta.
¡ª?Es cierto que envi¨® una lista de directores con los que aprueba trabajar?
¡ªPrefiero decir que tengo que dar el visto bueno, eso es cierto. Es muy importante para m¨ª.
Corr¨ªa el rumor de que la se?ora Miller (boda en 1956) hab¨ªa redactado una lista con los nombres de los directores con los que estaba dispuesta a trabajar. Una exhibici¨®n de poder que no se hab¨ªa visto en una estrella de Hollywood desde que Mary Pickford fundara la United Artist en 1919 junto a Charles Chaplin, D.W. Griffith y Douglas Fairbanks. En septiembre de 1961, se redacta un contrato para Marilyn en el que aparece la lista de directores, acabando as¨ª con elucubraciones. Un primer borrador de esta lista, escrito a mano por Monroe, se subast¨® en 2016 por m¨¢s de ocho mil d¨®lares. Pertenec¨ªa al patrimonio de Lee Strasberg, amo y se?or del Actor¡¯s Studio, quien le ayud¨® a elaborar la famosa lista en la que ¨¦l mismo aparec¨ªa. Nunca la dirigi¨® en Hollywood (ni a ella ni a nadie), sin embargo, forjaron una enorme amistad. La introdujo en su familia, le dio el hogar que nunca hab¨ªa tenido (y que tantos trataron de darle) y su mujer, Paula Strasberg, se convirti¨® en un requisito indiscutible en los rodajes de Marilyn. La se?ora Strasberg fue su confidente. Monroe lleg¨® a escribirle en una nota personal: ¡°Siento que nunca podr¨¦ actuar ni hacer nada [¡] Algo ha sucedido que me hace perder la confianza. No s¨¦ qu¨¦ es. ?Oh, Paula! Ojal¨¢ supiera por qu¨¦ estoy tan angustiada. Creo que estoy loca, como el resto de miembros de mi familia. ?Me alegro mucho de que est¨¦s aqu¨ª conmigo!¡±. MM necesitaba su aprobaci¨®n en cada escena, hasta el punto de convertirse en una presencia insoportable para los verdaderos directores. Como detalle para morbosos dir¨¦ que en esa misma subasta se adjudic¨® un bote de pastillas prescrito a Mrs. A. Miller por 8.125$, la nota manuscrita dirigida a Paula Strasberg super¨® los diez mil.
El criterio de selecci¨®n parece obvio al echar un breve vistazo a la lista: Billy Wilder, John Huston, Joe Mankiewicz, Elia Kazan, Vittorio DeSica, George Cukor, Willie Wyler, Alfred Hitchcock, David Lean¡ Es decir, calidad. Estaba claro que la rubia los prefer¨ªa caballeros. La lista nos permite so?ar con proyectos jam¨¢s realizados, pero tambi¨¦n analizar el car¨¢cter de la Monroe a trav¨¦s de sonadas ausencias, como Howard Hawks, que la dirigi¨® en dos comedias brillantes. Una de ellas, Los caballeros las prefieren rubias, siempre fue recordada con cari?o por la propia actriz. Muchos hab¨ªan trabajado con ella, s¨®lo Huston y Cukor repitieron. El primero le dio el mejor papel de su carrera (a nivel interpretativo) en The Misfits; el segundo se desesper¨® con el rodaje de la que podr¨ªa haber sido su ¨²ltima pel¨ªcula, Something¡¯s got to give, abandonando el proyecto (despu¨¦s de rodar el que hubiera sido el primer desnudo de una actriz americana cuando a¨²n imperaba el c¨®digo Hays).
Entre los directores que la dirigieron primaba la desesperaci¨®n. Por el contrario, Marilyn s¨®lo quer¨ªa hacer buenas pel¨ªculas, por eso escogi¨® a los mejores. Billy Wilder la dirigi¨® en dos ocasiones (antes de que impusiera su lista) y ¡°su doctor y su psiquiatra se pusieron de acuerdo en que era demasiado rico y viejo para pasar por eso otra vez¡±. Joe Mankiewicz le dio un peque?o papel en su colosal Eva al desnudo, de ella dir¨ªa en una entrevista: ¡°Marilyn ten¨ªa algo indefinible. No creo que supiera actuar, ni bailar, ni caminar y estoy seguro de que no sab¨ªa hablar, pero no hay nada mejor para convertirse en una estrella¡±. Eso que pas¨® a la historia como el ¡°ni canta, ni baila, pero no se la pierdan¡± con Lola Flores y una supuesta cr¨ªtica del New York Times naci¨® con Marilyn. Kazan nunca la dirigi¨®. Hitchcock tampoco. En 1972, cuando se lo preguntaron en una entrevista para el AFI (American Film Insitute), ¡°el enemigo de las rubias¡± explico por qu¨¦ dej¨® escapar a la rubia m¨¢s famosa de la historia: ¡°Llevaba el sexo colgado del cuello. Creo que es algo que debe ser descubierto. Es m¨¢s interesante descubrir el sexo en una mujer a que te lo echen encima, como hacen Marilyn Monroe y ese tipo de actrices¡ Para m¨ª es algo vulgar y obvio¡±.
