Faye Dunaway, el mito cumple 75 a?os
El d¨ªa 14 de enero, Faye Dunaway cumpli¨® 75 a?os y parece que el mundo entero se ha puesto de acuerdo: hay que celebrarlo copi¨¢ndole sus inmortales looks setenteros.
Una no se convierte en leyenda sin recibir alg¨²n insulto memorable. Bette Davis solt¨® de Joan Crawford que era ?el primer caso de s¨ªfilis en Hollywood?. Barbara Stanwyck dijo sobre Marilyn Monroe que ?su cuerpo se le hab¨ªa subido a la cabeza?. Roman Polanski fue menos imaginativo con Dunaway, de quien opin¨® que era ?un demostrable certificado caso de demencia? y ?un gigantesco dolor en el culo?. Todo indica que la relaci¨®n entre ambos en el rodaje de Chinatown (1974) fue un infierno. Peter Biskind cont¨® en Moteros tranquilos, toros salvajes que al realizador polaco le molestaba un mech¨®n de pelo de la actriz que, seg¨²n ¨¦l, reflejaba demasiado la luz, y procedi¨® a arranc¨¢rselo de un tir¨®n. Despu¨¦s, ella se veng¨® arrojando un vaso de orina a la cara del director. Polanski no le hab¨ªa dado permiso para ir al lavabo.
En aquel momento, Dunaway llevaba m¨¢s de un lustro qued¨¢ndose no solo con los mejores papeles femeninos que daba Hollywood, sino tambi¨¦n con los vestuarios m¨¢s potentes. Desde que asom¨® a las pantallas con boina, media melena y el pullover menos modoso de la historia, la actriz sal¨ªa a icono por pel¨ªcula. Sus looks de mod burguesa en blanco y beis en El caso de Thomas Crown est¨¢n ah¨ª ah¨ª con los de Catherine Deneuve en Belle de Jour. En Network, carnaliz¨® el traje de oficina. Gan¨® el Oscar por ese papel y dej¨® otra imagen imborrable, esta vez en la vida real: la que tom¨® Terry O¡¯Neill ¨Cquien a?os m¨¢s tarde ser¨ªa su marido¨C la ma?ana siguiente a la ceremonia. Nunca la resaca tuvo tanto flow.
Piernas, piernas. En 1968, Jerry Schatzberg, su amante en ese momento, la retrat¨® para una portada de Newsweek (mil veces copiada) que se utiliz¨® tambi¨¦n como cartel del festival de Cannes en 2011. Un a?o despu¨¦s, Dunaway dej¨® al fot¨®grafo por otro hombre casado, Marcello Mastroianni, con quien vivi¨® una relaci¨®n tormentosa.
Boina y pistola. La figurinista Theadora van Runkle fue para Dunaway lo que Edith Head para Grace Kelly: la visti¨® en Bonnie & Clyde, cinta por la que gan¨® el Oscar, y en El caso de Thomas Crown, donde lleva 29 looks a cu¨¢l m¨¢s deseable, desde el trajecito bicolor al vestidazo de noche en pastel.
?Botas mosqueteras? ?Guantes de Gilda en amarillo? ?Una bata con borde de plumas? P¨®ngamelo todo. Fuera de la pantalla, ha sido partidaria del manierismo al estilo Viejo Hollywood, a menudo colaborando tambi¨¦n con Van Runkle, quien cre¨® su vestido para los Oscar de 1968.
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