?Se ha vuelto loco Hollywood con la ¡®hipermusculaci¨®n¡¯ de sus actores?
Zac Efron y Chris Pratt son dos de los referentes de la musculada generaci¨®n de actores que cambiaron el m¨¦todo Stanislavski por el m¨¦todo Crossfit.
La locura nos la confirma el mismo Google. Si tecleamos en el buscador nombres como Zac Efron, Chris Pratt o Chris Evans su funci¨®n predictiva a?ade de forma autom¨¢tica t¨¦rminos como ¡°antes¡± y ¡°cuerpo¡±. Cuando hist¨®ricamente acud¨ªamos a la peluquer¨ªa con una foto de cierto artista para replicar su peinado, ahora llegamos a la sala de pesas con una fotocopia de la tabla de ejercicios que puso a Thor como el dios vikingo que es. En el inminente remake de Los Vigilantes de la Playa el exhibicionismo es parte de la trama, con un Efron mostrando carne de t¨² a t¨² con Dwayne Johnson, el int¨¦rprete m¨¢s taquillero de Hollywood y pionero de la nueva tendencia de estrellas hipermusculadas. Solo que ellos no son vigentes leyendas del wrestling. El ¨¦xito del cine de superh¨¦roes tambi¨¦n ha contribuido a que sus protagonistas se vean obligados a practicar m¨¢s abdominadas que di¨¢logos, convirtiendo sus cuerpos en otro producto de marketing que vender, en el p¨®ster que todos los j¨®venes quieren tener en las paredes de su habitaci¨®n (y de la sala de pesas). ?Nos estamos pasando de la raya?
¡°Si llegara ahora mismo un apocalipsis zombi, seguro que ser¨ªa capaz de defenderme¡±. Viendo las fotos de sus ¨²ltimos rodajes y mientras que la guerra z termina por llegar, no nos extra?ar¨ªa que Zac Efron, otrora ¨ªdolo juvenil de la factor¨ªa Disney, pudiera postularse como nuevo miembro del reparto de The Walking Dead. Por six pack, que no sea. El actor presume en los ¨²ltimos tiempos de un f¨ªsico extremadamente definido y desarrollado, despertando tanto envidias como cr¨ªticas ¨C se ha calificado su cuerpo como de ¡°masculinidad desagradable¡±¨C en la prensa internacional. Los gimnasios son los nuevos plat¨®s y los entrenadores personales y nutricionistas se han convertido en miembros tan imprescindibles del s¨¦quito de un actor como los agentes. ¡°Es la epidemia de la d¨¦cada, las franquicias de superh¨¦roes lo han convertido en una carrera en la que los actores empujan sus cuerpos m¨¢s all¨¢ de sus proporciones naturales¡±, afirma E. Alex Young en Vulture. En el caso de Efron, con un reconocido historial de adicciones al alcohol y las drogas, su cambio parece responder a la necesidad de desintoxicaci¨®n de su antigua vida. Pero en la mayor parte de los casos, la industria pone el list¨®n.
Aaron Williamson, el entrenador personal m¨¢s demandado en Hollywood y responsable del cuerpo de Efron, responde a la pol¨¦mica. ¡°De ninguna manera estos actores est¨¢n demasiado musculados. Si nos centramos en Zac, est¨¢ en forma y su peso es consistente. Es su estilo de vida, su rutina. La gente se olvida de que cuanto m¨¢s en forma est¨¢s, mejor te sientes. Muchos actores deciden cambiar su f¨ªsico cuando tienen personajes de acci¨®n o alguna escena de desnudez. ?Por qu¨¦ no deber¨ªan querer verse lo mejor posible si el mundo entero va a estar mir¨¢ndote?¡±. Williamson, marine y veterano de la guerra de Irak, entrena a int¨¦rpretes de la talla de Dwayne Johnson, Josh Brolin y J.K. Simmons, el actor ganador de un Oscar por Whiplash que se someti¨® a una radical transformaci¨®n f¨ªsica. ¡°Los rodajes son brutales, llegando a las 14 y 16 horas diarias. Tengo el mayor de los respetos por chicos como Zac, Chris (Pratt) y Dwayne, que deciden ponerse a trabajar en vez de irse a descansar a casa despu¨¦s de un largo d¨ªa¡±, afirma a S Moda, y concluye: ¡°Dejemos algo claro. Solo porque tengas m¨²sculos o est¨¦s tonificado no significa que tomes esteroides. Estoy muy cansado de esa ignorancia. Se llama trabajo duro y dedicaci¨®n. Pero la mayor¨ªa de la gente no lo entiende porque nunca lo ha hecho. Es m¨¢s f¨¢cil desacreditarlo¡±.
