Goya Toledo y Mar¨ªa Le¨®n, tan distintas como unidas

Mar¨ªa Le¨®n no sabe ning¨²n cuento que no sea de miedo: ?Cuando mis hermanos y yo ¨¦ramos peque?os, mi madre solamente nos explicaba ese tipo de historias. Disfrutaba mucho asust¨¢ndonos?. Goya Toledo se recuerda a s¨ª misma inventando e interpretando sus propios guiones, uno en especial: ?Cuando llegaba del colegio, antes de comer, era imprescindible darle el biber¨®n a mi mu?eco y acostarlo.

Tengo instinto maternal de serie y, aunque todav¨ªa la naturaleza no ha querido darme hijos, no pierdo la esperanza de que eso ocurra alg¨²n d¨ªa?. Si Le¨®n no hubiera sido actriz, dice que le habr¨ªa gustado ser mujer-bala. Toledo quiz¨¢ se habr¨ªa dedicado a la moda: ?No sabes lo que me relaja coser a m¨¢quina?, afirma. A la sevillana le encantar¨ªa tener un aut¨®grafo de Pen¨¦lope Cruz ¨Cla mejor amiga de Toledo¨C y rodar ?todos los d¨ªas del a?o? con ella: ?Es de las actrices que ha demostrado a este pa¨ªs que para triunfar hay que trabajar. ?Dej¨¦monos de tonter¨ªas y trabajemos!?, asevera. Por su parte, la canaria se pondr¨ªa, sin dudarlo, a las ¨®rdenes de Paco Le¨®n ¨Chermano de Mar¨ªa¨C: ?Har¨ªa lo que me pidiese. Creo mucho en ¨¦l y en su potencial como director?. La primera tiene una energ¨ªa volc¨¢nica; la segunda se abraza a la serenidad que otorga la madurez. Pero m¨¢s que la noche y el d¨ªa, Le¨®n y Toledo son dos mundos independientes que, al juntarse, tienen m¨¢s puntos de encuentro que diferencias. Por eso, en Marsella ¨Cla pel¨ªcula que estrenan el pr¨®ximo 18 de julio y que ha sido dirigida por Bel¨¦n Mac¨ªas¨C funcionan como un puzle donde las emociones encajan por salvajes que sean. Ambas interpretan a la madre ¨Cuna biol¨®gica y otra de acogida¨C de la misma ni?a, por la que pelear¨¢n hasta dejar el ego¨ªsmo de lado y procurar por el bien de la menor. Un ejercicio actoral de contenci¨®n que les ha robado muchas l¨¢grimas en los ensayos. ?El de las madres es un amor muy bestia?, afirma Toledo. ?Y cuando uno ama siempre pierde un poquito la cabeza?, a?ade Le¨®n.

Tanto Le¨®n, a sus 30 a?os, como Toledo, a sus 45, han tenido hijos en la ficci¨®n en varias ocasiones. Pero lo curioso del caso es que ninguna ha experimentado la maternidad en su piel. Aunque no lo descartan: ?Yo creo que todav¨ªa a los 50 a?os una mujer no es mayor. Puede tener perfectamente descendencia a esa edad. Es muy personal, depende del caso y no debe juzgarse en general. A la gente le gusta opinar r¨¢pido y de todo, pero te tienes que ver en la situaci¨®n. Mi padre muri¨® cuando yo ten¨ªa seis a?os. En la vida no puedes tenerlo todo calculado?, cuenta Toledo. ?Yo me apuntar¨ªa al Club de las?Malas Madres?[blog que defiende, con iron¨ªa, a las madres?imperfectas?que no llegan a todo pero que, no por ello, quieren menos a sus v¨¢stagos]. No hay que perder de vista a la mujer que eres, porque cuanto m¨¢s crezcas a nivel personal, m¨¢s aportar¨¢s a tus cr¨ªos. Por eso, a m¨ª me gustar¨ªa ser muy mala madre para que mi hijo pudiera decir: ¡°?Qu¨¦ maaaala es mi madre!¡±?, dice con sorna Le¨®n.

Le¨®n lleva vestido de Elie Saab, pendientes de Charlet par Aime y anillo de H&M. Toledo, vestido de Alexandre Vauthier.

