Un d¨ªa en Hillsong Barcelona, la iglesia ¡®hipster¡¯ que sigue Justin Bieber
Subidones, lluvia de confeti y un marketing estudiado al detalle. El culto pentecostal de origen australiano, con celebrities como el cantante o supermodelos entre sus feligreses, atrae a unas 2.000 personas cada fin de semana en Espa?a.
Domingo 30 de julio. 11.20 horas de la ma?ana. En el teatre Coliseum de Barcelona, en pleno coraz¨®n de la capital catalana, suena a todo volumen D.A.N.C.E de Justice. Sobre el escenario hay diversos instrumentos, una pantalla gigante y por sus pasillos un equipo de unos 15 j¨®venes voluntarios, bastante atractivos y vestidos de negro, transitan nerviosos con potentes c¨¢maras de fotos, cascos inal¨¢mbricos y pinganillos. Antes de abrir puertas, en la entrada del recinto, al p¨²blico lo ha recibido el ambiente festivo de un photocall rosa decorado con hojas de palmera, c¨¦sped artificial, flotadores y globos XXL como los que los Flaming Lips suben al escenario en sus conciertos. Cuelgan banderolas de colores que parecen sacadas de Pinterest, hay vasos de limonada y sand¨ªa para todos y, para los m¨¢s peque?os, helados o la posibilidad de hacerse fotos con Minions a escala humana. No, no estamos en un festival veraniego al uso. Estamos en la misa dominical de Hillsong Barcelona y hoy es el cuarto aniversario en la ciudad de la iglesia m¨¢s hipster de Espa?a.
En pocos minutos, cuando los 500 feligreses ocupen su sitio, se apagar¨¢n las luces y una banda formada por unas 10 personas iniciar¨¢ un concierto de pop y electr¨®nica cristiana, con referencias constantes a la devoci¨®n por Jes¨²s y al Esp¨ªritu Santo. Su cantante luce un septum (aro en la nariz), hay luces estrobosc¨®picas, se lanza confeti en el cl¨ªmax y los subidones son constantes. En la pantalla gigante y a modo de karaoke, se puede leer la letra?en castellano e ingl¨¦s de lo que est¨¢ sonando, sobreimpresionada sobre unos gr¨¢ficos que parecen salidos de las cortinillas de la MTV. El p¨²blico alza los brazos, salta y corea las canciones desga?it¨¢ndose.?Algunos, bastantes, lloran sin poder contener la emoci¨®n y el ¨¦xtasis. Los asistentes son una mezcla heterog¨¦nea de?grupos de amigos rozando la adolescencia y la veintena, n¨®rdicos rubios y altos con pinta de turistas de paso por la ciudad o familias enteras de origen espa?ol o latinoamericano. En algunas, se distinguen hasta tres generaciones distintas.
Los pastores influencer
Las llaman las misas hipsters porque en esta iglesia pentecostal y protestante, adem¨¢s de todo este halo de festival millenial en su liturgia, se sube a dar el serm¨®n con un MacBook Pro y para hacerlo se visten pitillos o camisetas de los Ramones. As¨ª lo hacen sus dos atractivos pastores, el barcelon¨¦s Juan Mej¨ªas y Damsy Mich, un matrimonio de veintea?eros ¨C¨¦l, 28; ella, 29 reci¨¦n cumplidos¨C con pinta de influencers o blogueros de lifestyle. Podr¨ªan serlo, entre los dos suman 28.0000 seguidores en sus estudiadas e inspiracionales cuentas personales de Instagram. Sobre el escenario se muestran hiperexcitados y con el tono acelerado. Dicen palabras como ?flipa?, ?escuchad que esto es muy guay? o simplifican y aligeran los textos de la Biblia con bromas sobre suegras o t¨®picos sobre los catalanes y los andaluces.
?No nos molesta la etiqueta de modernos, por supuesto que toda esta imagen est¨¢ proyectada adrede?, apunta Mej¨ªas tras el oficio, m¨¢s relajado ahora que sobre el escenario. Suena de fondo One More Time de Daft Punk, mientras los m¨¢s aletargados abandonan el recinto y Mej¨ªas se sienta junto a su mujer para la entrevista. ?Cuando empezamos, parec¨ªa que los espa?oles no encontraban su hueco, como si la iglesia se hubiese quedado atr¨¢s?, apunta Mich. ?Vimos que lo mejor era explicarlo de otra manera, que no sea una realidad distinta de lo que viven de lunes a s¨¢bado, sino que a trav¨¦s de la creatividad, del arte y de todo lo que hacemos aqu¨ª encuentren su sitio?, dice ella, mientras un ni?o corre a abrazar a su marido y a felicitarlo por su serm¨®n. Un discurso para celebrar el cuarto aniversario basado en? Jerem¨ªas:29, la carta a los exiliados a Babilonia, que le sirvi¨® para hacer s¨ªmiles entre el texto y c¨®mo se ha multiplicado Hillsong Barcelona. Durante el serm¨®n, dedic¨® un 60% del tiempo a hacer especial hincapi¨¦ en la necesidad de recursos y donaciones econ¨®micas para subsistir y poder conseguir un espacio donde reunirse ¨Cla iglesia ha transitado por varias discotecas y salas de Barcelona hasta recaer en este teatro¨C.
