Sarah Jessica Parker: ?Tengo el privilegio de decidir si trabajar o no?
Desde que ¡®Sexo en Nueva York¡¯ dej¨® de emitirse, Sarah Jessica no hab¨ªa pisado la televisi¨®n. Ahora, 12 a?os despu¨¦s, vuelve con ¡®Divorce¡¯. Y, de paso, regresa a S Moda.
En la puerta del hotel Urso, en Madrid, hay una veintena de adolescentes. Chicas y chicos, con el pelo rosa, botas de plataforma y esos vaqueros ochenteros que ahora causan furor. No importa que sea jueves por la ma?ana, d¨ªa laborable, y que el cielo gris de mediados de diciembre anuncie lluvia en cualquier momento. Dos horas despu¨¦s, cuando salimos del hotel, siguen ah¨ª. La media de edad anda por los 17. Son j¨®venes para haber vivido el boom de Sexo en Nueva York, la serie que catapult¨® a Sarah Jessica Parker all¨¢ por el 2000, pero no hay duda de que, para bien o para mal, la sombra de aquel taquillazo es larga. ??Hab¨¦is visto a Carrie??, nos preguntan. Nos delata la revista que llevamos en la mano, el primer n¨²mero de esta cabecera, que la actriz protagoniz¨® vestida con un traje de luces y que nos acaba de dedicar con su mejor sonrisa. ?Para S Moda, con admiraci¨®n y respeto, Sarah?. Han pasado m¨¢s de cinco a?os, pero se acuerda perfectamente de aquellas fotos. ??Me pusisteis un tocado enorme!?, nos dice. Se refiere a la peineta de L¨®pez Linares, mantilla de encaje kilom¨¦trica incluida, que el equipo de estilismo hizo volar a Nueva York ex profeso para la sesi¨®n.
Hoy Sarah Jessica Parker lleva un look muy diferente al de aquella portada que tanto dio que hablar. Es el lanzamiento en Espa?a de HBO, la cadena de televisi¨®n art¨ªfice de Sexo en Nueva York y a la que ha vuelto con Divorce, serie que produce y protagoniza. Ha elegido un vestido lencero de flores con una americana y unos salones de sat¨¦n morado y tac¨®n de aguja ¨Cdamos por sentado que de su firma hom¨®nima, un ¨¦xito desde su lanzamiento en 2014¨C que hacen pasar inadvertido el hecho de que apenas supera el metro y medio de altura. Por la noche, para la fiesta de presentaci¨®n, lleva el mismo modelo, en dorado. Y un vestido de encaje negro que, colgar¨ªa al d¨ªa siguiente en Instagram, compr¨® esa misma tarde por 30 euros en la tienda vintage Williamsburg, de la calle Velarde, y que el peluquero Serge Normant, tijera en mano, le cort¨® a su medida.
A excepci¨®n de su habilidad para encontrar gangas en tiendas de segunda mano y una debilidad por los Manolos ¨Cla ¨²nica condici¨®n que impuso para ponerle su nombre a una l¨ªnea de zapatos fue que George Malkemus, el CEO de Manolo Blahnik, se embarcase en el proyecto¨C, la int¨¦rprete no tiene nada que ver con aquella columnista enamorada del amor y de la Gran Manzana que marc¨® un hito femenino para, visto lo visto, m¨¢s de una generaci¨®n. Aunque hoy haya quien tache la serie de machista por dar a entender que una mujer no puede realizarse sin un hombre.
Hay vida m¨¢s all¨¢ de Bradshaw
?Carrie era una desconocida para m¨ª la primera vez que le¨ª el guion, y lo fue durante toda la serie, por eso me resultaba interesante. Las decisiones que tomaba, sus relaciones¡ Son completamente diferente a las m¨ªas?, asegura Parker. Y la misma regla aplica a Frances, la protagonista de Divorce, una serie que bien podr¨ªa definirse como la continuaci¨®n sin edulcorar de Sexo en Nueva York: agridulce, real y hasta escatol¨®gica en ocasiones. Humana. ?No es una hollywoodizaci¨®n del divorcio; es aut¨¦ntica?, aclar¨® Richard Pepler, director ejecutivo de la cadena HBO, a The New York Times. ?Hab¨ªa llegado el momento de explorar el matrimonio, y ten¨ªa claro c¨®mo quer¨ªa hacerlo?, nos cuenta Parker. ?Me rondaba la cabeza la historia de una mujer casada viviendo una aventura. Pens¨¦ en una pareja, en el compromiso que hab¨ªan hecho, el tiempo invertido, las elecciones profesionales y personales, el papel de padres, las traiciones, el sentimiento de fracaso¡ Esa idea de dos personas inteligentes actuando de forma cuestionable y tomando decisiones est¨²pidas me resultaba muy interesante. Me gustaba la perspectiva de que, se hubiese pasado por una experiencia semejante o no, la gente se sintiera identificada con ello?, explica.
Eso fue hace cuatro a?os y medio, cuando empez¨® a incubar el proyecto con su productora Pretty Matches, su socia Alison Benson y la cadena HBO. ?Mi planteamiento inicial no era salir en la serie, pero pronto me di cuenta de que la cadena hab¨ªa dado por sentado que yo iba a ser la mujer de esa historia?, comenta. Despu¨¦s lleg¨® Sharon Horgan ¨Cguionista de series como Pulling y Catastrophe, show en el que estaba trabajando Carrie Fisher cuando muri¨®¨C y escribi¨® un papel que no pudo rechazar. ?Me encant¨®. Ya no quer¨ªa que nadie m¨¢s interpretase a Frances?, confiesa.
