La romantizaci¨®n de la depresi¨®n: por qu¨¦ a algunos fans les cuesta aceptar el giro luminoso de Lorde
La neozelandesa ha aparcado su etapa emo como Billie Eilish se ha pasado al ¡®sexy¡¯ normativo. Ambas hacen el camino de vuelta ahora que tantos otros m¨²sicos abrazan temas m¨¢s oscuros en su m¨²sica.
Hac¨ªa cuatro a?os que Lorde no publicaba m¨²sica nueva, desde su segundo ¨¢lbum, en 2017. Ella misma hab¨ªa explicado que ese trabajo la hab¨ªa dejado exhausta, vac¨ªa. Que el d¨ªa que vio la luz el disco, se encerr¨® en su habitaci¨®n de hotel en Nueva York y se pas¨® el d¨ªa haciendo un puzle gigante. Y, entonces, hace un par de semanas, coincidiendo con el ¨²nico eclipse solar del a?o, la cantante neozelandesa comparti¨® con el mundo su Solar Power. Una canci¨®n pegadiza, mitad Loaded de Primal Scream, mitad Freedom de George Michael, 100 % la nueva Lorde poppy y luminosa.
?Qu¨¦ era aquello?, ?d¨®nde hab¨ªa quedado la chica que se dio a conocer cantando una versi¨®n aun m¨¢s bajonera de la ya de por si sombr¨ªa All Apologies de Nirvana cuando ten¨ªa 17 a?os?, ?la persona que titul¨® su segundo ¨¢lbum, literalmente Melodrama, que cuando sac¨® una minicolecci¨®n de maquillaje con MAC ofreci¨® una versi¨®n compacta del neceser de toda chica g¨®tica que se precie: pintalabios morado oscuro, eyeliner l¨ªquido negro, cara todo lo p¨¢lida que la naturaleza permita?
Tanto con la comentad¨ªsima portada del single, que la muestra a ella saltando con sus nalgas en primer plano ¨Cdice que la tom¨® su mejor amiga, Ophelia, en la playa¨C como la canci¨®n en s¨ª dejan bastante claro que la reinvenci¨®n de la neozelandesa pasa por aparcar la fase emo y abrazar esa nueva personalidad de la que habla en tercera persona en el mail que envi¨® a sus fans coincidiendo con la publicaci¨®n del single: ¡°Sus pies siempre est¨¢n descalzos. Es sexy, juguetona, bestial y libre. Es una chica moderna en un bikini de saldo, en contacto con su pasado y su futuro, vibrando al m¨¢ximo nivel cuando llega el verano. Su piel brilla, sus amantes son muchos. Estoy completamente obsesionada con ella y pronto lo estar¨¦is vosotros tambi¨¦n¡±. La cantante, por cierto, confirm¨® hace unos d¨ªas que no piensa volver a las redes y que adopta el bolet¨ªn, o la newsletter como forma de comunicaci¨®n con sus fans, a los que ha puesto un acr¨®nimo: SCWWTS, siglas en ingl¨¦s de ¡°monada sensible que adora el sol¡±.
El uniforme de la nueva Lorde ya no es negro sino amarillo dorado, como la contraportada de su pr¨®ximo vinilo y como el conjunto de top y falda de Collina Strada que lleva en el v¨ªdeo. La cantante es muy aficionada a dar un tema crom¨¢tico a sus discos y el de Solar Power parece el escaparate de un tienda fast fashion un 20 de junio, todo colores saturados. Habla del mar ¡°aguamarina¡± y de sus mejillas, del tono de ¡°los melocotones demasiado maduros¡±.
Por lo general, la cr¨ªtica recibi¨® bien este giro de gui¨®n. Aunque Pitchfork, en su primera nota de urgencia sobre el single, subrayaba que es ¡°ligero como una pluma, lleno de aire¡±. En The Guardian, Laura Snapes se?ala que la canci¨®n, que se llama igual que el ¨¢lbum, que saldr¨¢ el 20 de agosto, marca su crecimiento como cantante y le felicita por hacer el camino de vuelta de un sonido, el de sus anteriores discos, que ahora est¨¢ presente en todo el pop mainstream. ¡°Desde la producci¨®n esquel¨¦tica y percusiva de Royals a las armon¨ªas vocales, presentes en las partes? m¨¢s destacables del disco de Olivia Rodrigo¡±.