Sergi Pons

Las dos han crecido en familias muy matriarcales, as¨ª que, si alg¨²n d¨ªa tienen dudas, pueden recurrir a sus progenitoras. Toledo copiar¨ªa de la suya ?su fortaleza y capacidad de supervivencia. Se qued¨® viuda con 40 a?os y cinco hijos y, adem¨¢s de sacarnos adelante, consigui¨® su objetivo: mantenernos unidos y que fu¨¦ramos una pi?a?. En casa de los Le¨®n, Carmina Barrios ha hecho gala de otra gran cualidad: ?Jam¨¢s nos ha juzgado, nos quiere tal y como somos. Nos ha criado con una sola ley: la del respeto. Y eso es muy dif¨ªcil. Ojal¨¢ yo sepa hacerlo igual de bien?.

En?Marsella, la figura del padre, aunque est¨¢ presente (o ausente), se plasma con personajes secundarios. Sara (Le¨®n) y Virginia (Toledo) son quienes verdaderamente provocan en el espectador mil y una tensiones. ?Los hijos siguen siendo de las madres? ?Las mujeres tienen una fuerza sobrenatural: paren y eso marca la diferencia. Por eso la conexi¨®n con ellos es otra. No podemos ir contranatura. Somos animales?, afirma Le¨®n, quien asegura que cuando no ten¨ªa novio se plante¨® la posibilidad, sola, de traer al mundo a un ni?o: ?No creo en el pr¨ªncipe azul. Creo que a lo largo de la vida te vas montando equipos para viajar por ella. Lo haces con tu familia, con tus amigos y tambi¨¦n con tu pareja. Me gustar¨ªa tener hijos, ?y muchos!, con alguien a mi lado, porque pienso que ser¨ªa bonito compartirlo. Pero si no estuviera, los tendr¨ªa igual?.

Toledo tampoco cree en los cuentacuentos: ?Creo en el compa?ero de viaje, con todas sus maletas, a las que hay que a?adir las que llevo yo. El objetivo es hacer el camino m¨¢s ligero, facilitarse la vida. Pero no se educa peor a un hijo porque lo hagas sola o porque tu pareja tenga el mismo sexo que t¨². Hay que ser m¨¢s libres de mente. Lo realmente grave y una barbaridad es que se pongan tantas trabas en los temas de adopci¨®n, y puedo hablar de esto porque yo he estado en el proceso. Es una pesadilla. No podemos hacerlo tan dif¨ªcil cuando hay peque?os que quieren tener una familia y muchas familias que quieren dar amor a unos hijos. Es incre¨ªble que haya tanta burocracia, que adem¨¢s no tiene nada que ver con el verdadero sentimiento de maternidad o paternidad?.

Al hablar de hombres, las int¨¦rpretes se muestran confiadas y piensan que en el presente ellos ya est¨¢n preparados para lidiar con la mujer de hoy, ?mucho m¨¢s fuerte y poderosa?, como la define Le¨®n. A eso a?ade: ?El machismo me parece un atraso. Espero que sean capaces de comprender nuestro papel actual. Si no lo hacen, pobres de ellos. Eso significar¨ªa que van para atr¨¢s y me dar¨ªa pena porque ya hay en este pa¨ªs suficientes cosas que van para atr¨¢s?. A lo que Toledo replica: ?Cuando me preguntan qu¨¦ pienso sobre el machismo es cuando me doy cuenta de que sigue existiendo, porque si no existiera, la pregunta se obviar¨ªa. La mujer tiene cada vez m¨¢s presencia en esta sociedad, pero si Cate Blanchett va al Festival de Cannes y denuncia que las actrices cobran menos que los actores, es que todav¨ªa hay injusticias por las que luchar?.

Le¨®n luce vestido de Dolce & Gabbana y pendientes de Charlet par Aime. Toledo, capa de Dolce & Gabbana.

