Berto Romero: ¡°Es inevitable que la gilipollez de la fama te asalte durante un tiempo¡±
El humorista cree que re¨ªr debe ayudar a humanizar y a lidiar con el dolor. La realidad le ?amargar¨ªa?. Estrena pel¨ªcula y serie.
En 1991, mientras Barcelona viv¨ªa sumida en los preparativos de los fastos ol¨ªmpicos, a setenta kil¨®metros, en Cardona, localidad de gran tradici¨®n art¨ªstica, cuatro amigos fundaban una banda de rock que girar¨ªa por bares tocando versiones con m¨¢s voluntad que talento. Entre sus componentes estaba Alberto Romero Tom¨¢s, hijo de un trabajador de la mina y de una costurera y ama de casa, los primeros de sus respectivos linajes en gozar de estudios y de tiempo de ocio que invertir en cultura. Berto no tard¨® en darse cuenta que se le daba mejor presentar con chispa las canciones que tocarlas y los interludios fueron comi¨¦ndose a la interpretaci¨®n. Su don para el mon¨®logo humor¨ªstico surgi¨® casi sin quererlo y en su primer d¨²o art¨ªstico, junto a su primo Paco Hern¨¢ndez, palabra y m¨²sica gozaban ya del justo equilibrio que sigue imperando en los espect¨¢culos que ofrece por toda la geograf¨ªa espa?ola.
Casi tres d¨¦cadas m¨¢s tarde, aquel amateur con labia que meti¨® una traca dentro de una olla en su primera funci¨®n es uno de los c¨®micos m¨¢s queridos y admirados del pa¨ªs. Su vis c¨®mica, donde convergen el ingenio y frescura, la rapidez mental y la naturalidad, se esparce sin descanso por teatros, estudios de radio y plat¨®s de televisi¨®n y cine.
Reci¨¦n cumplidos los 44, el humorista a una nariz y a unas gafas negras de pasta pegado atraviesa un momento profesional de euforia desatada, encadenando proyectos cinematogr¨¢ficos -siendo el m¨¢s reciente su participaci¨®n en la pel¨ªcula coral Tiempo despu¨¦s de Jos¨¦ Luis Cuerda- y enfilando el estreno de la segunda temporada de la exitosa serie de creaci¨®n propia Mira lo que has hecho (Movistar+). Pero los ¨²ltimos cuatro a?os tambi¨¦n han supuesto un torbellino de emociones enfrentadas, a ra¨ªz del nacimiento de sus mellizos y el fallecimiento de sus progenitores. Los grandes proyectos, el ¡°ocupar el espacio en la trinchera de mis padres¡±, seg¨²n sus propias palabras, y la responsabilidad desmedida de sumar tres hijos han coincidido en un estrecho margen de tiempo. El trabajo, que en su caso -y poni¨¦ndonos un poco floridos, a imagen del barbero-poeta que interpreta en Tiempo despu¨¦s¨C es moldear lo que le rodea con la arcilla del humor, contribuy¨® decisivamente a ahuyentar el p¨¢nico. ¡°Disfruto regulando la realidad, exorcizando el dolor y los problemas a trav¨¦s de la ficci¨®n. No hay casi nada de m¨ª en los personajes que interpreto, pero de alg¨²n modo me retratan, me ayudan a expresar sentimientos. Parto de algo que a simple vista se antoja muy af¨ªn a m¨ª aunque detr¨¢s hay un gran enga?o. Mis padres lo pillaron de inmediato cuando empezaron a venir a mis espect¨¢culos. Arrancaba contando algo sobre ellos que era cierto para luego irme por donde quer¨ªa. El proceso creativo me resulta por sistema doloroso y est¨¢ plagado de inseguridades pero al final siempre me hace bien, y creo que lo mismo les ocurre a muchos espectadores¡±.
Romero justifica su alejamiento de la espinosa actualidad aduciendo que ¡°no me siento c¨®modo con la realidad, me afecta mucho su mezquindad y su miseria, desde ni?o he mostrado un temperamento evasivo, refugi¨¢ndome en los c¨®mics, libros y pel¨ªculas. Me amargar¨ªa si me dejara llevar por lo que sale en los noticiarios. Hallo un efecto sanador en mi trabajo. Me aterra la idea de acabar incurriendo en un humor ¨¢cido y sard¨®nico, el cual provoque que se me agrie el car¨¢cter. Seguramente esto sea producto del miedo y acabe inclin¨¢ndome por la opci¨®n cobarde, por buscar un humor inclusivo en vez de luchar por cambiar las cosas. Pero as¨ª soy yo, no tengo remedio¡±.