A los James Bond de Sean Connery y Daniel Craig o los Superman de Christopher Reeve y Henry Cavill no solo los distancia el tiempo, tambi¨¦n la hipertrofia de sus int¨¦rpretes. Cary Grant, Al Pacino, Paul Newman o James Dean jam¨¢s se convirtieron en iconos del cine por contar con un estado de forma envidiable, su carisma arrebatador hac¨ªa el trabajo por ellos. El molde de estrella de Hollywood parece haberse serializado en este siglo para suplir tal carencia, con cat¨¢logos como el de ¡®los Chris¡¯ (Pratt, Evans, Hemsworth y Pine) que hasta bromean p¨²blicamente por las evidentes similitudes f¨ªsicas y filmogr¨¢ficas. La obsesi¨®n por el f¨ªsico ha terminado por condicionar los est¨¢ndares de belleza de la sociedad y por tanto a su mejor escaparate, la meca del cine. Los hombres objeto que, seg¨²n Loquillo, el mundo necesitaba, ya han llegado.
La que hace unas d¨¦cadas era considerada como un cualidad poco deseable para una estrella ¡®seria¡¯, solo reconocida en h¨¦roes de acci¨®n como los Stallone y Schwarzenegger de turno, es ahora todo un est¨¢ndar en la industria. No solo se quita la camiseta Mario Casas. Basta con echar un vistazo a la evoluci¨®n del Lobezno de Hugh Jackman, m¨¢s viejo pero mucho m¨¢s definido. En el a?o 2000, fecha de estreno de la primera pel¨ªcula de los X-Men, no parec¨ªa necesario que a este icono de la Marvel se le notara cada vena del cuerpo. Chris Pratt en Guardianes de la Galaxia, John Krasinski en 13 horas: Los soldados secretos de Bengasi y un Ryan Gosling que Emma Stone defin¨ªa como ¡°photoshopeado¡± en Crazy, Stupid, Love, ejemplifican que ni los int¨¦rpretes reconocidos en g¨¦neros como la comedia o el drama independiente escapan a tales exigencias.
La epidemia ha sido bien aprovechada por pel¨ªculas como el remake de Cazafantasmas, que ironiz¨® con el cambio de g¨¦nero en lo que a los estereotipos se refiere con Chris Hemsworth interpretando a un sexualizado y autopar¨®dico recepcionista. Esta querencia por el batido de prote¨ªnas choca de frente con la masculinidad subversiva liderada por h¨¦roes del streaming como Aziz Ansari (Master of None), Paul Rust (Love) o Rami Malek (Mr. Robot). Por supuesto que estrellas como George Clooney o Leonardo DiCaprio contin¨²an ajenos a la dictadura de las flexiones presumiendo m¨¢s de michelines que de tableta, pero si de las cinco pel¨ªculas m¨¢s vistas del a?o cuatro est¨¢n protagonizadas por amantes de las pesas, el exterminio de la plaga se intuye lejano.?Dec¨ªan que para ganar un Oscar lo mejor para un actor era afearse por exigencias del rol. Para triunfar en taquilla, cuanto m¨¢s cachas, mejor.
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