De Bush a Hillary: ?Por qu¨¦ Britney Spears cambia de bando pol¨ªtico?
La princesa del pop apoya t¨ªmidamente a Clinton, dejando atr¨¢s un pasado republicano. Analizamos las causas.
Hace algunas semanas, la cantante Britney Spears pon¨ªa en alerta a la prensa internacional despu¨¦s de colgar unas fotos en las redes sociales en las que posaba junto a la candidata dem¨®crata Hillary Clinton, que en estos momentos se encuentra en plena campa?a presidencial para las primarias de 2016. Ante esta inesperada reuni¨®n, los medios de comunicaci¨®n pon¨ªan toda su atenci¨®n en el propio encuentro, e incluso en una supuesta cirug¨ªa facial a la que Spears se habr¨ªa sometido, pero nadie se?al¨® el cambio de cara (pol¨ªtica) que la cantante estaba llevando a cabo. La cita con la anteriormente secretaria de Estado tuvo lugar en Las Vegas, donde Spears se encontraba para ofrecer un concierto que forma parte de Piece of Me, el show residente de la diva en la ciudad de los casinos, y que ha propiciado que esta fije su domicilio habitual en el estado de Nevada.
La cantante no solo se muestra claramente encantada en las tres instant¨¢neas en las que comparte foco con la pol¨ªtica (en la tercera, no solo con ella; tambi¨¦n con su marido, Bill, y parte del equipo) sino que adem¨¢s subray¨® su alegr¨ªa con una nota cargada de halagos, que acompa?a a una de las im¨¢genes con Clinton: ????Es toda una inspiraci¨®n y una hermosa voz para todas las mujeres del mundo!!! Esta mujer tiene una gran presencia. Me siento muy orgullosa de haberla conocido?. A su t¨¦rmino, la cantante incluy¨® el hasthtag oficial de la campa?a de la pol¨ªtica, #ImWithHer, que m¨¢s tarde ella o alguien de su equipo se encargaron de eliminar. Si Spears se fotograf¨ªa junto a la que podr¨ªa convertirse en la primera mujer presidenta de los Estados Unidos, y lo muestra con orgullo a trav¨¦s de sus cuentas personales, ?por qu¨¦ deber¨ªa mantenerse cauta a la hora de mostrar su apoyo hacia esta candidatura?
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Pero, antes de mostrarse p¨²blicamente encantada (aunque con algunas reservas) junto a Clinton, Spears ¡ªuna chica nacida en McComb (Mississippi), un estado dominado desde el comienzo de la d¨¦cada de los 90 por el Partido Republicano¡ª era una de aquellos cientos de millones de estadounidenses que cre¨ªan firmemente en las pol¨ªticas de George W. Bush. A todas aquellas que suspir¨¢bamos por la cantante durante nuestra pre-adolescencia se nos qued¨® grabada a fuego aquella entrevista que Spears concedi¨® en el a?o 2003 al periodista de la CNN, Tucker Carlson, en la que la estrella del pop hablaba sin tapujos sobre lo que pensaba del entonces presidente de Estados Unidos: ?Sinceramente, creo que deber¨ªamos confiar en nuestro presidente en cada decisi¨®n que ¨¦l tome, apoyarlo, y ser leal a eso. Conf¨ªo en ¨¦l?. En aquel momento, Bush estaba a punto de invadir Irak y sus pol¨ªticas cada vez resultaban m¨¢s extremas.
Sin embargo, casi nadie pens¨® que aquella reacci¨®n a las incisivas preguntas de Carlson fuese algo extra?o. El discurso de Spears encajaba a la perfecci¨®n con la idea de ¡®vecinita¡¯ estadounidense, concretamente, del sur, en donde la religi¨®n y las armas campan a sus anchas. Precisamente, su estado natal, Mississippi, forma parte de lo que en Estados Unidos se conoce como ¡®Bible Belt¡¯: este ¡®cintur¨®n de la biblia¡¯ lo conforman aquellos territorios del sudeste del pa¨ªs en los que el cristianismo evang¨¦lico cobra una importancia vital en la vida de sus habitantes. Y nosotras, de peque?as, reafirm¨¢bamos sin pudor este mensaje, del que se impregnaban sus primeros discos, con letras que aun hoy nos hacen enrojecer: ?Yo nac¨ª para hacerte feliz? o ?Sin ti me siento muy peque?a. Creo que te necesito, cari?o?.