Entre los fans, sin embargo, no hay tanta unanimidad. Aquellos que superaron (o no) sus rupturas escuchando Royals y Melodrama en bucle y que hab¨ªan formado una afinidad electiva con la idea que se hab¨ªan hecho en su cabeza de c¨®mo era esa compositora neozelandesa que utiliza su Instagram para puntuar aros de cebolla fritos no acaban de entender a esta nueva Lorde. Ahora la cantante dice que est¨¢ encantada con que su novio le tome fotos en la playa y tira el m¨®vil al oc¨¦ano para dejarse mecer por las olas. Carpe diem y tal.
El desconcierto que ha generado la cantante es similar y comparable con el que suscit¨® otra artista con la que tiene mucho en com¨²n (ambas lo reconocen y se han estado enviando mensajes en los ¨²ltimos a?os), Billie Eilish. La cantante sorprendi¨® en mayo posando para Vogue en lencer¨ªa ajustada, muy lejos de los exc¨¦ntricos conjuntos oversize con los que se hizo famosa. Resulta llamativo que lo m¨¢s subversivo que se les ha ocurrido a las dos artistas, que han hablado de lo dif¨ªcil que les result¨® ser el foco de una atenci¨®n medi¨¢tica descomunal cuando aun eran adolescentes, haya sido abrazar una imagen sexualizada y normativa.
¡°Lo que m¨¢s me gust¨® de Lorde en sus comienzos y cuando hizo esa maravillosa BSO para The Hunger Games fue la manera sublime que ten¨ªa de transmitir oscuridad a trav¨¦s de sus canciones. Ya no queda nada de eso, y entiendo que los artistas pasan por diferentes ciclos art¨ªsticos pero este tema se me llega a antojar descafeinado¡±, comentaba un usuario en el foro del portal musical Jenesaispop. Otros comentarios: ¡°?qu¨¦ vende?, ?una marca de mojito?¡±. ¡°Perfecto para una canci¨®n de San Miguel?¡±. En Twitter tambi¨¦n muchos tuvieron que pasar su duelo por la fase emo de la cantante. ¡°Lorde me ayud¨® a superar mi primera ruptura y? muchos momentos dif¨ªciles. No me gust¨® Solar Power¡±, comentaba una usuaria llamada Rosalie Rubio. Muchos le daban la raz¨®n: ¡°Ok, Solar Power es demasiado feliz para mi¡±. Hay toda una corriente que opina que prefer¨ªa a Lorde cuando estaba triste.
Lo que ha hecho la neozelandesa, inventarse una nueva personalidad y un universo para un retorno tras un tiempo en segundo plano, forma parte del librillo del pop desde Madonna, y se lo aplican de manera mucho m¨¢s exagerada las mujeres. Taylor Swift, una maestra del asunto ¨Cya lo dijo ella en la canci¨®n Look What You Make Me Do: ¡°La vieja Taylor no se puede poner al tel¨¦fono ?por qu¨¦? Porque est¨¢ muerta¡±¨C. La compositora, cuya ¨²ltima encarnaci¨®n pasa por el folk campestre y el storytelling abord¨® el tema de la reinvenci¨®n constante en su documental de Netflix, Miss Americana en t¨¦rminos m¨¢s marketinianos que rom¨¢nticos: ¡°es un proceso que existe porque vivimos en una sociedad que descarta a las mujeres del entretenimiento constantemente y las echa al cementerio de elefantes a los 35¡±. Tambi¨¦n dec¨ªa: ¡°Todo el mundo es un juguete nuevo durante dos a?os. Las mujeres artistas se han reinventado 20 veces m¨¢s que los hombres. Lo tienen que hacer o pierden su trabajo. Tener que reformarse constantemente, encontrar nuevas facetas de ti misma continuamente que el p¨²blico encuentre brillantes y novedosas¡±. Sonaba francamente agotada.