Por or¨ªgenes familiares y art¨ªsticos, la humildad y el esfuerzo conforman el ADN de un showman, guionista y actor que gusta recodar que sus padres le insist¨ªan tanto en la importancia de la honestidad como de comprarse s¨®lo aquello que pod¨ªa abonar al momento. Ir de cara y no solicitar cr¨¦ditos son dos br¨²julas vitales. ¡°Acostumbro a llevarme a mis hijos al teatro en el que voy a actuar para que sean conscientes de todo el trabajo que supone montar un espect¨¢culo, que vean la dedicaci¨®n de muchas personas que hay detr¨¢s de una funci¨®n. Busco que aprendan que la fama, los selfies y los likes que rodean a su padre son consecuencia de algo y no un fin¡±. Sus tres hijos est¨¢n en el colegio en esta lluviosa ma?ana de lunes pero su huella es omnipresente en los dibujos y juguetes que alfombran su domicilio barcelon¨¦s. Hoy en d¨ªa no hay mon¨®logo de Berto Romero en que no surja el tema de la paternidad, omnipresente tambi¨¦n en la serie televisiva Mira lo que has hecho. Como para cualquiera, la llegada de la misma fue un Big Bang, s¨®lo que, en su caso, multiplicado por tres. ¡°Mis hijos lo cambiaron todo. Para empezar pusieron en primer plano muchas emociones y sentimientos. Implic¨® hacerse mayor de golpe, tener que cuidar a alguien que se te puede morir, buf, no traspasarle tus problemas, buf¡ Luego alteraron por completo mi forma de trabajar. Antes pod¨ªa estar una semana sin que me visitaran las musas y ahora debo aprovechar al m¨¢ximo un hueco de media hora. Me han obligado a economizar energ¨ªa y a buscar reductos zen¡±.
Hablando de reductos zen, en una luminosa estancia de la casa, la esposa del humorista, Marta, ultima los preparativos de una exposici¨®n de cuadros. Su pareja estable desde hace muchos a?os, ha sido decisiva para que la fama ¡°no me haya convertido en un idiota. Es mi principal toma de tierra. Tengo suerte de que pasa bastante de este mundillo. A veces abro la puerta de casa y me apresuro a contarle una novedad profesional excitante. Me presta atenci¨®n un momento pero enseguida me dice ¡®Bien, bien, pero ponte ya a hacer la cena¡¯¡±. Aunque la celebridad le cogi¨® con 35 a?os, f¨¦rreamente ennoviado y a las puertas de debutar en la paternidad, procesarla y gestionarla fue al principio una tarea ardua. ¡°Todo el mundo debe entender que es inevitable que la gilipollez te asalte durante un tiempo. De golpe recibes mucha atenci¨®n y elogios por lo que es humano cre¨¦rselo un rato. Pero uno pasa de la ilusi¨®n al terror en nada, es una sensaci¨®n muy inc¨®moda que te mire todo el mundo y, yendo con los ni?os, te entra la paranoia. Con todo, procuro ser cercano. Lo que resulta terrible es que te juzgan de antemano. La gente se acerca para dar con las pruebas que reafirmen su intuici¨®n de que eres un cretino, en vez de hacerlo al modo de un libro abierto, en plan a ver con qui¨¦n me voy a encontrar. Y necesitan muy poco para confirmar sus prejuicios. La fama acarrea una presi¨®n a?adida y agotadora pero no voy a quejarme, volver¨ªa a pasar por todo, he tenido el privilegio de conocer a gente fant¨¢stica y participar en proyectos maravillosos¡±.
