Cristina de Middel, presidenta de Magnum: ¡°Espa?a es de los pocos pa¨ªses de Europa que todav¨ªa piensa que los artistas son unos vagos¡±

El d¨ªa que hablamos con Cristina de Middel (Alicante, 49 a?os) todav¨ªa faltaba mucho para que se hiciese p¨²blico que la agencia que preside, la legendaria Magnum, iba a recibir el Premio Princesa de Asturias de las Artes. Ella acababa de regresar de un viaje a Jap¨®n para trabajar en la colaboraci¨®n que su organizaci¨®n mantiene con Uniqlo: all¨ª no solo visit¨® zonas del pa¨ªs que no conoc¨ªa, sino que adem¨¢s se encontr¨® con el Amancio Ortega nip¨®n, Tadashi Yanai, quien es un fan¨¢tico de Magnum pero especialmente de Elliott Erwitt. ¡°Le hizo un retrato y lo tiene puesto en su despacho porque dice que sale muy bien. Yo no lo he visto¡±, comenta con la natural jovialidad que define su car¨¢cter, mientras de fondo se escuchaban los estridentes sonidos de las obras que estaban teniendo lugar en su casa de Salvador de Bah¨ªa: ¡°Salvador es un lugar muy tur¨ªstico donde hay un imaginario visual muy marcado y una relaci¨®n con la imagen muy interesante. Esta casa es muy grande y estoy reform¨¢ndola poco a poco para montar un centro de fotograf¨ªa, una especie de fundaci¨®n donde tendr¨¦ un dep¨®sito y un archivo donde guardar las cosas sin que les salgan champi?ones [risas]. En el piso de arriba voy a hacer apartamentos para residencias art¨ªsticas que fortalezcan el v¨ªnculo de Salvador con Lagos y Nigeria que son dos lugares cultural y visualmente conectad¨ªsimos¡±.

Cristina de Middel, que lleva ya a?os viviendo en Brasil y es una viajera impenitente (adem¨¢s de pol¨ªglota: habla franc¨¦s, ingl¨¦s, portugu¨¦s y chapurrea italiano y catal¨¢n), empez¨® su carrera como fotoperiodista en diferentes medios espa?oles y organizaciones no gubernamentales pero la complicada relaci¨®n de la realidad con las im¨¢genes en tiempos de desinformaci¨®n y precaridad le produjo una profunda decepci¨®n, lo que la llev¨® a poner en marcha sus primeros proyectos art¨ªsticos, en los que cuestionaba la veracidad de la fotograf¨ªa como documento y jugaba con reconstrucciones de la realidad. En 2012 se ¡°invent¨®¡± un programa espacial en Zambia ¡ªprotagonizado por falsos astronautas¡ª titulado Afronautas, que signific¨® su primer gran ¨¦xito de cr¨ªtica. Despu¨¦s, adem¨¢s de muchas exposiciones, vendr¨ªan su particular adaptaci¨®n del libro rojo de Mao, resultado de su primer viaje a China y el falso diario de un ni?o nigeriano cuyo pueblo fue arrasado por la guerra.

Cuando en 2017 recibi¨® el Premio Nacional de Fotograf¨ªa, De Middel ya se hab¨ªa consagrado como un referente de la experimentaci¨®n documental en cuyos trabajos suele haber un poso ir¨®nico, sarc¨¢stico e incluso humor¨ªstico. Por eso cuando entr¨® como miembro en la muy solemne Magnum, algunos la recibieron con reservas: ¡°Abbas Attar, que es una leyenda del fotoperiodismo y ya ha fallecido, me llam¨® y me dijo: ¡®Te lo pregunto con todo el respeto Cristina, pero quiero saber c¨®mo vas a gestionar tu relaci¨®n con la realidad, que es la materia prima con la que trabajamos aqu¨ª, por que s¨¦ que t¨² haces ficci¨®n¡±. De Middel le explic¨® que de la misma forma que en los peri¨®dicos hay un espacio para la informaci¨®n y otra para la opini¨®n, su trabajo era de alguna forma, opinativo. Pero ella no niega que aquella pregunta le hizo reflexionar sobre su papel y su propia aproximaci¨®n al fotoperiodismo: ¡°En 2018 y 2019, hicimos un proyecto en la frontera con M¨¦xico. Y ah¨ª en esa convivencia con 16 fot¨®grafos en una casa en Tijuana y otra casa en San Diego me di cuenta de c¨®mo trabajan mucho de ellos y de lo importante que es su oficio. Magnum es una de las grandes cosas que me ha llevado a creer de nuevo en la visi¨®n que tiene la fotograf¨ªa documental. Y est¨¢ bien, yo lo reconozco, reivindico mi derecho a contradecirme¡±.

Cuando la nombraron presidenta de la agencia en 2022 la noticia la cogi¨® por sorpresa, como tambi¨¦n lo ha hecho el principal problema con el que tiene que lidiar ahora como m¨¢xima responsable de una instituci¨®n con casi un siglo de historia, donde no solo se salvaguarda el legado de los dos grandes que dieron su reputaci¨®n a la agencia, Robert Capa y Cartier Bresson, sino de todos los profesionales a¨²n en activo para los que la inteligencia artificial es una amenaza. As¨ª, Cristina de Middel se enfrenta a la pugna entre realidad y ficci¨®n, pero de una manera muy diferente: ¡°Hay que redefinir muchas cosas desde el punto de vista legal. A las nuevas aplicaciones les puedes pedir que te pongan una cebra en patinete al estilo Martin Parr o Steve McCurry y al fin y al cabo eso tambi¨¦n es propiedad intelectual¡±.