A veces, los nuevos perfiles que se dise?an en el equipo de las estrellas no terminan de funcionar, como la etapa crooner de Lady Gaga o la gira Bangerz de Miley Cyrus, de la que reneg¨® m¨¢s tarde, cuando volvi¨® convertida en chica playera con jersey de punto con Malib¨². Al p¨²blico, sin embargo, le gust¨® mucho m¨¢s la Miley subida en una bola de demolici¨®n que la siguiente.
Pero si lo de Lorde y Billie Eilish choca y cuesta de aceptar a la primera no es solo porque sea diferente a lo anterior, es tambi¨¦n porque estas nuevas encarnaciones soleadas y desproblematizadas con las que han reaparecido en p¨²blico las dos int¨¦rpretes van un tanto en contra del estado actual del pop y de la cultura mainstream, que ha hecho de la ansiedad su tema principal y del comentario sobre la salud mental casi un rito de paso. La ruptura de tab¨²es en torno a este tema se ha recibido por lo general como una buena noticia, pero, demostrado que cantar (y postear) sobre la depresi¨®n y los trastornos mentales no aleja a los fans sino que los atrae, llega el peligro de banalizarlos. Existen informes para todo y para esto tambi¨¦n: Un estudio reciente de la Universidad de Balamand trat¨® de cuantificar la glamourizaci¨®n de las enfermedades mentales en las redes sociales y se encontr¨® con confesiones como las siguientes por parte de los participantes, todos ellos adolescentes y postadolescentes: ¡°siempre ves foto de gente atractiva y bien vestida al lado de una cita deprimente y eso llama mi atenci¨®n¡±; ¡°la depresi¨®n era atractiva para mi. La exageraba en Tumblr, guardaba fotos tristes y empec¨¦ a hacer dibujos deprimentes. Pasaron unos meses hasta que me la diagnosticaron¡±. ¡°Pens¨¦ que la anorexia era agradable. Quer¨ªa ser anor¨¦xica¡±.
Es mucho suponer que Lorde y aun en mayor medida Billie Eilish, que ha basado su plataforma p¨²blica en hablar abiertamente y de manera sincera de sus problemas, hayan intuido esta corriente y decidido frenar y avanzar en la direcci¨®n contraria ahora que tantos artistas, muchos de ellos menos involucrados en su propia m¨²sica que ellas, est¨¢n yendo por ese camino de una sinceridad quiz¨¢ impostada. Qui¨¦n sabe si se trata de eso o simplemente est¨¢n pasando un buen momento y les apetece a una ponerse un bustier de sat¨¦n y a la otra ense?ar su culo al mundo y cantar sobre la felicidad que da sentir el sol en la cara.
La nueva presentaci¨®n p¨²blica de Lorde y Eilish contradice lo que ya en 2015 la artista Audrey Wollen tipific¨® como ¡°la teor¨ªa de la chica triste¡±, seg¨²n la cual la languidez digital, la exhibici¨®n continua de un estado an¨ªmico depresivo ¡°es una forma de resistencia¡± a lo que entonces ve¨ªa ella como un feminismo demasiado demandante que le exig¨ªa ¨¦xito, politizaci¨®n y relaciones sexuales triunfales. Y va tambi¨¦n contra la intuici¨®n de que el gusto medio tolera mejor a una mujer fr¨¢gil a la que se pueda rescatar que a una con cara de venir de su sexto orgasmo. La nueva Lorde, esta que ella misma define como ¡°sexy, juguetona, bestial y libre¡±, con sus muchos amantes y sus 200 mejores amigos de la escena de Auckland (una web local los ha identificado a todos. Son ingenieros qu¨ªmicos, opositores a notar¨ªas y trabajadores del sector servicios. No, es broma, son it girls, estilistas, escritores, m¨²sicos y presentadores de televisi¨®n) no parece necesitar mucha ayuda. Recuerda mucho al Harry Styles de Watermelon Sugar. De ¨¦l, por cierto, nadie ha dicho jam¨¢s: ¡°Me gustaba m¨¢s cuando estaba triste¡±.
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