Amy Schumer: ?Con todas mis carnes siento las miradas de los hombres?

No es f¨¢cil imaginarse a Amy Schumer, a la edad de cinco a?os, pronunciando el tipo de burradas que hoy suelta con humor en sus mon¨®logos, en la comedia televisiva que lleva su nombre o en su nueva pel¨ªcula, Y de repente t¨², que tambi¨¦n ha escrito (la cinta, dirigida por Judd Apatow, se estrena el d¨ªa 14). Tampoco resulta complicado ver en ella a la ni?a angelical que asegura haber sido, la que le cantaba Let me Entertain You, de Gypsy, a su padre, v¨ªctima de la esclerosis m¨²ltiple. Ah¨ª comenz¨® este terremoto que ha sacudido Hollywood. Fue en aquel instante cuando decidi¨® ser actriz. Y desde entonces no ha parado, aunque muchos la hayan descubierto ahora.

Hay quien dice que se trata del ¨²ltimo descubrimiento de Apatow, el rey de la comedia que dio al mundo L¨ªo embarazoso o Virgen a los 40. Parece que no fue el realizador tantas veces acusado de misoginia quien encontr¨® a su musa, sino m¨¢s bien al rev¨¦s: Schumer lo busc¨® a ¨¦l y quiz¨¢ le ha devuelto as¨ª su carrera.

Jud¨ªa, neoyorquina y sin pelos en la lengua, debut¨® haciendo de chico de coro en el musical Newsies y continu¨® su carrera sac¨¢ndole humor a la interpretaci¨®n de una mujer diagnosticada con c¨¢ncer de mama en la comedia Off-Broadway Keeping Abreast. No consigui¨® el papel de Shoshanna en la serie Girls, aunque su imponente presencia ¨Ccon alg¨²n kilo m¨¢s de lo normal para los est¨¢ndares de la industria¨C se hizo un hueco al lado de Larry David, en la serie que lleva su nombre, o junto a Tina Fey en Rockefeller Plaza. Pero Amy siempre quiso contar su propia historia. O llevarse al huerto a los personajes de La guerra de las galaxias, con los que ha posado en posiciones bastante atrevidas para una revista, provocando una enorme pol¨¦mica. Y es que con Schumer la comedia no tiene l¨ªmites.

Protagoniza junto a Bill Hader Y de repente t¨², comedia de la que tambi¨¦n es guionista.

Universal Pictures

?Es posible re¨ªrse demasiado? Hay muchos fans de La guerra de las galaxias en este planeta y parece que unos cuantos se han molestado por esos posados.

Si estamos hablando de ofender al p¨²blico, no hay de qu¨¦ preocuparse. No pienso disculparme por lo que hago. Si a ti no te gusta, ya le gustar¨¢ a otro. ?Menos mal! S¨¦ encontrar a mi p¨²blico, como hice en mis mon¨®logos. Tampoco creo que sea tan ofensiva. Y de repente t¨² la escrib¨ª hace dos a?os bas¨¢ndome en experiencias que me hab¨ªan marcado. Cuando la rodamos, hab¨ªa transcurrido tiempo suficiente como para poder sopesar la situaci¨®n sin pasarme.

?Alguna vez ha visto a otros excederse?

Como int¨¦rprete, le¨ª Un actor se prepara, de Stanislavski, y todo ese cap¨ªtulo sobre una estudiante que acababa de tener un aborto y lo revive en la clase de actuaci¨®n me pareci¨® demasiado.

Su comentario sobre su facilidad para obtener ligues ahora que supera los 70 kilos de peso ha generado muchos titulares.

Mi expresi¨®n fue, exactamente, ?cazar penes?. Y lo dije porque vi c¨¢maras alrededor y pens¨¦ que ser¨ªa una declaraci¨®n que llamar¨ªa la atenci¨®n. A la ma?ana siguiente, me despert¨¦ con m¨¢s de dos millones de reproducciones en YouTube.

?Y es cierto? Porque va en contra de todas las normas de un Hollywood enamorado de las m¨¢s delgadas.

La verdad es que no s¨¦ cu¨¢nto peso, pero calculo que m¨¢s de 70 kilos. Lo dije porque con todas mis carnes noto la energ¨ªa sexual que se crea cuando entro en una habitaci¨®n, siento las miradas de los hombres. Puedo acostarme con ellos. No necesito ser quien no soy. Una puede sentirse c¨®moda con su cuerpo y copular. Saber que es bella, sana y deseable. Me parece que he asustado a alg¨²n hombre que otro con mis palabras y me he ganado la admiraci¨®n de unas cuantas mujeres siempre nerviosas por no estar lo suficientemente delgadas.

Ya son muchas quienes la consideran la nueva l¨ªder feminista.

Y es un t¨ªtulo del que me sentir¨ªa orgullosa si supiera lo que significa. No era mi intenci¨®n, y me sorprende el calificativo, pero las feministas pueden sentirse en buenas manos. Al fin y al cabo, mis hero¨ªnas siempre han sido personas como la periodista Gloria Steinem, Ellen DeGeneres o Whoopi Goldberg. Tambi¨¦n Julia Louis-Dreyfus, Tina Fey o Patricia Arquette. Me gusta rodearme de mujeres poderosas.

El apasionado beso que le dio a su colega Tina Fey en la ceremonia de los Premios Peabody, en mayo, dio mucho que hablar.

Getty Images

?Como Hillary Clinton? ?Qui¨¦n¡­?

?Te estoy tomando el pelo! Tiene todo mi apoyo. Un primo de mi padre es senador estadounidense del Partido Dem¨®crata y ha trabajado mucho con ella. Y el otro d¨ªa asegur¨® en una entrevista que nuestro show era de gran ayuda para el feminismo, as¨ª que puede contar conmigo.

