Kate Moss: ?S¨ª, soy un icono?

Pocos recuerdan sus or¨ªgenes. Tal vez eso sea ser un icono, convertirse en un s¨ªmbolo atemporal. Kate Moss no concede entrevistas. No le gustan. Por eso circulan tan pocas por la Red. Pero, con motivo de su segunda colaboraci¨®n con Mango, nos ofrece esta exclusiva. La inglesa es la imagen de la campa?a primavera-verano de la marca espa?ola. ?Mango es una firma relajada y desenfadada; eso me agrada. Su actitud es espa?ola, o al menos a m¨ª me lo parece. Cuando pienso en Espa?a, me imagino un pa¨ªs de mujeres glamurosas y despreocupadas?, explica. Tambi¨¦n le viene a la cabeza Ibiza, donde se traslada muchos veranos. ?Adoro esa isla; el a?o pasado no pude ir¡­?. Es parca en palabras y el acento delata sus ra¨ªces. Proviene de Croydon, un suburbio marginal de la capital inglesa. Fue all¨ª donde empezaron los disturbios el pasado agosto; su pobreza fue el caldo de cultivo para la revuelta.

No parece sentirse muy a gusto con sus or¨ªgenes. Ninguna pregunta puede aludir a ellos, ni a su hija (Lila Grace, de nueve a?os, de su primer matrimonio con Jefferson Hack), ni a su vida personal. Por eso a veces se esconde: ?Odio que se entrometan en mi vida. No me gusta que sepan lo que hago. Intento que no se enteren de d¨®nde estoy?. Y a?ade: ?Cuando voy a Par¨ªs casi no salgo del Ritz. Y suelo ir al bar Hemingway?.

En su biograf¨ªa abundan los esc¨¢ndalos y los problemas con la prensa. ?Cuando daba entrevistas, me pon¨ªa enferma un d¨ªa antes de que salieran. Hablaba con los medios porque no cre¨ªa que fueran a escribir cosas horribles. Pero lo hicieron. Entonces me dije: ¡°No quiero exponerme a estas cr¨ªticas¡±. Muchas veces el periodista sabe qu¨¦ va a escribir, independientemente de lo que digas?, confes¨® hace dos a?os al New York Magazine.

En cuestiones de moda y estilo s¨ª se pronuncia: ?Soy un icono porque soy adaptable. Una buena modelo es capaz de hacer de todo, pero no s¨¦ si las maniqu¨ªes son m¨¢s selectivas ahora que hace 20 a?os?. Un consejo: ?No te disfraces. No luzcas un look completo de pasarela. Eso no le sienta bien ni a una modelo?. Y se permite una maldad: ?Valga el ejemplo de Madonna vestida solo de Gucci?.?Loulou de la Falaise y Catherine Deneuve son sus musas. ?Tengo unas botas de La Falaise. Fue un regalo de bodas. Son de sat¨¦n y tienen un tac¨®n de diamantes. Aunque no son muy pr¨¢cticas, ?son suyas!?.?

En los 90 no se pon¨ªa diamantes. Era la edad del grunge y de la generaci¨®n X. Todo empez¨® con un editorial publicado en la revista The Face en 1990. La fot¨®grafa, Corinne Day ¨Cque hab¨ªa tenido una infancia dura con un padre ausente y una madre prostituta¨C se reconoci¨® en el cuerpo delgaducho de Moss. La producci¨®n desafi¨® las normas de la era de la exuberancia y el lujo. Celebraban la ausencia de formas, el cero maquillaje y la desnudez. ?Conserva algo de esa d¨¦cada? ?Adoro el negro, los jeans y los zapatos c¨®modos. Mi ¨¦poca favorita coincide con el final de los 60 y los 70. Me encanta la est¨¦tica de los Rolling Stones. Sus fotos me sirven de inspiraci¨®n?, deja caer.

