La historia de la escena sexual que ?aterroriz¨®? a Madonna en una de las peores pel¨ªculas de la historia
Mientras Guy Ritchie vuelve a conquistar a los espectadores con su ¨²ltimo trabajo, ¡®The Gentlemen¡¯, recordamos el traum¨¢tico rodaje de ¡®Barridos por la marea¡¯, la ¨²ltima pel¨ªcula de la estrella del pop como actriz protagonista.
Pocos han conseguido levantarse tras un fracaso de ese calibre. Adem¨¢s de ser considerada como una de las peores pel¨ªculas de la historia del s¨¦ptimo arte y recibir el vapuleo inmisericorde de la prensa especializada (?Si yo hiciera algo tan malo intentar¨ªa cambiarme el nombre?, asever¨® una cr¨ªtica), tambi¨¦n fue un batacazo taquillero incontestable. De los aproximadamente diez millones de euros de presupuesto apenas consigui¨® recuperar una d¨¦cima parte, siendo un desastre tal que incluso se cancel¨® sobre la marcha su estreno en los cines brit¨¢nicos y pese a que su director era un ¨ªdolo generacional en las islas. 17 a?os despu¨¦s de aquel fracaso, Guy Ritchie vuelve a conquistar la taquilla con su ¨²ltima pel¨ªcula, The Gentlemen, presumiendo de un admirable instinto de supervivencia. La misma capacidad de la que carecer¨ªa su matrimonio con la musa de aquel filme, Madonna, que no solo carg¨® con todas las culpas medi¨¢ticas del batacazo sino que vivi¨® una experiencia ?aterradora? rodando escenas ¨ªntimas a las ¨®rdenes de su exmarido. Desde entonces, no ha vuelto a protagonizar un filme. As¨ª consigui¨® Barridos por la marea barrer del mapa a la Madonna actriz.
Ni siquiera durante la promoci¨®n comercial del filme, en 2002, la estrella del pop pudo ¨Co quiso¨C ocultar el terrible rodaje que acababa de vivir. ?Todos nos sentimos intimidados, est¨¢bamos aterrorizados?, asegur¨® en declaraciones al Evening Standard al respecto de los modos coercitivos de Ritchie, con el que se hab¨ªa casado dos a?os atr¨¢s. El contenido sexual del filme, remake de un cl¨¢sico de culto italiano de 1974, hab¨ªa supuesto un obst¨¢culo para el matrimonio que traslad¨® la tensi¨®n al set de grabaci¨®n. ?Dejamos todo el tema f¨ªsico para el final del rodaje. Creo que todo el mundo esperaba que la cosa explotara. El equipo al completo estaba esperando a que la cabeza de Guy saliera explotada de su cuerpo?, a?adi¨® Madonna. La interprete tambi¨¦n confirm¨® que foco de la intimidaci¨®n se centr¨® en coprotagonista del filme, Adriano Giannini (hijo de Giancarlo Giannini, protagonista de la obra original), que interpreta a un marinero que naufraga en una isla desierta con una mujer estadounidense rica y arrogante (Madonna). El propio Ritchie reconoci¨® que las escenas hab¨ªan sido ?un problema? y que las hab¨ªa dirigido ?a un metro de distancia¡ con un palo muy afilado?. ?Todas las escenas sexuales fueron dif¨ªciles. Todo era muy inc¨®modo porque, al final, ¨¦l es mi marido y la ¨²nica persona con la que hago el amor?, concluy¨® la cantante.
Pese a las palabras de sus protagonistas, el montaje de Barridos por la marea que lleg¨® a las salas (hoy disponible en plataformas como Netflix) no atesoraba escenas ¨ªntimas demasiado expl¨ªcitas y numerosas o, al menos, tantas como otros filmes pol¨¦micos por su carga er¨®tica como La vida de Ad¨¨le. M¨¢s all¨¢ de un montaje musical en el que Madonna y Giannini demuestran su creciente enamoramiento con besos y retozos en la orilla y algunos planos generales en los que se intuye la desnudez total de los actores ¨Csiempre estrat¨¦gicamente dispuestos para tapar sus atributos¨C, la carga sexual recae en una sola escena controvertida: un grotesco conato de violaci¨®n.
El marinero Giuseppe, convertido ya en el jefe de la isla, le pide al personaje interpretado por Madonna que le ense?e los pechos. Ante la negativa recibida, el joven decide agredirla f¨ªsicamente y perseguirla ante los intentos de huir de esta. Tras tratar de defenderse sin ¨¦xito, Giuseppe inmoviliza y manosea a la mujer, la besa, le arranca los pantalones y la ropa interior mientras esta le califica de ?violador?, ?cerdo? y ?pervertido?. Cuando por fin el marinero consigue la rendici¨®n de su v¨ªctima, decide detenerse al haber logrado su objetivo de demostrar qui¨¦n tiene el poder en esa nueva sociedad de dos. Lo que a todas luces pretend¨ªa ser una alegor¨ªa subversiva sobre la inversi¨®n de los roles de clase ¨Cla mujer acaudalada se convierte en la esclava del esclavo¨C da como resultado otra escena que prueba la romantizaci¨®n hist¨®rica de la violencia sexual en la meca del cine y la urgencia de las medidas tomadas a ra¨ªz del #MeToo, como la creaci¨®n de la figura de los coordinadores de intimidad. M¨¢s a¨²n cuando esta secuencia pasivoagresiva supone el punto de giro argumental definitivo en la relaci¨®n amorosa entre los protagonistas.