En diciembre de 1961, Marilyn escribe desesperada una carta a su mentor y amigo. ¡°Para m¨ª, trabajo y Lee Strasberg son sin¨®nimos¡±, escribe amistosamente, antes de proponerle una empresa. MM hab¨ªa hablado con Brando para crear juntos una productora (¡°tambi¨¦n para hacer pel¨ªculas sin m¨ª¡±) y ped¨ªa, tambi¨¦n en nombre de su socio, el consejo y apoyo de Strasberg. ¡°Paula tendr¨ªa muchas oportunidades geniales para su labor de coaching. ?Y tambi¨¦n para ti, Lee, todav¨ªa tengo el sue?o de que me dirijas alg¨²n d¨ªa en una pel¨ªcula!¡±. La carta puede leerse como el canto de un cisne en su ¨²ltimo intento por sobrevivir. ¡°No s¨¦ con qu¨¦ m¨¢s persuadirte. Te necesito para estudiarlo y saber que no estoy sola en esto. [¡] Por favor, Lee, piensa esto cuidadosamente; esta es una ¨¦poca muy importante en mi vida y, desde que mencionaste por tel¨¦fono que t¨² tambi¨¦n sent¨ªas que las cosas estaban algo intranquilas, me he atrevido a tener esperanza¡±. Ocho meses despu¨¦s, Marilyn fallec¨ªa en su casa de Hollywood.
Se han escrito m¨¢s libros sobre Marilyn que sobre la Segunda Guerra Mundial. Esta frase no es m¨ªa, sino de Wilder. Es cierto que se ha hablado mucho sobre el gran mito de Hollywood, en todos los sentidos. Se han hecho pel¨ªculas malas y buenas. Ni siquiera sus maridos la comprendieron. Dougherty (su primer matrimonio) dijo conocer s¨®lo a Norma Jeane, una chica de diecis¨¦is a?os ¡°que cocinaba guisantes y zanahorias porque le quedaba bien el emplatado¡±. DiMaggio dej¨® todos los a?os una rosa en su tumba hasta su propia muerte. Miller se desesper¨® y volvi¨® a escribir, que era lo que mejor hac¨ªa. Fue un alma libre, profundamente triste (con breves interludios de felicidad), que sin propon¨¦rselo puso en jaque al f¨¦rreo sistema de estudios hollywoodiense. La Marilyn Monroe Productions produjo dos pel¨ªculas: Bus Stop, su director Josh Logan apareci¨® en la lista, claro, y El pr¨ªncipe y la corista, Marilyn escogi¨® a Laurence Olivier como director porque le admiraba, ¨¦l termin¨® despreci¨¢ndola.
MM continu¨® su contrato con la Fox. Sus exigencias (como la presencia de Paula Strasberg), sus retrasos en los rodajes, sus problemas con las pastillas y sus resfriados, jaquecas y abortos cr¨®nicos hicieron que poco a poco desapareciera de las listas que los directores conformaban a la hora de elaborar sus repartos. En la madrugada del 4 de agosto de 1962, Marilyn falleci¨® por una sobredosis de barbit¨²ricos. Billy Wilder lleg¨® a Par¨ªs por la ma?ana y se sorprendi¨® de la cantidad de periodistas que hab¨ªan acudido al aeropuerto de Orly para recibirlo.
¡ª?Cree usted que Hollywood ha matado a Marilyn? ¡ªinquirieron.
¡ªHollywood no ha matado a Marilyn, son las Marilyn Monroes las que est¨¢n matando a Hollywood.
El sard¨®nico director no sab¨ªa que la actriz acababa de morir (literalmente) y siempre record¨® indignado la trampa que le tendieron esos periodistas. No obstante, la an¨¦cdota ilustra bien el final de MM. La primera estrella en producir sus pel¨ªculas, la primera en rodar un desnudo, la primera en hablar con sinceridad de ella misma, la primera en bromear sobre el ¡°?qu¨¦ llevas puesto?¡±, la primera que nos viene a la mente al pensar en una actriz. La ¨²ltima estrella de Hollywood.
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