El estreno de Kate Moss ese mismo a?o en la pasarela de Par¨ªs supuso un desaire a la voluptuosidad imperante. Junto a ella desfilaron Naomi Campbell, Christy Turlington y Linda Evangelista. La extrema delgadez y la corta estatura de Moss, entonces de 16 a?os, lo cambiaron todo. Hab¨ªa nacido un nuevo canon. Y una corriente, el heroin chic. ?Coincid¨ª con Naomi y Christy al final de su era. Sigo viendo a Naomi. Pero la verdad, no sabr¨ªa decir cu¨¢les fueron mis coet¨¢neas. ?Shalom Harlow, tal vez? Sigo quedando con ella, pero no hemos tenido la oportunidad de trabajar juntas?, responde a una pregunta sobre una posible reuni¨®n de su generaci¨®n como ya han hecho Campbell, Helena Christensen, Eva Herzigova, Cindy Crawford y Yasmin Le Bon (en el videoclip Girl Panic! de Duran Duran). ?Los desfiles eran muy duros, era una cr¨ªa. No es que fuera t¨ªmida, es que trabajar desde las seis de la ma?ana hasta las dos de la madrugada sin parar, con un mont¨®n de peluqueros tir¨¢ndote del pelo, es agotador. Recuerdo quedarme dormida por los rincones?.

Al sector le atrajo su desfachatez y naturalidad. Moss era m¨¢s normalita que las tops aer¨®bicas del momento. Sus supuestas correr¨ªas alimentaron la leyenda: que si se emborrach¨® tras un desfile de John Galliano e hizo pellas al d¨ªa siguiente; que si se ba?¨® en una ba?era llena de champ¨¢n con Johnny Depp; que si hizo un tr¨ªo con Jude Law y Sadie Frost¡­ Asegura haber cambiado de h¨¢bitos: ?Me relajo en el campo, con mi hija. Cocino asado ingl¨¦s y hago mermelada. Tambi¨¦n me gusta organizar cenas para mis amigos. Hace poco hicimos una tem¨¢tica, con men¨² jamaicano?. ?Y qui¨¦nes son sus amigos? ?Famosos? ?No. La mayor¨ªa es gente normal?.?

No todo en la vida de Kate Moss ha sido desfilar. Ha colaborado como dise?adora para varias marcas. ?Fundar¨ªa la suya? ?Me encantar¨ªa, pero no tuve la ocasi¨®n de estudiar dise?o. Empec¨¦ a desfilar muy joven?. Tambi¨¦n ha cantado. ?Con Primal Scream y Lemonheads¡­ Fue divertido. Pero no volver¨ªa a hacerlo. Se me da fatal?. Y ha sido musa de pintores como Lucian Freud. ?Cuando trabajas con fot¨®grafos desde tan joven, algo se te pega. La moda es arte. Es l¨®gico que al final haya acabado siendo coleccionista?. Tambi¨¦n es protagonista de libros, cuadros y fotos. Hasta de esculturas. Quiz¨¢ la m¨¢s escandalosa sea Sirena de Marc Quinn. Pesa 50 kilos y es la pieza de oro m¨¢s grande desde el Antiguo Egipto.

La modelo acaba de cumplir 38 a?os y est¨¢ estupenda, solo la delatan unas patas de gallo. Y eso que ha tenido una vida movidita: una relaci¨®n con el cantante Pete Doherty y esc¨¢ndalo con las drogas ¨Cel Daily Mirror public¨® en 2005 unas fotos de ella consumiendo supuestamente coca¨ªna¨C, los posteriores contratos millonarios y su matrimonio el pasado verano con Jamie Hince, el guitarrista de The Kills.

?Moss va a sobrevivir como una marca; lleva a?os transform¨¢ndose en una?, prev¨¦ el ensayista Christian Salmon en Kate Moss Machine. Es fan de la modelo Freja Beha, pero no la ve como su sustituta. ?Seguir¨¦ en la moda 20 a?os m¨¢s. He pasado m¨¢s de la mitad de mi existencia en este mundo. Es mi vida?, corrobora.