Mito sexual y musa negra de Tarantino: el cine quiere rescatar a Pam Grier
Hollywood llevar¨¢ a la gran pantalla la brutal vida de la protagonista de Jackie Brown, todo un icono del cine de los setenta. Fue pareja de Richard Pryor o Kareem Abdul-Jabbar y v¨ªctima de abusos sexuales en repetidas ocasiones.
En 1994, el cineasta Robert Zemeckis adapt¨® la novela de Winston Groom Forrest Gump para convertirla en un taquillazo en todo el mundo. El filme giraba alrededor de la figura inventada de su protagonista, testigo privilegiado de los acontecimientos que marcaron a la sociedad estadounidense durante m¨¢s de treinta a?os. Si Pam Grier decidiera contar su historia en una parada del autob¨²s, quienes la escucharan tendr¨ªan entonces la misma sensaci¨®n de omnipresencia, pero aplicado a la cultura afroamericana. Porque antes de que Oprah Winfrey entrara en los salones del pa¨ªs, de que Black Panther se alzara como un fen¨®meno de masas sin precedentes, de que Viola Davis se llevara un Oscar a casa y Beyonc¨¦ renombrara todo un festival (Beychella); la primera mujer negra en reinar en la industria fue ella. Solo que su vida no fue tan dulce como una caja de bombones. Un icono resucitado por Quentin Tarantino en Jackie Brown y que vivi¨® una vida marcada por el acoso y las relaciones abusivas, desde la infancia y hasta en sus relaciones con algunos de los hombres m¨¢s poderosos de la ¨¦poca. Una superviviente. Hollywood, tan dado a adaptar biograf¨ªas epop¨¦yicas, quiere contar ahora su historia en un biopic titulado Pam. Todo esto contar¨¢n las escenas m¨¢s impactantes del gui¨®n.
A cientos de kil¨®metros de las colinas de Hollywood, en su Carolina del Norte natal, la tragedia llega por primera vez a la vida de Pam Grier. Seg¨²n cuenta en la biograf¨ªa que servir¨¢ como biblia al anunciado filme, Foxy: Mi vida en tres actos, con apenas seis a?os fue violada por dos chicos mayores que ella. Volver¨ªa a sufrir otra agresi¨®n sexual en la universidad y, aunque no est¨¢ incluida en el libro por el consejo legal de sus editores, Grier sostiene que existe una tercera, cometida por un jugador de f¨²tbol americano retirado cercano a su familia. Nunca cont¨® nada de lo sucedido. ¡°Mi abuelo nos ense?¨® a las mujeres las mismas cosas que a los hombres: a cazar, pescar, disparar, conducir un tractor o un barco¡ Si les hubiera contado lo que me pas¨®, habr¨ªan cazado a los chicos que me hicieron da?o. Eso habr¨ªa destruido mi familia, as¨ª que decid¨ª quedarme callada y ver lo fuerte que podr¨ªa llegar a ser con esa energ¨ªa dentro de m¨ª¡±, escribe.
Persiguiendo una carrera en el cine, esta hija de militar lleg¨® a Los ?ngeles al cumplir la mayor¨ªa de edad y fue contratada como recepcionista de una productora. Siendo todav¨ªa una aspirante se enamor¨® de la futura estrella del baloncesto Kareem Abdul-Jabbar. El ala-pivot de los Lakers era por entonces un prometedor jugador universitario?de la universidad de UCLA llamado Lew Alcindor. Fueron pareja durante un par de a?os hasta que este se convirti¨® al Islam, con el consiguiente cambio de nombre. Lo siguiente ser¨ªa un ins¨®lito ultim¨¢tum, un perfecto chantaje: o se convert¨ªa con ¨¦l o ese mismo d¨ªa, a las dos de la tarde, se casaba con otra mujer que s¨ª aceptar¨ªa. La actriz se neg¨® y Abdul-Jabbar cumpli¨® sus palabras. Subi¨® al altar a la profesora de escuela Janice Brown (despu¨¦s llamada Habiba), con quien tendr¨ªa tres hijos. Hoy el deportista es uno de los activistas por los derechos de los negros m¨¢s respetados de todo Estados Unidos.