En las ¨²ltimas semanas, su materia prima, el humor, se ha revelado tristemente material inflamable. A ra¨ªz de la pol¨¦mica destapada por el uso que Dani Mateo hizo de una bandera espa?ola como pa?uelo, comenta que: ¡°Creo que hay una hipersensibilidad y tendencia a la inflamaci¨®n. Que se debata sobre los l¨ªmites del humor, no me molesta, al contrario, me parece ¨²til y necesario. Hace cinco a?os, por ejemplo, incurr¨ªamos en chistes y puntos de vista machistas que eran intolerables. Aqu¨ª todos hemos venido a aprender y la sociedad evoluciona.?Bienvenidos, pues, los cambios sobre la percepci¨®n de la mujer o el maltrato a los animales. Ahora bien, instrumentalizar un debate para servir a intereses pol¨ªtico-nacionalistas, utilizar el humor para encender mechas y perseguir a gente, por favor¡.¡±.
Con un mill¨®n de seguidores en Twitter, el c¨®mico asegura, al hilo de lo anterior, que se acerca a las redes sociales en general ¡°como a una serpiente con un palo. Son paquetes bomba, lugares de escrutinio exhaustivo desde todos los puntos de vista. Resulta facil¨ªsimo encontrarse atrapado en una bola de nieve sin culpa alguna. Me pienso mucho lo que cuelgo y eso que las concibo, sobre todo, como una plataforma profesional. De forma creciente consumimos opini¨®n en vez de informaci¨®n, titulares sint¨¦ticos y descontextualizados, y nos lanzamos a los perros. Conf¨ªo en que las pr¨®ximas generaciones sabr¨¢n relativizar un poco las redes sociales, que no les afecte tanto, entender que no son el mundo real¡±.
Hay dos asuntos sobre los que Berto Romero prefiere no remover las aguas. Uno es el feminismo ya que ¡°parece f¨¢cil dar la impresi¨®n de que te est¨¢s colgando medallas. Tener una hija no me ha hecho m¨¢s sensible al tema. Yo a mis hijos les transmito la misma idea que mis padres me inculcaron a m¨ª: el respeto hacia las personas con independencia de su g¨¦nero¡±. El otro es analizar qu¨¦ es el humor, sobre todo el que practica. ¡°Veo el sentido del humor como una de las cosas que nos hace espec¨ªficamente humanos, es casi un error del sistema que en gran medida nos ayuda a entender lo que nos rodea y a lidiar con el dolor. Dicho esto, procuro racionalizar el humor y la comedia lo menos posible. Creo que encierran un componente m¨¢gico que es mejor no pasar por el intelecto, por el riesgo de que pierdan frescura. Cada vez trabajo de forma m¨¢s intuitiva, abierto a la capacidad de sorpresa, intentando ser un poco ni?o. Quiz¨¢ choque, pero no soy un gran consumidor de comedia. En parte porque no quiero imitar, ni lo bueno ni lo malo de otros. Mis referentes siempre los pillo a posteriori. Algunos han calificado lo m¨ªo de ?humor inteligente? y yo he pensado ¡®no, no, no, qu¨¦ va, si lo que me va es el absurdo y lo escatol¨®gico¡¯. Existe una obsesi¨®n por etiquetarlo todo con la que no comulgo en absoluto¡±.
Si hay algo que escapa a cualquier intento de clasificaci¨®n es Tiempo despu¨¦s, un desparrame sat¨ªrico-futurista que en el fondo radiograf¨ªa buena parte de las penas de la Espa?a actual. Afectado por un encuentro fortuito con Cuerda, en el que el creador de Amanece que no es poco le confes¨® que nadie quer¨ªa producirle, Romero form¨® parte del c¨ªrculo que luch¨® por levantar un proyecto que califica de ¡°una obra de amor a su director hecha con la energ¨ªa del agradecimiento. Deber¨ªamos cuidar a nuestros cineastas m¨¢s veteranos. Ahora que las plataformas televisivas est¨¢n m¨¢s abiertas al riesgo proceder¨ªa que confiaran en mentes tan libres como la de Cuerda. Fij¨¦monos en Hollywood: Martin Scorsese, David Lynch o George Miller han filmado algunas de las pel¨ªculas o series m¨¢s atrevidas de los ¨²ltimos a?os¡±.
Cae con fuerza la lluvia al terminar la entrevista y el humorista se presta a acercar en coche al periodista a su casa. Ante su negativa, le regala un paraguas. ¡°Es lo menos que puedo hacer¡±.
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