El milagro de Ryan Reynolds: de promesa ¡°fracasada¡± y ¡®novio de¡¯ a actor mejor pagado de Hollywood

Solo hay que sumergirse brevemente en la hemeroteca para comprobarlo. Vulture, 2013, titular: ?Por qu¨¦ Ryan Reynolds no puede convertirse en la estrella que Hollywood quiere que sea? New York Post, 2015, titular ¨Cexpl¨ªcito¨C: ?Qu¨¦ co?o le ha pasado a la carrera de Ryan Reynolds? Indiewire, tambi¨¦n 2013, en el art¨ªculo titulado 10 actores de Hollywood que intentaron triunfar y fracasaron, Reynolds ocupa el puesto m¨¢s destacado de una lista en la que le acompa?an nombres como Skeet Ulrich, Taylor Lautner o Alex Pettyfer. La prensa cinematogr¨¢fica se ha cebado durante a?os con la trayectoria profesional del actor canadiense, consider¨¢ndolo como uno m¨¢s de esos quieroynopuedo guapos, tonificados, pero de talento cuestionable, que la meca del cine no duda en desechar si el billete no resulta premiado al primer intento. Pero Reynolds les ha demostrado que estaban equivocados. Seis a?os despu¨¦s de la publicaci¨®n de estos art¨ªculos, en una reinvenci¨®n profesional casi sin precedentes, el int¨¦rprete lidera ahora otra lista en la que est¨¢ acompa?ado de nombres como Tom Cruise o Will Smith: la de los actores mejor pagados de 2019.

La revista Variety ha publicado los sueldos de las estrellas que recibir¨¢n las n¨®minas m¨¢s altas de entre todos los actores de Hollywood en este curso. En una industria cinematogr¨¢fica que valora cada vez con menor intensidad salarial el poder para arrastrar gente a las salas de sus caras m¨¢s conocidas, la aparici¨®n de Reynolds en el primer puesto ha sido recibida como una sorpresa. El canadiense se embolsar¨¢ hasta 27 millones de euros por su papel protagonista en la pr¨®xima gran apuesta de Netflix, Six Underground, un filme firmado por el padre del thriller de acci¨®n esquizofr¨¦nico, Michael Bay, que cuenta la historia de un grupo de millonarios que fingen su muerte para formar un equipo y luchar contra el mal. La noticia coincide con el estreno mundial de Pok¨¦mon: Detective Pikachu, su ¨²ltimo y esperado trabajo en el que presta su voz al querido pok¨¦mon el¨¦ctrico en la versi¨®n original del filme; y con el anuncio de que ser¨¢ padre por tercera vez junto a su esposa, la tambi¨¦n int¨¦rprete Blake Lively, con la que ya tiene dos hijos.

A los 42 a?os, Reynolds ha alcanzado el estatus de estrella sin paliativos que le fue augurado en sus comienzos. El de Vancouver comenz¨® en la televisi¨®n canadiense sin asomarse siquiera a la mayor¨ªa de edad en una serie adolescente y se hizo un nombre en Estados Unidos gracias a la ficci¨®n Tres para todo. Durante los a?os posteriores, el discreto paso por taquilla de filmes como Blade Trinity no ayud¨® a evitar que solo supi¨¦ramos de sus relaciones con artistas como Alanis Morissette y Scarlett Johansson, con quien estuvo casado un par de a?os. Su gran explosi¨®n profesional lleg¨® en el a?o 2009, con el ¨¦xito en la cartelera de la comedia rom¨¢ntica La proposici¨®n, calificada como la Pretty Woman del siglo XXI, y con su decepcionante rol de Deadpool ¨Codiado hasta por ¨¦l mismo¨C en X-Men Or¨ªgenes: Lobezno. Hollywood parec¨ªa preparado para coronar a Reynolds como su nuevo embajador global, pero una serie de sucesivos fracasos de taquilla, con el de la franquicia superheroica Green Lantern como punta de lanza, le llev¨® al punto de declive con el que abr¨ªamos el art¨ªculo.