?Utiliza el sexo como un arma para vender? ?Hay algo debajo de esta provocaci¨®n?

No te quepa la menor duda de que existe mucho de marketing. Pero tambi¨¦n hay m¨¢s. Te recuerdo que mi serie se titula Inside Amy Schumer [Dentro de Amy Schumer] por algo. Hablo de sexo porque es lo m¨¢s interesante, porque es lo que m¨¢s nos gusta, aunque si lo analizas ver¨¢s que el contenido sexual no pasa del 30% del programa. La sociedad no est¨¢ acostumbrada a escuchar algo as¨ª de labios de una mujer. Louie C. K., Dave Attell o Jim Norton, mis humoristas favoritos, hablan mucho m¨¢s de sexo que yo. Suelo bromear con que un tipo puede ense?ar los genitales en el escenario y la gente dir¨¢ que es un pensador. Algo que no sucede con las mujeres. Nunca me he tirado a ninguno de mis espectadores, mientras mis compa?eros nadan en un mar de conejitos. As¨ª que no solo hago esto para epatar, sino para recordar que todos somos iguales. Y porque no existe nada m¨¢s divertido que verte en un embrollo sexual y cont¨¢rselo a tus amigas hasta que acabas llorando de la risa.

Dicen que las mujeres no pueden ser graciosas.

Eso es como decir que los jud¨ªos olemos a zumo de naranja. Hay grandes c¨®micas femeninas. Carol Burnett en I Love Lucy; Penny Marshall y Cindy Williams en Laverne y Shirley, Goldie Hawn¡­ Es un comentario tan insultante que no quiero ni hablar de ¨¦l.

Son muchos los que piensan que Amy Schumer es el descubrimiento del a?o, la flor del verano. Sin embargo, su biograf¨ªa dibuja a una ni?a que decidi¨® ser actriz cuando solo ten¨ªa cinco a?os.

No lo puedo negar, siempre he sido graciosa. Nac¨ª as¨ª.

Y tampoco tiene abuela, eso est¨¢ claro.

?Por supuesto! Tengo un morro que me lo piso. Crec¨ª en un hogar complicado, que vivi¨® a?os muy duros como consecuencia de la enfermedad de mi padre, por lo que el humor siempre fue mi mecanismo de defensa. Y aqu¨ª estoy. Esta pel¨ªcula no ha sido m¨¢s que un ejercicio autobiogr¨¢fico con el que he aprendido mucho sobre m¨ª misma.

Cordon Press

?C¨®mo ha cambiado su vida el tema de la fama?

Me da pesadillas. Es una pasada y resulta muy dif¨ªcil mantener los pies en la tierra. Menos mal que tengo a mi familia conmigo y que mis mejores amigos son c¨®micos que pasan de m¨ª. En cuanto entro en los clubes de la comedia neoyorquinos, en el que trabajo o en otros, me reciben todos entre abucheos para que no se me suba el pavo. Me gusta su honestidad en medio de tanta mierda.

Al menos disfrutar¨¢ de eso que viene con la popularidad: las invitaciones, la moda¡­

Como dicen siempre, en Hollywood no hay comida gratis. Todo cuesta. Hasta ahora no he recibido m¨¢s que alg¨²n que otro aperitivo de regalo en los restaurantes m¨¢s cutres. En cuanto a la moda, mi hermana me ha hecho el vestido que llevo. En serio. El dinero que llega con esto de la fama es rid¨ªculo. Lo que prefiero, de todo, es que puedo viajar en primera clase e invitar a mis hermanos a volar conmigo. Pero me sigue gustando la ropa de estar en casa, no soy de las que llevan joyas o bolsos de marca y tengo un apartamento de un dormitorio en un edificio sin portero. Vale, por lo menos ya es m¨ªo. Lo primero que poseo en propiedad desde mi bicicleta. Y sigo sin haberme comprado un coche.

Ahora que la industria le ha abierto las puertas, ?cu¨¢les son sus planes? ?Dirigir? ?Pasarse al drama? ?Hay un plan B?

Nunca existi¨® un plan A, as¨ª que no puede haber uno B. Tampoco estoy yo tan segura de que en Hollywood me hayan abierto las puertas. He llegado a perder papeles de comedia frente a Olivia Wilde y Jessica Biel. Yo soy una monologuista de por vida. No lo veo con desprecio una vez que he pasado por la televisi¨®n y por el cine. Adoro mi club, amo la serie que hago y me encanta trabajar en pel¨ªculas. Soy una optimista. ?Pero si era feliz hasta de camarera! Me alegro de haber podido dejar ese trabajo, pero todo lo que he hecho supera con creces mis expectativas.

Sin embargo, vuelve una y otra vez a su club de la comedia, en Nueva York.

En el Comedy Cellar mi nombre ya no figura en los carteles, suelo aparecer de vez en cuando por sorpresa y el p¨²blico se vuelve loco. Siempre les digo lo mismo: ?Llevo m¨¢s de 11 a?os en este agujero, ?d¨®nde os hab¨ªais metido hasta ahora??. Mi sue?o nunca fue triunfar, sino trabajar como actriz. Escribiendo, dirigiendo, interpretando. Comedia o drama. No le hago ascos a nada. Porque, para qu¨¦ enga?arnos, tambi¨¦n disfrutar¨ªa haciendo de Goneril en el Rey Lear o de Sandy en La plenitud de la se?orita Brody. Vamos, que me gustar¨ªa hacer de mala alguna vez.