La mujer que est¨¢ detr¨¢s de lo que se pone Beyonc¨¦

Otros estilistas que visten a estrellas del pop solo tienen que preocuparse de crear una serie de looks para una gira mundial. Los encargan y eso no se toca hasta el final. Pero Marni Senofonte no trabaja as¨ª. Su idea para el Formation World Tour, que recalar¨¢ en el Estadi Ol¨ªmpic de Barcelona el 3 de agosto en un concierto que forma parte de la celebraci¨®n del 50 aniversario de Los 40 Principales, es cambiar el vestuario de Beyonc¨¦ en cada show. En parte porque tiene demasiado donde escoger. ?Las firmas han sido muy generosas; todos quieren trabajar con nosotros?, cuenta. De su ba¨²l ya han salido trajes de Balmain, Roberto Cavalli y Dsquared2, varias piezas de Gucci y un implacable body de l¨¢tex de Atsuko Kudo, pero a¨²n le quedan muchos ases en la manga.

El trabajo que ambas han hecho para la gira y el ¨¢lbum visual Lemonade es un verdadero revolc¨®n de referentes de moda, una org¨ªa visual que no esconde sus ambiciones: crear un pu?ado de im¨¢genes memorables, a la altura del Thriller de Michael Jackson o el Blonde Ambition Tour de Madonna, en una ¨¦poca en la que la sobresaturaci¨®n de est¨ªmulos hace que sea mucho m¨¢s dif¨ªcil perdurar. Aunque los cr¨¦ditos de Lemonade reconocen hasta a 36 estilistas, al frente de todo est¨¢ esta reconocida chica de los 90 que tiene su propia legi¨®n de seguidores en las redes sociales. En su Snapchat y en su Instagram, los groupies de la moda pueden jugar a adivinar las firmas que se pone ¨C?Balenciaga vintage!, ?Alexander Wang!, ?Opening Ceremony! y ahora una f¨¢cil: sus inseparables calcetines con tac¨®n mechero de Vetements¨C. Pero nunca la cazar¨¢n de negro, que es para cobardes. Dice que no lo viste desde hace 15 a?os.

Le llueven las firmas para vestir a Beyonc¨¦, pero eso no siempre ha sido as¨ª. Hace poco la cantante record¨® sus inicios, cuando nadie quer¨ªa prestar ropa a las Destiny¡¯s Child, ?tres chicas negras de pueblo y con curvas?.

Lo s¨¦. Me acuerdo de aquellos d¨ªas porque, cuando ella empezaba como cantante, yo tambi¨¦n arrancaba mi carrera como estilista y trabajaba con muchos artistas de hip hop y r¡¯n¡¯b, as¨ª que me sent¨ªa igual. Nadie nos daba ropa para esos chicos emergentes. Era duro, pero al final result¨® perfecto. Nos obligaba a ser mejores que las marcas y a hacer nuestra propia ropa. Acabamos inspirando a los dise?adores, liderando el camino.

Estudi¨® cine, ?qu¨¦ la llev¨® a la moda?

En esa ¨¦poca, la dise?adora Norma Kamali presentaba sus colecciones con fashion films. Era una verdadera adelantada a su tiempo. Y aquello me atra¨ªa m¨¢s que dedicarme, por ejemplo, a ser directora de vestuario en el cine, porque me interesa la inmediatez, no pasar todo un a?o implicada en una producci¨®n. As¨ª que empec¨¦ a trabajar con Norma como relaciones p¨²blicas.

Y de ah¨ª al estilismo.

Un d¨ªa un publicista me pidi¨® que llevara unos trajes para Salt-N-Pepa. Yo no sab¨ªa c¨®mo trabajaban los estilistas y present¨¦ solo uno para cada una, pero por suerte les gustaron. A partir de ah¨ª, Lauryn Hill se fij¨® en mi trabajo y me fich¨® para hacer todo el vestuario de la gira The Miseducation of Lauryn Hill. Aquello s¨ª fue una educaci¨®n para m¨ª. Lauryn es una fan absoluta de la moda y cambi¨¢bamos los looks en todos los conciertos. Fui con ella de tour y, cada vez que lleg¨¢bamos a un lugar, primero arrasaba las tiendas vintage de la ciudad y despu¨¦s las boutiques.

?C¨®mo ha de ser un traje para que le sirva a Beyonc¨¦ en escena?

Dios m¨ªo, para hacer un look para ella hay que tener una ingenier¨ªa. Tiene que estar desinhibida y poder usar todas las partes de su cuerpo. La prenda ha de acentuar ciertas cosas y moverse de cierta manera. Aunque al final, no se preocupa por nada y siempre est¨¢ impecable y sexy. Podr¨ªa ponerse cualquier cosa y resultar¨ªa sexy. Lo que s¨ª me pas¨® con el vestuario de Formation, por ejemplo, es que quer¨ªamos mantenernos fieles al tema que recorre Lemonade, el look victoriano y del Antebellum [en Estados Unidos, el periodo anterior a la Guerra de Secesi¨®n, cuando perviv¨ªa la esclavitud], as¨ª que hab¨ªa muchos trajes con cuellos altos y al prob¨¢rselos nos encontramos con que le ce?¨ªan demasiado la garganta, que es su instrumento.