Sergi Pons

Al cierre de esta edici¨®n, dos son los temas que centran la actualidad: la proclamaci¨®n de Felipe VI y la Copa del Mundo, de la que la Selecci¨®n ya ha sido eliminada.?Marsella?se estrenar¨¢ justo cinco d¨ªas despu¨¦s de la final del Mundial. ?Por qu¨¦ los espa?oles se concentran masivamente ante la televisi¨®n para ver el f¨²tbol y les cuesta tanto llenar las salas de cine cuando se proyecta una pel¨ªcula nacional? ?Aficionados. Tiene aficionados. Algo que tambi¨¦n podr¨ªamos tener nosotros si este pa¨ªs se enterara de que la cultura es algo imprescindible, que el cine es necesario para so?ar, aprender, liberarnos, viajar¡­ Se solucionar¨ªa si al cine espa?ol se le reconociera la entidad que tiene y se difundiera su importancia bajo ese criterio. A las salas no se va solamente a ver pegar tiros?, apunta Le¨®n. ?Quiz¨¢ servir¨ªa que los actores se metieran en pol¨ªtica, como parece que va a hacer George Clooney? ?Servir¨ªa que los pol¨ªticos hicieran algo, que para eso cobran. Dejemos a los actores actuar?, sentencia Le¨®n. Toledo puntualiza: ?A los actores siempre se nos tacha de combativos porque somos m¨¢s visibles en los medios. Pero hay otros muchos gremios que pelean por lo que creen. Todos los ciudadanos debemos defender las causas en las que creemos. Yo, por ejemplo, estoy en contra de las petrol¨ªferas en Canarias. Siempre que haya gente a favor o en contra de algo hay que someterlo a refer¨¦ndum. Como deber¨ªa haberse hecho con la Monarqu¨ªa. Estamos en democracia?.

Mientras de Toledo se destaca el equilibrio de sus interpretaciones, de Le¨®n se resalta su capacidad para empatizar con el p¨²blico y transmitir verdad y normalidad. ??Normal yo? Mira, no s¨¦ qu¨¦ significa ser normal. ?Qu¨¦ es ser normal? ?Qu¨¦ es ser moderno? Hay que ser y el problema es que muy poca gente es. Yo soy partidaria de que cada uno sea lo que quiera. Pero que sea feliz. Porque todos tenemos la responsabilidad de ser y hacernos felices a nosotros mismos. Mi ¨¦xito no es la normalidad. La gente no te aprecia porque seas simp¨¢tica o porque les caigas bien: tiene que haber un trabajo detr¨¢s. Yo lo ¨²nico que hago es comportarme como quiero que sean conmigo. ?se es mi triunfo?, comenta. Definitivamente, el?normcore?(o triunfo de lo normal) no va con ella: ?Lo que me sorprende es que ser normal sea ahora una tendencia?, dice Toledo. ??Nos hemos vuelto locos? Adem¨¢s, ?qui¨¦n es completamente normal? A m¨ª siempre me ha gustado relacionarme con gente que sea sincera con su identidad y yo intento serlo con la m¨ªa. Pero la realidad es otra. Hablamos m¨¢s de los dem¨¢s que de nosotros mismos. Si expres¨¢ramos nuestros sentimientos, el mundo ir¨ªa de otra manera. Pero claro, eso da mucho miedo?.

Otro punto en com¨²n: las dos est¨¢n de acuerdo en que las modas hay que seguirlas con precauci¨®n: ?Soy?fashionista?en un 10%, pero le doy importancia a mi vestuario en un 60%?, dice Toledo. ?Mi ¨²ltimo descubrimiento es el cl¨®set virtual de?www.decomprasenmiarmario.com?y sigo siendo fiel a mi centro de est¨¦tica, The Beauty Concept?. Pero a pesar de la dedicaci¨®n que le prestan a su imagen, de ning¨²n modo creen que tener un buen estilista es m¨¢s importante que contar con un buen agente en el mundo del cine, como parece haber ocurrido con Lupita Nyong¡¯o, quien, con tan solo una pel¨ªcula reconocida en su curr¨ªculum, ya ha firmado contratos millonarios con Miu Miu o Lanc?me. ?La moda acompa?a y apoya a nuestra profesi¨®n. Pero ser una int¨¦rprete no tiene nada que ver con ser una celebridad. Para ser actriz no hay que pisar una alfombra roja, ni siquiera saber pisarla. Hacen falta ganas de contar historias, ya sea con un traje caro o con chanclas. Pero la moda ayuda y por eso cada d¨ªa me esfuerzo m¨¢s en aprender cosas sobre ella. Es amiga de mi trabajo y suma?, dice Le¨®n.