En su nueva posici¨®n, la fot¨®grafa sigue pugnando tambi¨¦n con su propia visi¨®n del mundo y su particular sentido del humor, que de alguna manera hicieron que algunos c¨ªrculos, particularmente en su propio pa¨ªs, tardaran tiempo en tom¨¢rsela en serio: ¡°Nac¨ª en Espa?a pero hasta los 11 a?os viv¨ª en Francia y de alguna manera estoy muy conectada con la cultura francesa lo que me ha dado ocasi¨®n de ver la actitud tan diferente que franceses y espa?oles tienen respecto a la cultura. La manera en la que los espa?oles defienden Espa?a y en la que los franceses hablan de Francia es muy diferente. Espa?a debe ser uno de los ¨²nicos pa¨ªses en Europa que todav¨ªa piensa que los artistas son unos vagos, que los museos son una p¨¦rdida de tiempo y la cultura es tirar el dinero. Ese es un pensamiento propio de un pa¨ªs que no est¨¢ orgulloso de ser quien es¡±.

Pero a pesar de que reconoce que si no hubiese estado viviendo en Londres cuando autoedit¨® Afronautas no se hubiese ¡°comido un col¨ªn¡±, siempre ha tenido un pie en su pa¨ªs, donde se le ha dado gran reconocimiento a pesar de que nunca ha usado los canales tradicionales para dar a conocer su obra. Aunque reconoce que la entrada de Magnum en la ecuaci¨®n supuso un cambio importante: ¡°Es una validaci¨®n objetiva que me abre puertas que de otra manera s¨¦ que no se abrir¨ªan¡±. A De Middel no se le escapa la brecha de g¨¦nero que ha podido haber en la evoluci¨®n de su carrera: ¡°Obviamente en los circuitos art¨ªsticos s¨ª hay una diferencia enorme entre hombres y mujeres y adem¨¢s est¨¢ comprobad¨ªsima. El nivel de la presencia de las mujeres en los museos, los precios medios de las obras de mujeres y el n¨²mero de exposiciones de mujeres son evidentes. Se est¨¢ mejorando much¨ªsimo. Pero cuando yo empec¨¦ me preguntaba c¨®mo era posible que una persona que ha tenido el mismo ¨¦xito que yo, de la misma manera que yo fuese un acontecimiento mientras lo m¨ªo pasaba tan desapercibido¡±.

La cuesti¨®n del g¨¦nero, sin embargo, ha tenido sus ventajas en Magnum: ¡°El mundo del fotoperiodismo es muy machista, pero tambi¨¦n precisamente porque tienen esa cortes¨ªa muy machirula pues a veces consigues ponerte en una posici¨®n mejor¡­¡±, explica entre risas. Porque el sentido del humor sigue siendo fundamental para ella. ¡°Ahora cuando escribo ya no soy yo vendiendo mis proyectitos con un email m¨ªo. Ahora represento a una instituci¨®n y soy consciente de lo que eso entra?a, pero aunque por supuesto quiero abordar todo con seridad y no llevar cada cosa al chiste, para m¨ª es muy importante que mi trabajo siga siendo l¨²dico, que no sea ligero, pero que siga siendo juguet¨®n. No me quiero convertir tampoco en una persona que va dictando c¨¢tedra o culpando a los dem¨¢s o situ¨¢ndose por encima de los dem¨¢s porque est¨¢ m¨¢s cerca del drama. Para m¨ª mantener el equilibro entre lo personal y lo institucional es una gran preocupaci¨®n¡±.

A De Middel le ha tocado ocupar el rol en un momento muy complejo: con una guerra en suelo europeo y Estados Unidos en un momento de crisis pol¨ªtica y social profunda. ¡°Por supuesto que c¨®mo se aborda el conflicto de Israel y Palestina es objeto de debate y se tiene mucho cuidado de ofrecer el punto de vista de las dos partes, pero la realidad es que nunca ha dejado de haber guerras. Otra cosa es que sean guerras que involucren a pa¨ªses que no salen en la prensa habitualmente¡±.

La artista y fot¨®grafa tiene claro su futuro. ¡°Yo creo que presidir Magnum es seguramente la cosa m¨¢s dif¨ªcil que he hecho, pero estoy aprendiendo much¨ªsimo. Ya no estoy hablando yo sola con mis cosas, con mis movidas, que si la fricci¨®n, que si no s¨¦ qu¨¦. Estoy ocup¨¢ndome de algo que es mucho m¨¢s grande que mi propia investigaci¨®n o obsesi¨®n individual. He tenido que aprender a hablar con esa responsabilidad encima y cre¨¦rmelo. Pero en cuanto haya cumplido mi misi¨®n, estoy muy feliz de volver a mi peque?a vida¡±. Ninguna sed de poder. ¡°Cuando cumpla mi mandato me vuelvo a mi cueva¡±.