?C¨®mo les comunic¨® la cantante que ten¨ªan entre manos un proyecto tan ambicioso como Lemonade?

Los que est¨¢bamos al tanto ¨¦ramos un grupo muy peque?o y ella ni siquiera nos dio una descripci¨®n, sino una emoci¨®n. Nos dijo: ?Aqu¨ª est¨¢ el ¨¢lbum?. Cuando lo escuchas de principio a fin, te das cuenta de que hay una historia. Nos fuimos a Nueva Orleans a las plantaciones de algod¨®n y all¨ª lo entendimos todo. Yo no quer¨ªa vestir a esas mujeres como esclavas, sino como todo lo contrario. Mi idea era: ?qu¨¦ pasar¨ªa si la Historia fuese distinta?, ?y si la gente no hubiera sido arrancada de sus pa¨ªses y forzada a trabajar?, ?c¨®mo ser¨ªan esas bellas mujeres? Por eso las puse de costura, deseaba que estuvieran regias. A la vez, no quer¨ªa que fuesen disfrazadas de ¨¦poca, sino con ropa actual. Beyonc¨¦ marca tendencias y es importante captar ese aire de hace 100 a?os, pero tambi¨¦n el ahora y el futuro. Creo que lo hicimos bien y a¨²n estamos en ello. En los premios BET vest¨ª a las 20 bailarinas al estilo de Lemonade con ropa de ahora, de Dries van Noten a Giambattista Valli.

La experiencia afroamericana es una clave de Lemonade. Ahora se habla mucho de apropiacionismo cultural, se critica a Justin Timberlake o a Iggy Azalea, blancos que se apropian de lo negro. ?C¨®mo se homenajea la cultura negra sin ofender a nadie?

No s¨¦ de d¨®nde me viene, la verdad. Mi familia es ¨ªtaloamericana. Pero yo siempre he trabajado en el ¨¢mbito del hip hop, soy parte de todo esto, he hecho una contribuci¨®n importante. No siento que tenga que demostrar nada. Antes de los social media, cuando me presentaba en una reuni¨®n, me dec¨ªan: ??Oh, vaya, eres blanca!?. Es gracioso y a la vez complicado. Veo que la gente habla de este tema y lo entiendo. Soy una mujer, as¨ª que s¨¦ lo que significa que no te traten de la misma manera que a los dem¨¢s. Con lo que est¨¢ pasando en el paisaje pol¨ªtico en Estados Unidos, estas cuestiones son cada vez m¨¢s dif¨ªciles.

?Cree que con Beyonc¨¦ han alcanzado el estatus ic¨®nico de un Michael Jackson en Trhiller o la Madonna de la Ambici¨®n Rubia?

No creo que Madonna o Michael se dieran cuenta de eso hasta 20 a?os m¨¢s tarde. Yo nunca olvidar¨¦ la primera vez que vi a Michael Jackson hacer el moonwalk. De la misma manera, creo que dentro de dos d¨¦cadas, muchos chavales dir¨¢n: nunca olvidar¨¦ el momento en que vi a Beyonc¨¦ y Kendrick Lamar en el agua en los premios BET. En YouTube y en los conciertos vemos a muchas personas replicando los looks. La gente aparece como personajes de Lemonade o como Beyonc¨¦ en la Superbowl. Ah¨ª es cuando te das cuenta de que todo esto es m¨¢s grande de lo que crees. Nunca planeas: ?Oh, esto va a ser ¨¦pico y durar¨¢ para siempre?; pero al final pasa.

Se declara en contra del esnobismo en la moda.

Soy la archienemiga del esnobismo. Creo que el aut¨¦ntico estilo consiste en no mirar las etiquetas y no mirar el precio. Si estoy en una prueba de vestuario, Beyonc¨¦ nunca me pregunta de qu¨¦ dise?ador es cada cosa, no piensa que tiene que llevar una marca u otra porque es lo que toca. He trabajado con otras estrellas que s¨ª lo hacen, que no llevar¨ªan algo de Forever 21, por ejemplo. Ah¨ª es cuando ves que no pillan la moda.

Es fan de Zara¡­

?Me encanta! Copian muy bien, pero nadie puede enfadarse. Hay muy pocas ideas originales. Con un Dries Van Noten, un Rick Owens o un Gareth Pugh s¨ª puedes decir: ?Esto no lo he visto antes?, pero todos los dem¨¢s est¨¢n en la misma onda.

?Y de Vetements?

Puedo entender que la gente me pregunte por qu¨¦ me gasto 600 d¨®lares en una sudadera. Pues porque me gusta. Aprecio la tragedia y al menos hacen algo diferente. Y te dir¨¦ una cosa: ?los zapatos con el tac¨®n de mechero son comod¨ªsimos! Y eso que prefiero morir antes que tener que quitarme unos zapatos porque son inc¨®modos.