¡°No quer¨ªa volver a actuar¡±: Keri Russell o c¨®mo ¡®Felicity¡¯ sigue siendo, a su pesar, una estrella 25 a?os despu¨¦s
El ¨¦xito de la serie ¡®Felicity¡¯ parec¨ªa destinarla a ser la nueva novia de Am¨¦rica, pero la californiana decidi¨® abandonar Hollywood y dejarlo todo. A pesar de su rechazo a la exposici¨®n medi¨¢tica, Russell ha vuelto a confirmar en ¡®La diplom¨¢tica¡¯ (Netflix) su capacidad para convertir en ic¨®nico cualquier papel que toca
Hace ahora 25 a?os, Keri Russell recog¨ªa el primer gran premio de su carrera. Eran los Globos de Oro de 1999 y el patio de butacas estallaba en un estruendo lleno de entusiasmo cuando la c¨¢mara enfoc¨® a la protagonista de Felicity, la serie del momento entre los j¨®venes de la ¨¦poca por su retrato de una reci¨¦n graduada que decid¨ªa mudarse a la otra punta del pa¨ªs para seguir a su flechazo del instituto. Acompa?ada por nominadas del peso de Gillian Anderson (Expediente X) o Juliana Margulies (Urgencias), nadie pensaba que Russell, con su ic¨®nica melena rizada y sin apenas maquillaje, de solo 22 a?os y que segu¨ªa siendo recordada por la mayor¨ªa por ser el amable rostro de un programa infantil ¡ªThe Mickey Mouse Club, cantera tambi¨¦n de Britney Spears o Ryan Gosling¡ª pudiera llev¨¢rselo. ¡°La cara del presentador, Michael J. Fox, cuando ley¨® su nombre, lo dec¨ªa todo. Fue un momento tan bonito como ins¨®lito: un verdadero shock en la gala de premios¡±, evocaba la revista Vulture. La estatuilla no solo era un hito para su prometedora carrera, tambi¨¦n cambi¨® el paradigma de este tipo de galas, abriendo la puerta a que otras actrices j¨®venes fueran reconocidas por su trabajo en ficciones que no eran emitidas en las grandes cadenas generalistas de Estados Unidos. Sarah Michelle Gellar (Buffy, cazavampiros), Jessica Alba (Dark Angel) o Jennifer Garner (Alias) se aprovecharon despu¨¦s de su rebufo. Siendo la protagonista de la que acabar¨ªa siendo considerada por la revista Time como una de las 100 mejores series de la historia de la televisi¨®n, el cielo era el l¨ªmite para una actriz que se alzaba como la pr¨®xima gran novia de Am¨¦rica. No fue as¨ª porque Keri se neg¨® a serlo.
Un cuarto de siglo despu¨¦s, Russell todav¨ªa no ha vuelto a recoger un gran premio interpretativo. A pesar de sus m¨²ltiples nominaciones en estos a?os, los escenarios de honor se le resisten a quien seguramente no necesite ning¨²n tipo de oropel para confirmar su estatus como una de las grandes actrices de este siglo. El p¨²blico y la cr¨ªtica parecen estar de su parte si atendemos, por ejemplo, a la recepci¨®n que ha tenido el estreno de la segunda temporada de La diplom¨¢tica, en la que da vida a la embajadora de Estados Unidos en Londres, afanada en gestionar tanto crisis mundiales como la que surge de su propia vida marital. Un drama pol¨ªtico considerado como una de las mejores series de 2024 por medios como The Guardian y que en su estreno en Netflix se col¨® entre lo m¨¢s visto en 87 pa¨ªses. Tal es el enganche de los espectadores por este thriller pol¨ªtico que acab¨® siendo noticia viral el enfado compartido de decenas de usuarios de redes sociales por la escasa duraci¨®n de esta nueva tanda de episodios, que consta de solo seis cap¨ªtulos.
