Shakira y el s¨ªndrome de la famosa sumisa
La cantante presume de que Piqu¨¦ es ?territorial y celoso? y de que no le deja grabar videos con hombres. No es la ¨²nica que aboga por doblegarse ante sus parejas.
Hubo un tiempo en el que Shakira confesaba en sus canciones no saber de f¨²tbol, haber sido infiel y no ba?arse los domingos. Eran sus d¨ªas de morena, cuando la etiquetaban como la Alanis Morissette latinoamericana y mentaba a Marx o Sartre en sus letras. Luego lleg¨® el tinte rubio, el asalto al mercado anglosaj¨®n y el Waka Waka. La colombiana pas¨® de estrella hispana a conquistar las listas de ¨¦xitos mundiales a golpe de cadera y explotando la sexualidad de su mestizaje. Una transformaci¨®n musical y de imagen que ha derivado en erigirse en 'la mujer de Piqu¨¦' y vanagloriarse de ello cada vez que tiene un micr¨®fono cerca. Ahora que vuelve a la palestra medi¨¢tica por su nuevo trabajo ¨CShakira, a la venta el 25 de marzo¨C, la colombiana no se corta en remarcar su papel de mujer sumisa y obediente cada vez que le preguntan por su relaci¨®n.
"Piqu¨¦ es territorial y celoso. Le gusta tenerlo todo bajo control"? cont¨® a una emisora de radio estadounidense a mediados de mes. El mi¨¦rcoles declar¨® al Informativo Noticias Caracol: "Gerard no me deja hacer v¨ªdeos con hombres, es una persona muy conservadora. Te impresionar¨ªa porque es muy joven y ya sabemos c¨®mo son las nuevas generaciones, pero la verdad es que s¨ª, es muy conservador".
La pareja, en la gala del Bal¨®n de Oro de 2011.
Cordon Press
Shakira hac¨ªa referencia a su ¨²ltimo videoclip, Can't remember to forget you, donde fuma puros y comparte cama junto a Rihanna. Otro ejemplo de contenido pseudoer¨®tico en el pop en la l¨ªnea de la provocaci¨®n que vende Cyrus y que tanto han criticado Lily Allen o Katy Perry. Para Shakira, quien decide hasta d¨®nde se puede llegar en su trabajo es su chico.
?C¨®mo llega una mujer independiente, que conoce el ¨¦xito desde la adolescencia, a realizar este tipo de declaraciones? Si echamos un vistazo a la hemeroteca, a la cantante le ha costado definir su papel como mujer, sin dejar nunca claro si es conservadora o liberal. Corr¨ªa 2006 cuando afirm¨® no sentirse part¨ªcipe en la lucha por la igualdad, sum¨¢ndose a esa interminable lista de famosas que confunde la acepci¨®n del feminismo. "No me siento feminista, no quiero lucir ese cartel. Siento mucho mi lado femenino, pero creo que de alg¨²n modo me he acercado m¨¢s al lado masculino de la vida, especialmente en mis relaciones". Tres a?os despu¨¦s, cambi¨® ligeramente de opini¨®n. En una entrevista a Rolling Stone dijo que publicaba el ¨¢lbum She Wolf/Loba para responder "a esa dificultad que tienen las mujeres de satisfacerse a si mismas en un mundo en el que los hombres est¨¢n al cargo. Vivimos en una sociedad que reprime los sue?os del subconsciente de las mujeres¡ Ya sabes, las mujeres tienen que hacer enormes esfuerzos en la vida, mucho mayores que los hombres".
El "s¨ªndrome Shakira" ejemplifica a la perfecci¨®n c¨®mo, en pleno 2014, todav¨ªa hay mujeres de ¨¦xito incuestionable que apuestan por la sumisi¨®n e infravalorarse en sus relaciones personales. Son mujeres capaces de vender millones de discos y acumular premios, mujeres que abanderan ONGs y que viajan a pa¨ªses en desarrollo en adalid de la igualdad social pero que despu¨¦s, a nivel personal, ensalzan la necesidad de control de sus parejas. Que le marquen los l¨ªmites de qu¨¦ hacer y no hacer. Hasta presumen de ello. Porque Shakira no es la ¨²nica.
Miranda Kerr y Orlando Bloom, en la fiesta post Oscar de ¡®Vanity Fair¡¯ en 2013.
Cordon Press
Antes de romper su relaci¨®n a finales de a?o, Miranda Kerr pas¨® por Espa?a y enton¨® un "hay que dejar que el hombre sea el hombre" al ser preguntada por Orlando Bloom. Como si los roles de g¨¦nero de pareja estuvieran sujetos a unas reglas, la australiana que escal¨® en 2013 al segundo puesto de la mejor modelo pagada del mundo (se agenci¨® 5 millones de euros en 2013) ha llegado a decir que "quiz¨¢ soy demasiado tradicional, pero los hombres sienten que es importante que les pidas ayuda, en lugar de que piensen de que puedes hacer las cosas por ti misma". El empoderamiento femenino, para Kerr, pasa por hacerse la ingenua.
Durante toda su campa?a para liderar el partido republicano, a la ultraconservadora y evang¨¦lica Michelle Bachman le pas¨® factura aquella frase que enton¨® en 2006 cuando dijo "Mujeres, ten¨¦is que ser sumisas de vuestros maridos". El a?o pasado, el t¨ªtulo C¨¢sate y s¨¦ sumisa lleg¨® a convertirse en best seller gracias a frases como "debemos dar un paso atr¨¢s en la vida personal", "?tengo que darle la raz¨®n aunque no la tenga? Yo dir¨ªa que s¨ª" y que "en caso de duda, sin embargo, obedece. Som¨¦tete con confianza".
El libro editado por el arzobispado de Granada no es el primero en defender c¨®mo doblegarte ante tu pareja. Candace Cameron, hermana de Kirk Cameron y a la que recordar¨¢n por ser la hermana mayor de Padres Forzosos, acaba de publicar Balancing It All: My Story of Juggling Priorities and Purpose (un t¨ªtulo juega con el Have it all que tanto se repite en EE UU) y en el que defiende la sumisi¨®n tras 17 a?os de matrimonio con un jugador de la NHL y sus tres hijos. "Escog¨ª un rol sumiso en nuestra relaci¨®n porque quer¨ªa hacer todo lo posible para que mi matrimonio y mi familia funcionase", explica en sus p¨¢ginas.
Candace Cameron lleva a?os siguiendo "las ense?anzas de la Biblia", al igual que su hermano (el hom¨®fobo) Kirk Cameron. Lo suyo, por tanto, no sorprende. Pero de mujeres supuestamente liberadas como Shakira o Kerr, s¨ª. Ambas se han molestado en denunciar las injusticias sociales (Shakira lidera la Fundaci¨®n Pies Descalzos y Kerr apoya activamente a la Cruz roja y a Children International) y convertirse as¨ª en roles de conducta a trav¨¦s de su fama. En un pa¨ªs en el que desde la televisi¨®n p¨²blica se dice "o se denuncia un maltrato, o se calla una para toda la vida", vender el rol de sumisa y abnegada no es solo una excentricidad m¨¢s de la fama. Hay consecuencias.
Candace Cameron y su libro en favor de la sumisi¨®n y seguir la Biblia.
Cordon Press
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