Si la cr¨ªtica coincide en algo, es en que la int¨¦rprete borda el papel. Tal vez porque, al igual que con Carrie, es completamente ajena a ella. ?No tenemos nada que ver?, incide Parker. Casada con el tambi¨¦n actor Matthew Broderick, con quien tiene tres hijos, el suyo es uno de los matrimonios m¨¢s largos, estables y privados de Hollywood. ?Mi vida me interesa para vivirla, no para llevarla a la pantalla?, asegura.
Puede que a ella no, pero para la prensa rosa, por m¨¢s que le siga sorprendiendo, resulta irresistible. Los paparazzi la esperan a la puerta de su casa para darle los buenos d¨ªas entre flashes. La pregunta de si se ha hecho o no alg¨²n retoque est¨¦tico ¨Cen persona, las arrugas que no pierde el tiempo en disimular apuntan a lo segundo¨C sigue dando m¨¢s de un titular. Y cuando se estren¨® Divorce, los tabloides quisieron ver una alusi¨®n soslayada a su propia crisis matrimonial. Nada m¨¢s lejos de la realidad. ?Como actriz, lo que me interesa es lo que no me resulta familiar. Es la naturaleza de este trabajo: convertirte en otras personas. Mis personajes y yo nos parecemos f¨ªsicamente, pero eso es todo?, sentencia.
Aunque Sarah Jessica se empe?e en marcar las distancias con Frances, la serie toca temas que no le son del todo ajenos. Como la conciliaci¨®n. ?Antes de aceptar el papel le pregunt¨¦ a mi familia. Sab¨ªa el tiempo y la dedicaci¨®n que iban a requerir producir la serie y actuar en ella?, cuenta. No fue un problema. ?No estoy en posici¨®n de ni siquiera pretender que conciliar trabajo y familia sea dif¨ªcil para m¨ª. Tengo el privilegio de decidir trabajar o no, y toda la ayuda que necesito si lo hago. Ese es un tema que deber¨ªas preguntarle a los millones y millones de madres de mi pa¨ªs, y estoy segura que del tuyo, que trabajan para pagar la luz, la comida o el dentista?, reivindica.
A¨²n as¨ª, sus malabarismos profesionales bien merecen un aplauso: act¨²a y produce, y dise?a zapatos, perfumes y, ahora tambi¨¦n, vestidos. People ha situado sus ingresos en 2016 en 58 millones de d¨®lares, pero ella sigue preparando el desayuno a sus hijos cada d¨ªa, saliendo a la calle sin maquillaje y movi¨¦ndose en metro por la ciudad. Nada de ch¨®feres y cocineros. Es una norteamericana m¨¢s. Y una a la que, despu¨¦s de apoyar abiertamente a Hillary Clinton ¨Cy hasta cantar por ella en p¨²blico Tomorrow, el tema del musical Annie, con el que debut¨® en Broadway a los 14 a?os¨C, la inesperada victoria de Trump no ha dejado indemne. ?En eso consiste la democracia. Estoy convencida de que hay gente que no vot¨® a Hillary y le preocupan las mismas cosas que a m¨ª: la educaci¨®n, el medioambiente, el paro¡ Como ciudadana americana ¨Cy vengo de una familia muy ligada a la pol¨ªtica¨C creo que tenemos que pensar en lo que nos une y buscar la forma de mantener el di¨¢logo abierto?, expone. Tendr¨ªa posibilidades si se presentase a las elecciones de 2020. Desde luego, sabe meterse al p¨²blico en el bolsillo: usa el contacto visual a su favor ¨Cayuda el que tenga unos ojos azules hipn¨®ticos¨C y no escatima en sonrisas para ninguno de los presentes. ?Lo de diva sencilla y accesible es real o est¨¢ interpretando ese personaje encantador que lleg¨® a bordar como Carrie Bradshaw? ?Podr¨ªa haber hecho ese papel una y otra vez. Me lo han ofrecido muchas veces. Pero uno: significar¨ªa explotar una experiencia profesional que en su momento fue muy especial. Y dos: ser¨ªa aprovecharse de la audiencia. Incluso pensando que es f¨¢cil y lucrativo para m¨ª, no me gratifica?, asegura.
En lugar de vivir de rentas y aprovecharse del tir¨®n inagotable de Sexo en Nueva York, Parker decidi¨® volver a escena con Frances. El papel supon¨ªa su regreso a la televisi¨®n ¨Cun medio que pens¨® que nunca volver¨ªa a pisar¨C despu¨¦s de 12 a?os. ?No puedes dejarte seducir por lo que es c¨®modo. Ni por lo que otros quieran que hagas. A veces hay que tener el coraje para decir no. Necesito encontrar historias interesantes que contar. Y con Divorce sent¨ªa la presi¨®n de hacer una serie que sab¨ªa que era excepcional y diferente. Lo he hecho lo mejor que he podido. Lo dem¨¢s, no lo puedo controlar?.
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