El fin del clich¨¦ gay
Son modelos de ¨¦xito social y laboral. Y son homosexuales. Algo que no los acompa?a en sus tarjetas de presentaci¨®n.
En los 90 los personajes homosexuales conquistaron las salas de cine con sus roles de amigos adorables. Eran en s¨ª un estereotipo: fan¨¢ticos de los musicales, la bot¨¢nica y el gimnasio. ?Ejemplos? Rupert Everett en La boda de mi mejor amigo como confidente de Julia Roberts; Kevin Kline en In & out o Paul Rudd en Mucho m¨¢s que amigos. A los gais que ¨Cfuera del armario¨C escalaban en la sociedad se les llam¨® peyorativamente Mafia Rosa. Pero eso s¨ª, el poder se reservaba para heterosexuales (y homosexuales en el armario). Con excepci¨®n del mundo de la moda, el sector que hizo que todo cambiara.
La poderosa y sexy imagen de Tom Ford provoc¨® que los galanes de Hollywood decidieran imitarlo, al tiempo que salir del armario comenz¨® a ser una herramienta para ganar la confianza del entorno, incluso para prosperar laboralmente. Como fue el caso de Anthony Watson, MD & CIO del Barclays Bank, con 1.800 personas a su cargo. ?Si quieres que la gente te siga, tienen que confiar en ti. Si quieres que conf¨ªen en ti, es necesario que te conozcan?, asegura. Tambi¨¦n lo hizo en su d¨ªa el actual presidente de la Sala Penal de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska. Modelos en los que se debi¨® inspirar I?aki Oyarz¨¢bal, secretario general del PP en el Pa¨ªs Vasco, cuando el pasado junio hizo p¨²blica su condici¨®n.
Chris Colfer, que interpreta a un alumno gay en la serie Glee, le ha cogido el gusto al estilo universitario.
Cordon Press
En B¨¦lgica son pioneros gracias a Elio di Rupo, el primer ministro abiertamente gay y con un toque dandi ¨Cgracias a fulares y pajaritas¨C. En 1996 una periodista le pregunt¨® si era homosexual. ?Le dije, s¨ª ?y qu¨¦? Y se convirti¨® en un asunto de Estado?, recuerda. ?Ahora a nadie parece importarle?. Una normalizaci¨®n que no se ha dado en Kenia. El activista David Kuria se present¨® como candidato al Senado, pero tuvo que retirarse al recibir amenazas de represalias contra sus votantes.
El mundo de la cultura siempre se consider¨® un refugio, por aquel t¨®pico de su sensibilidad. S¨ª, los hay atormentados, como Rufus Wainwright, y desenfadados, como Stefano Tonchi, editor de la revista W. Otros son pr¨®ximos seductores, como Anderson Cooper, estrella de los informativos de CNN, o Chris Colfer ¨Cganador de un Globo de Oro en 2011 por su personaje en Glee¨C que con 22 a?os ha debutado como guionista y director de cortometrajes. Es la versi¨®n norteamericana de Alejandro Amen¨¢bar.
Los actores abiertamente gais tambi¨¦n conquistan a las f¨¦minas en la ficci¨®n. Como el narcisista Neil Patrick Harris en C¨®mo conoc¨ª a vuestra madre, el atribulado Matt Bomer en White Collar, y los que ligan con pucheros, como TR Knight, de Anatom¨ªa de Grey, o el obsesivo David Hyde Pierce, de Frasier. Cada uno triunfa con sus herramientas.
Los actores Neil Patrick Harris y David Burtka, adem¨¢s de ser pareja, han trabajado juntos en el musical Rent.
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