De Maria Schneider (El ¨²ltimo tango en Par¨ªs) a Pen¨¦lope Cruz (Jam¨®n, jam¨®n) o L¨¦a Seydoux (La vida de Ad¨¦le), son numerosas las actrices de cine que se han atrevido a contar p¨²blicamente c¨®mo una escena de sexo en la ficci¨®n tuvo repercusiones significativas en su vida personal. Muchas de estas confesiones consiguieron copar los titulares y cambiar protocolos para garantizar la seguridad f¨ªsica y emocional de las int¨¦rpretes en los rodajes, pero Madonna no solo no ha vuelto a referirse a lo sucedido durante el rodaje sino que no ha vuelto a protagonizar ninguna otra pel¨ªcula. Desde entonces, ha decidido situarse detr¨¢s la c¨¢mara y ha estrenado dos trabajos como directora: Filth and wisdom (Obscenidades y sabidur¨ªa) y Wallis y Eduardo: El romance del siglo. La int¨¦rprete de Evita dijo haber aprendido miles de lecciones sobre la vida en general durante la grabaci¨®n del remake. ?Aprend¨ª a saber cuando era un buen momento para hablar de la pel¨ªcula o para callarme la boca cuando est¨¢bamos en casa, solo como marido y mujer. Tambi¨¦n hab¨ªa veces en la que estaba enfadado con ¨¦l por temas de nuestra vida personal y ten¨ªa que dejarlos a un lado cuando acud¨ªamos al plat¨®?, coment¨® en The New York Times.
Las sensaciones negativas durante el rodaje traspasaron la pantalla y la cr¨ªtica no tuvo piedad con esta candidata perenne en cualquier lista de las peores pel¨ªculas jam¨¢s estrenadas. ?Tan mala como hab¨ªas escuchado, tan terrible como te hab¨ªas imaginado?, dijo el Washington Post e incluso se convirti¨® en la primera pel¨ªcula en la historia de la cr¨ªtica cinematogr¨¢fica del New York Daily News en no conseguir ni una sola estrella de valoraci¨®n. El castigo se centr¨® en la figura de Madonna, a la que muchos segu¨ªan viendo como una intrusa ileg¨ªtima en la industria. ?Madonna persiste en hacer pel¨ªculas a pesar de todas las evidencias que prueban que es un medio en el que nadie quiere verla u o¨ªrla?, public¨® Variety. Como no pod¨ªa ser de otra manera, arras¨® en los premios Razzie de aquel a?o, llev¨¢ndose los galardones de peor pel¨ªcula, director o actriz, entre otros.
Las r¨¦plicas del terremoto de Barridos por la marea se dejaron notar a lo largo y ancho de toda la industria. Lina Wertmuller, realizadora de la cinta original y la primera mujer en ser nominada al Oscar en la categor¨ªa de mejor direcci¨®n, tambi¨¦n vio como el desastre financiero enterr¨® para siempre sus sue?os de realizar una secuela. Con el guion escrito y el proyecto anunciado p¨²blicamente, el batacazo de Barridos por la marea llev¨® al traste su idea. Ella tampoco fue condescendiente con el resultado de la nueva adaptaci¨®n. ?No entiendo por qu¨¦ la pel¨ªcula es tan mala. ?Por qu¨¦ Madonna y su marido la han estrenado? Es muy loco. Esto es terrible para Madonna?, declar¨® al Washington Post.
En 2017, Guy Ritchie se refiri¨® en una entrevista con Yahoo Movies al fracaso del filme y culp¨® directamente a la estrella del pop de lo sucedido: ?Hubo un par de problemas. El primero fue hacerla con mi exesposa, y el segundo fue hacerla despu¨¦s de mis pel¨ªculas anteriores?, se?al¨®, consciente de que su intento por tratar de demostrar que no era solo un cineasta del g¨¦nero criminal (Lock & Stock, Snatch: cerdos y diamantes) le sali¨® rana. ?La experiencia fue muy dolorosa?, a?adi¨®, valorando con perspectiva el escrutinio medi¨¢tico sufrido a causa de una relaci¨®n sentimental que m¨¢s tarde ¨¦l tildar¨ªa de ?farsa?. Madonna y Ritchie se divorciaron en 2008 y han estado enfrascados durante m¨¢s de una d¨¦cada en una batalla legal por la custodia de su hijo en com¨²n, Rocco, de 19 a?os. El joven salt¨® a los titulares de la prensa en 2016 cuando expres¨® su voluntad de vivir en Londres junto a su padre y abandonar el domicilio maternal en Los ?ngeles.
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