El canto desesperado de Robin Thicke
Su pol¨¦mico ¡®Blurred Lines¡¯ fue canci¨®n del pasado verano. Ahora el cantante busca con su nuevo disco recuperar a toda costa a su exmujer tras un sonado divorcio. ?Romanticismo o acoso peligroso?
Con Robin Thicke hemos pasado del "s¨¦ que lo quieres", "eres la zorra m¨¢s caliente" y "te dar¨¦ algo lo suficientemente grande como para partir tu culo en dos" al "todo lo que quiero es mantener su amor, satisfacerla, hacer las cosas bien y conseguir que vuelva". Corren d¨ªas de baj¨®n emocional en las letras del cantante que arras¨® en la listas de ¨¦xitos el a?o pasado. Thicke que se contoneaba con gafas de aviador y modelos desnudas en Blurred Lines, erigida canci¨®n mis¨®gina del verano, ahora pr¨¢cticamente roza el drama lacrim¨®geno en sus actuaciones. Qui¨¦n dir¨ªa que el se?or vestido de Bitelch¨²s que restreg¨® su entrepierna a Miley Cyrus en los VMA Awards de la MTV, entone ahora un "te echo de menos y lo siento" de penitencia emocional con cara de no haber roto un plato justo antes de ponerse a cantar falsettos junto a la soledad esc¨¦nica de un piano, tal y como escenific¨® el domingo en los BET Awards. Total, si Taylor Swift sigue esa tradici¨®n pop de cantar al despecho por sus ex en sus letras y John Lennon cant¨® Jealous guy a Yoko Ono, ?por qu¨¦ no podr¨ªa aprovechar el escenario Robin Thicke para pedir a su mujer que vuelva con ¨¦l?
Fiel a su carrera autorreferencial, el artista acaba de estrenar nuevo trabajo Paula, un disco-reality en el que descubrimos todas las intimidades emocionales del cantante. Thicke se separ¨® de su mujer, la actriz Paula Patton, el pasado mes de febrero, tras el acoso habitual de los tabloides por los supuestos escarceos y esc¨¢ndalos que el cantante ha protagonizado en el ¨²ltimo a?o al hilo de su explosiva fama. Era la historia de una de las parejas m¨¢s s¨®lidas del show business. Se conocieron con 16 a?os (Thicke es hijo de Alan Thicke, el padre de Los problemas crecen) y tienen un hijo en com¨²n, Juli¨¢n Fuego, que naci¨® en 2010. En plena pol¨¦mica por las cr¨ªticas a Blurred Lines, Thicke siempre jug¨® la carta de escudarse en su esposa asegurando que ella misma ella era quien le pidi¨® que viese la luz el clip con las modelos desnudas porque esa versi¨®n era "sexy y molona".? Hasta febrero, cuando ambos decidieron divorciarse "amigablemente".
Antes de su divorcio, Thicke populariz¨® sexualizar al m¨¢ximo sus actuaciones y videoclips.
Getty
Desde la separaci¨®n, Paula Patton guarda un silencio sepulcral y sigue con su trabajo (acaba de rodar Warcraft y se rumorea que estar¨¢ en Misi¨®n Imposible 5). La ¨²nica declaraci¨®n que ha hecho fue en una entrevista a Vanity Fair, en la que dijo al respecto: "Nos conocemos desde que somos adolescentes. Lo ¨²nico que puedo decirte es que hay un amor muy profundo, siempre lo hubo y siempre lo habr¨¢". Una declaraci¨®n m¨¢s que correcta que nada tiene que ver con el acoso y derribo que Thicke est¨¢ protagonizando a prop¨®sito de su nuevo disco. Su tema de lanzamiento, Get her back llega acompa?ado de un v¨ªdeo en el que Thicke, sin camiseta y con esa cara de pena perpetua que ahora arrastra, canta a una modelo sospechosamente parecida a su exmujer y con la sobreimpresi¨®n de mensajes de texto que supuestamente han intercambiado ¨¦l y Patton. ?Rom¨¢ntico empedernido o pesado que roza el acoso? ?Realidad o campa?a publicitaria? En el v¨ªdeo se pueden leer supuestas conversaciones como: "Te he escrito todo un ¨¢lbum" (¨¦l), "no me importa" (ella), "Me odio a m¨ª mismo" (¨¦l), "lo has estropeado todo" (ella) y con un final en el que se puede leer "esto es solo el principio".
Tal y como indic¨® Jessica Valenti al respecto en The Guardian, el video de Thicke es una prueba m¨¢s "de c¨®mo la cultura pop aprueba la figura del ex espeluznante. ?Cu¨¢ndo dejaremos de permitir a los hombres que vendan la verg¨¹enza p¨²blica como amor?", se preguntaba en el texto. "Convertir en rom¨¢ntica una actitud escalofriante y los esfuerzos de acoso de un hombre obsesionado con su ex lanza un peligroso mensaje a los hombres j¨®venes sobre lo que el 'romance' realmente es. Sugerencia: no tiene nada que ver con animarnos o avergonzarnos p¨²blicamente para que la relaci¨®n se retome".
Claro que lo de Thicke y su obsesi¨®n enfermiza no es algo nuevo en la industria de la m¨²sica, dir¨¢n muchos. Amanda Hess recordaba en Slate que los Beatles ya cantaban aquello de "preferir¨ªa verte muerta a que est¨¦s con otro" y que el propio Sting considera que su Every breath you take es una canci¨®n "siniestra", mientras otros la han ensalzado como un himno al amor.
En Espa?a la confusi¨®n tambi¨¦n reina. El estudio de la Universidad Complutense de Madrid que se hizo sobre la adolescencia espa?ola y que public¨® hace unos meses ya lo demostraba: el 36,4% cree que "los celos son amor", el 12,8% no considera maltrato amenazar ¡ªo recibir amenazas¡ª en caso de que su pareja quiera romper la relaci¨®n y el 23,2% de las j¨®venes han sido insultadas o amenazadas por sus parejas. Adolesencentes que probablemente cuando ven el videoclip o contemplan las ¨²ltimas actuaciones de Thicke creen que asisten a al romanticismo y la ternura sentimental en estado puro.
Robin Thicke y Paula Patton, antes de su ruptura.
Getty
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.