Contrariamente a lo que podr¨ªa parecer, el fervor por las pol¨ªticas conservadoras no solo afecta a los habitantes del medio oeste. D¨¦cadas antes, en 1964, Hillary Clinton, una mujer criada en Chicago (Illinois) hab¨ªa ejercido como Goldwater Girl (una de aquellas chicas que se vest¨ªan de cowgirls para apoyar al candidato republicano Barry Goldwater) cuando solo ten¨ªa 16 a?os. El padre de la pol¨ªtica era un republicano convencido y a ella le hac¨ªa gracia enfundarse el atuendo de groupie de Goldwater. Sin embargo, solo cuatro a?os m¨¢s tarde, Clinton pasar¨ªa a formar parte de un grupo de estudiantes dem¨®cratas que apoyaban la campa?a antiguerra de Eugene McCarthy, entre otras medidas claramente progresistas.
?A qu¨¦ se debe este cambio de miras? En el caso de Clinton es evidente, pero Spears no era tan joven cuando se pronunci¨® como lo hizo. En la actualidad, la cantante forma parte del cada vez m¨¢s extenso c¨ªrculo de divas que las malas lenguas sit¨²an en un periodo de decadencia. Estas artistas, entre las que se encuentran Mariah Carey, Shania Twain o Celine Dion, se han establecido en Las Vegas para ofrecer conciertos habituales que les generan mayores ingresos que las giras mundiales. Los espect¨¢culos, cada vez m¨¢s alejados de la propia m¨²sica, se nutren de acrobacias efectistas, constantes cambios de vestuario y fuegos artificiales. Aun as¨ª, parece que Spears ya ha dejado atr¨¢s el periodo de evidente declive, que alcanz¨® su punto ¨¢lgido cuando se enfrent¨® con los paparazzis reci¨¦n rapada, y vuelve a estar recuperada f¨ªsica y mentalmente. Su ¨²ltima colaboraci¨®n junto a Iggy Azalea, Pretty Girls, no surti¨® el efecto deseado y las dos cantantes se culparon mutuamente del poco ¨¦xito alcanzado.
Una cosa est¨¢ clara: el anterior discurso de Spears se encuentra desfasado y no encaja. La mayor¨ªa de las divas del pop se han pronunciado pol¨ªticamente a favor de Clinton o de Bernie Sanders (el otro candidato a ocupar el n¨²mero uno de la lista de los dem¨®cratas), o al menos se han mostrado deseosas de reivindicar una actitud poderosa e implicada pol¨ªticamente. A estas alturas, a nadie le coge ya por sopresa que Beyonc¨¦ despliegue en cada uno de sus conciertos unas letras de ne¨®n gigantes con la palabra ¡®FEMINIST¡¯, y que a ella se hayan sumado Taylor Swift o Miley Cyrus, que ha creado la fundaci¨®n Happy Hippie para luchar contra las injusticias a las que se tienen que enfrentar j¨®venes sin hogar, LGBTQ y otras poblaciones desfavorecidas.
Aunque ser¨ªa atrayente sopesar la idea de que Spears se ha encontrado con Clinton porque le cog¨ªa de paso entre el Starbucks y el Caesars Palace, su cuenta de Instagram?parece reforzar la idea de que la artista?ha dado un paso adelante hacia lo que sus compa?eras de profesi¨®n tan bien conocen: la hermandad?y el ¡®girl power¡¯. Entre sus publicaciones recientes, podemos ver una en la que la diva celebra el D¨ªa Internacional de la Mujer Trabajadora subiendo fotos de algunas mujeres de su familia, y acompa?¨¢ndolas de un texto empoderador. Pero no solo eso, tambi¨¦n se ha declarado fan de Herman¨ªsimas, la pel¨ªcula protagonizada por Amy Poehler y Tina Fey (ambas actrices y humoristas abiertamente feministas, y que plasman su ideolog¨ªa en cada uno de sus trabajos) y de Y de repente t¨², protagonizada y guionizada por Amy Schumer, la que faltaba en la triada del humor yankee y feminista. Huelga decir que todas ellas se han sumado p¨²blicamente a la campa?a de la pol¨ªtica dem¨®crata.
Si unimos todas estas piezas, es probable que Britney Spears haya dado un paso adelante en lo que se refiere a luchar por los derechos de las mujeres. Parece que poco queda de aquella chica que estaba segura de que su presidente ser¨ªa la salvaci¨®n a todos nuestros problemas. O, a lo mejor, simplemente, no quiere alejarse demasiado (aunque solo sea mentalmente, f¨ªsicamente ya lo est¨¢) de aquellas compa?eras a las que aun llaman para actuar en la Super Bowl o en el concierto de Navidad en el Rockefeller Center de Nueva York. En cualquier caso, para los fans de Brit, la princesa del pop seguir¨¢ siendo ella, sin necesidad de reinventarse (y de quitarse el ch¨¢ndal).
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