Almudena Cid: ?Cuando dej¨¦ la gimnasia lo primero que compr¨¦ fueron unos tacones?
Tanto entrenamiento le hizo odiar la ropa deportiva. Tras un duro aprendizaje sobre moda se confiesa adicta a las tendencias y a la minifalda.
La gimnasta Almudena Cid es la ¨²nica espa?ola que ha llegado a participar en cuatro Juegos Ol¨ªmpicos. Dice que empez¨® a disfrutar de la moda tras retirarse, despu¨¦s de una vida entera usando siempre ropa deportiva. Ahora est¨¢ entusiasmada con su ¨²ltimo proyecto: las pulseras Unadealmudena que dise?a ella misma.
?C¨®mo surgi¨® lo de las pulseras?
Por pura casualidad. Hice alguna para m¨ª, colgu¨¦ la foto en Twitter y mis seguidores empezaron a preguntar d¨®nde comprarlas. Ellos mismos las bautizaron escribiendo el hashtag #unadealmudena.
Por lo que veo, son un homenaje a la disciplina de la r¨ªtmica.
Efectivamente. La base consiste en una cinta rematada en un palo. Una tiene unas mazas, otra pelotas y aros, otra una puntera¡
?Tuvo que renovar el armario cuando dej¨® el deporte de alta competici¨®n?
?S¨ª! Porque engord¨¦ cuatro kilos.
Tampoco es mucho¡
Cierto, pero se me fueron todos a las caderas y al pecho, no me val¨ªa absolutamente nada. Tambi¨¦n empec¨¦ a ver en mi armario un tipo de ropa que antes casi nunca ten¨ªa ocasi¨®n de ponerme.
?Qu¨¦ fue lo primero que se compr¨®?
Unos zapatos de tac¨®n. Los stilettos me encantan, pero las gimnastas los tenemos prohibid¨ªsimos. As¨ª que ahora me doy el gustazo. Me gusta mucho c¨®mo me quedan.
?Sigue poni¨¦ndose ch¨¢ndal?
A veces, para estar en casa. Pero, eso s¨ª, no he vuelto a usar prendas ajustadas en la parte de arriba. Acab¨¦ harta de esos maillots estrech¨ªsimos. Ahora me pongo camisetas holgadas y jers¨¦is XL.
?Guarda ropa de su etapa como gimnasta?
Como me he mudado unas mil veces, he ido dejando todo por el camino, pero todav¨ªa conservo mis braguitas de la suerte.
Cu¨¦nteme c¨®mo funcionaban.
Cuando empec¨¦ en la r¨ªtmica, a las chicas nos pesaban los lunes, y ten¨ªamos pavor a haber engordado tras un fin de semana sin entrenar y sin hacer ning¨²n r¨¦gimen. Y yo me pon¨ªa esas braguitas porque estaba convencida de que iban a ayudarme en la b¨¢scula.
Suena duro¡
Lo era, pero, por fortuna, esos controles ya no se hacen. Eso s¨ª, las braguitas las tengo guardadas y las miro a veces. ?Son diminutas!
Usted introdujo cambios en la forma de vestir de las gimnastas. La recuerdo con mallas de colores y con lazos.
Cuando yo empec¨¦, las chicas sol¨ªan ir a los entrenamientos siempre vestidas de negro. Pero yo me negaba. Quer¨ªa ponerme otras cosas distintas, utilizar colores suaves, jugar un poco. Mi vida era ¨²nicamente entrenar y usaba solo ropa de deporte, as¨ª que quer¨ªa que al menos fuese bonita.
Cuando lo dej¨®, ?le cost¨® encontrar su estilo?
Siempre ped¨ªa consejo, porque estaba totalmente fuera de ese mundo. Y comet¨ª algunos errores. He ido aprendiendo.
Nunca se pondr¨ªa¡
No s¨¦, no volver¨ªa a ponerme un maillot. Y, si uso peep toes, tengo que tener cuidado de ense?ar solo el dedo gordo, porque los otros los tengo muy deformados de tantos a?os de entrenamiento.
Le queda bien¡
Vestidos sencillos, rectos, que no marquen nada. Y faldas por encima de la rodilla. Despu¨¦s de hacer tanto deporte, tengo las piernas bonitas y quiero ense?arlas, mientras pueda.
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