Mientras que compa?eros de generaci¨®n como Ryan Gosling y Bradley Cooper brillaban con cada vez m¨¢s fuerza, la prensa especializada intentaba analizar los motivos del gafe del actor: mala suerte, papeles arriesgados o la simple carencia del carisma necesario para liderar un reparto. ¡°Dejando a un lado su potencial, Reynolds se ha ganado una reputaci¨®n de protagonista de malas pel¨ªculas; si quiere cambiar eso, quiz¨¢ deber¨ªa dejar de actuar en pel¨ªculas en general¡±, escrib¨ªa el actual periodista de The New York Times Kyle Buchanan. El int¨¦rprete se resisti¨® a darse por vencido refugi¨¢ndose en cualquiera de esas series de HBO que acaban convirti¨¦ndose en un cementerio de estrellas y, a lo Emma Stone en La La Land, tom¨® las riendas para forjarse su propia suerte. Reynolds apost¨® su ¨²ltima carta a la recuperaci¨®n y reinvenci¨®n del personaje del superh¨¦roe Deadpool para el cine, dot¨¢ndole, ahora s¨ª, del humor negro y la violencia festiva que ha hecho c¨¦lebre al personaje. Pero Fox, el estudio que pose¨ªa los derechos, se neg¨® a aprobar el proyecto con ¨¦l como protagonista despu¨¦s de su historial de fracasos.

Tras m¨¢s de un lustro de intentos frustrados, su destino cambi¨® para siempre el d¨ªa que se filtr¨® en Internet un v¨ªdeo con metraje de prueba del filme para consumo interno del estudio. Aunque el autor de esa filtraci¨®n todav¨ªa es un secreto ¨Cno piensen m¨¢s all¨¢ del propio Reynolds o del director de la cinta, Tim Miller¨C, las escenas entusiasmaron tanto a los fans que Fox se vio obligada a dar luz verde al proyecto, eso s¨ª, con limitad¨ªsimos recursos econ¨®micos. ¡°Lo que nos dieron fue el equivalente al presupuesto para coca¨ªna de la mayor¨ªa de pel¨ªculas de superh¨¦roes de estudio¡±, afirm¨® el actor. Deadpool fue un ¨¦xito de p¨²blico y cr¨ªtica, convirti¨¦ndose en el primer filme protagonizado por un superh¨¦roe de acci¨®n real en conseguir una nominaci¨®n al Globo de Oro a la mejor pel¨ªcula de comedia. Las dos pel¨ªculas estrenadas hasta ahora han recaudado cerca de 1500 millones de euros en todo el mundo. Y la carrera de Reynolds resurgi¨® de sus cenizas y los periodistas tuvieron que tragarse su tinta.

Hoy en d¨ªa, medios como The Hollywood Reporter, lo califican como ¡°una fuerza creativa que ha solidificado su posici¨®n en Hollywood¡±. Quiz¨¢ la gran clave de su ¨¦xito actual reside en su indiscutible carisma. Reynolds hace gala de un sarc¨¢stico sentido del humor que conecta con las nuevas generaciones y es todo un as del marketing. Contar con ¨¦l para promocionar una pel¨ªcula te asegura un actor entregado en convertir en viral hasta el tr¨¢iler m¨¢s discreto, como ha demostrado en su trabajo en Deadpool, Pok¨¦mon: Detective Pikachu o en su propia marca de ginebra, Aviation. Su actividad en redes sociales o en su canal de Youtube, siempre rozando los l¨ªmites de la metaficci¨®n y el humor absurdo pero ofreciendo un material indiscutiblemente divertido, se antoja tambi¨¦n como una muestra pionera de lo que significar¨¢ ser una estrella de cine en el nuevo tiempo. El trabajo de alguien que no solo te sienta en la butaca de una sala sino que te arrastra a cualquier medio en el que est¨¢ presente. Ya no vale con saber posar, ahora tambi¨¦n hay que mostrar ingenio. Despu¨¦s de todo, quiz¨¢ aquel perverso titular de Vulture, que se preguntaba por qu¨¦ Reynolds no pod¨ªa ser la estrella que Hollywood quer¨ªa que fuera, estaba en lo cierto.