Que Russell aceptara protagonizar la serie fue una sorpresa para la industria en general. Su pareja actual y padre de su tercer hijo ¡ªantes tuvo otros dos con el contratista Shane Deary, de quien se divorci¨® en 2013¡ª, el gal¨¦s Matthew Rhys, corrobora que es raro que su mujer se entusiasme por cualquier guion que llegue a sus manos. ¡°Ella es una persona muy t¨ªmida por naturaleza y exponerse de esa manera d¨ªa a d¨ªa le resulta agotador¡±, afirm¨® en Variety el actor con quien comparti¨® la aclamada The Americans, en la que daban vida a una pareja de esp¨ªas sovi¨¦ticos camuflados como un corriente matrimonio estadounidense en plena Guerra Fr¨ªa. ¡°Odio ser observada, para m¨ª es lo peor. La semana pasada tuve dos sesiones de fotos y tuve que tomarme una cerveza. Es mi pesadilla¡±, dec¨ªa la aludida, a?adiendo que ¡°nunca quiere trabajar¡±. Lejos del divismo de las estrellas de Hollywood, Russell se congratula de poder llevar a sus hijos al colegio cada d¨ªa en Manhattan y de ir en bicicleta al set de rodaje de La diplom¨¢tica. Decir que es una persona reservada para los est¨¢ndares de su industria es poco: ni tiene redes sociales ni se deja ver en eventos que no est¨¦n ligados a la promoci¨®n de su trabajo.
El rechazo a convertirse en un personaje p¨²blico estuvo a punto de acabar con su carrera. Cuando Felicity lleg¨® a su fin ¡ªtras el controvertido corte de pelo que llev¨® a los ejecutivos de la cadena a exigir por contrato conocer primero cualquier nuevo cambio est¨¦tico¡ª, Russell se march¨® de Hollywood para desaparecer de la escena medi¨¢tica. ¡°Quemada¡± tras cuatro a?os de jornadas de 18 horas de rodaje en la serie y de copar con sus fotos las carpetas de los adolescentes de medio mundo, alquil¨® un apartamento en Nueva York con la ¨²nica decoraci¨®n de un colch¨®n en el suelo y se alej¨® de cualquier cosa que tuviera que ver con su anterior vida durante dos a?os sab¨¢ticos. Se sent¨ªa ¡°cazada¡± por los fot¨®grafos que se escond¨ªan en los alrededores de su piso del West Village y acab¨® afectando a su salud mental: ¡°Me hizo retraerme y no querer estar entre multitudes¡±. ¡°No quer¨ªa volver a actuar nunca m¨¢s¡±, as¨ª que, decidi¨® recuperar su adolescencia perdida en los plat¨®s. ¡°Me comportaba como una cr¨ªa. Me pasaba los d¨ªas saliendo con mis amigos, iba a bailar hasta las dos de la ma?ana¡ Hac¨ªa las cosas que nunca hab¨ªa podido hacer. Y me salv¨® la vida¡±, sostuvo. No hab¨ªa parado de trabajar desde los 15 a?os, cuando debut¨® en The Mickey Mouse Club con los mencionados Gosling y Spears, adem¨¢s de Justin Timberlake o Christina Aguilera. Aunque sigue pregunt¨¢ndose por qu¨¦ la escogieron a ella ¡ª¡±era la ni?a menos talentosa de todos¡±¡ª, se congratula de haber salido de su etapa como ni?a Disney con ¡°la cordura y la dignidad¡± intactas. ¡°No todos sal¨ªan vivos de ah¨ª¡±, expone.
Finalmente, volvi¨® a los escenarios en 2004 con una obra de teatro de Neil LaBute (Fat Pig) y retom¨® una carrera en Hollywood que jam¨¢s cumplir¨ªa con las expectativas creadas a?os antes pese a participar en un taquillazo como Misi¨®n: Imposible 3 y acompa?ar a gigantes de la ¨¦poca como Kevin Costner (M¨¢s all¨¢ del odio) o Mel Gibson (Cuando ¨¦ramos soldados). No encontraba buenos papeles. Para entonces, todo lo que le ofrec¨ªan eran roles de ¡°chica buena embarazada¡±. ¡°Me toc¨® interpretar a un mont¨®n de madres agradables durante mucho tiempo. Durante mis 20 y mis 30 a?os, hab¨ªa algo en mi cara que gritaba ¡®chica buena embarazada¡±, recuerda. Hasta que lleg¨® The Americans y esa cara de chica buena fue clave para que incluso el p¨²blico m¨¢s patri¨®tico empatizara con una desalmada esp¨ªa rusa que amenazaba la seguridad nacional. Si ya es dif¨ªcil para un actor conseguir un personaje ic¨®nico en su carrera, Russell, pese a su alergia al trabajo, puede presumir de tener hasta tres de la ficci¨®n televisiva reciente.
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