Tres a?os despu¨¦s de su llegada a California, en la misma productora en la que consigui¨® su primer trabajo, Pam Grier se convierte en toda una estrella. Su cara fue la m¨¢s reconocida de la corriente cinematogr¨¢fica conocida como blaxploitation, que bajo el amparo de grupos activistas como Los Panteras Negras y el funk como banda sonora, ampli¨® el espectro de filmes creados y protagonizados por negros en los setenta. En pel¨ªculas como Coffy o Foxy Brown, Grier da vida a la primera (anti)hero¨ªna negra del g¨¦nero de acci¨®n. Personajes fuertes y decididos que se tomaban la justicia por su mano, plantando cara a las mafias y las autoridades corruptas, cuarenta y cinco a?os antes de que las guerreras de Wakanda se convirtieran en anhelados juguetes de Disney.
Calificada ya de mito sexual en Hollywood, la vida sentimental de la int¨¦rprete continu¨® por un camino tan medi¨¢tico como tr¨¢gico, esquivando a todas las estrellas que la consideraban el trofeo m¨¢s preciado de momento. Sammy Davis Jr, por ejemplo, se obsesion¨® tanto con ella durante una cena que Grier tuvo que huir de la misma escondida en el asiento de atr¨¢s del coche de Liza Minnelli. Su siguiente pareja, el actor Freddie Prinze, era una estrella de la televisi¨®n adicto a la coca¨ªna que termin¨® suicid¨¢ndose en 1977. Las drogas tambi¨¦n supondr¨ªan el final de su siguiente relaci¨®n: esta vez con el c¨¦lebre humorista Richard Pryor (No me chilles, que no te veo), a quien conoci¨® en un rodaje. La actriz rememora en su biograf¨ªa una visita al ginec¨®logo en la que descubri¨® que ten¨ªa una acumulaci¨®n de coca¨ªna en el cuello uterino y la vagina, potencialmente peligrosa para su salud. Ella no consum¨ªa, pero el doctor le advirti¨® de la epidemia que asolaba Beverly Hills: hombres que se pon¨ªan coca¨ªna en el pene para mantener su erecci¨®n. Pryor estaba inmerso en una espiral autodestructiva que meses despu¨¦s le llevar¨ªa a rociarse el cuerpo de ron y prenderse fuego. Poco tiempo antes de eso, la actriz puso fin a una de las parejas m¨¢s famosas de la d¨¦cada de los setenta. Ya se ha confirmado que el exmiembro de Saturday Night Live Jay Pharoah interpretar¨¢ al c¨®mico en la pel¨ªcula.
Al igual que ocurre con la mayor parte de actrices que superan la treintena, cuando Hollywood decide sustituirlas por otras m¨¢s j¨®venes, la mecha profesional de Pam Grier se fue apagando paulatinamente. Recluida durante dos d¨¦cadas en papeles secundarios en pel¨ªculas de serie B y alg¨²n que otro personaje epis¨®dico en televisi¨®n, no ser¨ªa hasta 1997 cuando un cin¨¦filo decidi¨® homenajear a uno de los mitos de su adolescencia. Quentin Tarantino, en la cresta de ola tras el ¨¦xito de Pulp Fiction, escribi¨® exclusivamente para su admirada actriz (los carteles de sus pel¨ªculas decoraban la oficina del cineasta), la que ser¨ªa su tercera pel¨ªcula como director. La azafata de vuelo y contrabandista Jackie Brown supuso una ef¨ªmera resurrecci¨®n de su carrera y una nominaci¨®n a mejor actriz en los Globos de Oro.
El filme tambi¨¦n la llev¨® a cruzarse con Harvey Weinstein, productor de la cinta. A pesar de que ella asegura no haber sido objeto de ning¨²n tipo de acoso por parte del depredador sexual, el esc¨¢ndalo s¨ª la ha afectado directamente, liquidando la que iba a ser su anhelada vuelta a la primera l¨ªnea. Pam Grier formaba parte del elenco, junto a Robert De Niro y Julianne Moore, de la serie que Weinstein y el director David O. Russell (El lado bueno de las cosas) preparaban para Amazon Studios. La ficci¨®n, con el mundo de la mafia como eje tem¨¢tico, fue s¨²bitamente cancelada este pasado octubre tras conocerse las acusaciones contra el productor. Grier ha mostrado su apoyo a las mujeres que han confesado los abusos y las palabras de referentes feministas como Maya Angelou o Gloria Steinem (¨ªntima amiga de la actriz) le sirvieron de inspiraci¨®n para plasmar sobre el papel los terribles episodios vividos. En unos meses los veremos tambi¨¦n en la pantalla grande, en el filme que seg¨²n Grier ser¨¢ ¡°desgarrador, crudo, honesto y precioso¡±. Tanto como su propia vida.
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