?La iglesia protestante no tiene ayudas de Gobierno?, nos apunta ¨¦l despu¨¦s. ?Aqu¨ª la donaci¨®n es libre, no pedimos cantidades marcadas ni exigimos cuotas?, especifica sobre su financiaci¨®n, si bien en su serm¨®n se marc¨® un momento al m¨¢s puro estilio Lola Flores contra Hacienda al pedir que ?si cada uno? de los asistentes le diese ?5 euros? Hillsong Espa?a podr¨ªa avanzar hacia sus objetivos. De pasar el cepillo, o como aqu¨ª llaman, ¡®el acto de ofrenda¡¯, se encarg¨® de anunciarlo poco antes sobre el escenario su mujer, mientras una decena de voluntarios ofrec¨ªa la posibilidad de pasar la tarjeta en dat¨¢fonos. Adem¨¢s del cl¨¢sico sobre en cubos, tambi¨¦n era posible pagar a un n¨²mero de cuenta o mediante c¨®digos promocionales de su web.
Mej¨ªas y Mich siguen el modelo habitual que utiliza Hillsong, la iglesia pentecostal fundada en Australia en 1983 y que lleva m¨¢s de una d¨¦cada asaltando las ciudades de medio planeta a la b¨²squeda de j¨®venes urbanitas que se unan al evangelismo. La m¨²sica es su principal baza, una disc¨®grafica que funciona de forma independiente y que es su lado m¨¢s conocido. Han vendido m¨¢s de 16 millones de discos por todo el mundo (el tema Oceans, por ejemplo, acumula m¨¢s de 40 millones visionados en YouTube) y su banda, Hillsong United, acaba de estrenar un documental, Let Hope Rise. La iglesia en s¨ª lleva varios a?os en el disparadero medi¨¢tico, especialmente por Carl Lentz, el pastor tatuado e hiperfibrado de Nueva York que presume en redes de codearse con Jay Z, algunas de las Kardashian u Oprah Winfrey y que ahora se ha convertido en confidente espiritual de Justin Bieber.
El efecto ¡®celebrity¡¯: en EE UU, Justin Bieber; en Espa?a, Alves y familiares? de futbolistas
Cuando el canadiense anunci¨® la semana que cancelaba lo que quedaba de gira del Purpose Tour, fuentes cercanas a Hillsong indicaron al portal TMZ que lo hac¨ªa para dedicar m¨¢s tiempo a su ?despertar espiritual?. Bieber es amigu¨ªsimo de Lentz, no deja de subir fotos con el pastor a su Instagram y hasta visit¨® con Haley Baldwin, cuando eran pareja, una de las convenciones australianas de la iglesia. Muchos creen que su implicaci¨®n con Hillsong podr¨ªa imitar el modelo de Tom Cruise en la Cienciolog¨ªa. La semana pasada, durante el incidente en el que atropell¨® accidentalmente a un paparazzi, fue al salir de una misa de Hillsong en Beverly Hills.
Bieber no es el ¨²nico en acudir a esta iglesia. Nick Jonas se ha dejado fotografiar a su salida , as¨ª como Vanessa Hudgens o Kendall y Kylie Jenner. Selena Gomez se anim¨® a cantar por sorpresa en un concierto de una de las bandas de la iglesia en Los Angeles. Otro pastor que muchas veces aparece como speaker en Hillsong Beverly Hills, Rich Wilkerson, Jr., de la iglesia Vous, fue el que ofici¨® la boda de Kim Kardashian y Kanye West.
Esa conexi¨®n con las celebrities tambi¨¦n ha llegado a Espa?a. ?En Barcelona hemos tenido a la actriz Anna Sophia Robb, los chicos de la serie Violetta a su paso por la gira mundial y tambi¨¦n a futbolistas y sus familiares, como Adriano, Alves o la ex novia de Neymar?, apunta Hich, mientras Mej¨ªas asegura que ?Carl, el pastor de Nueva York, es muy medi¨¢tico, facilitado porque en el mundo anglosaj¨®n la fe protestante esta mucho m¨¢s normalizada, no como en Espa?a, que la gente suele decir, eso qu¨¦ es y nos ven como bichos raros?, lamenta.
Modernos por fuera, conservadores por dentro
Pese a todo su dise?o gr¨¢fico, sus barbas cuidadas o sus looks impostados de urbanitas, en Hillsong son incapaces de posicionarse sobre el aborto o la homosexualidad. ?Aunque modernizamos el envoltorio y lo hacemos todo m¨¢s joven, conservamos el mensaje?, asegura Mej¨ªas. ?Somos una iglesia cristiana y la Biblia es la base de nuestra creencia. Yo siempre digo que somos una iglesia muy relevante y moderna en algunos aspectos, pero tambi¨¦n somos conservadores. En un sentido correcto, conservador no significa ser un tost¨®n o juzgar a todo el mundo?, apunta. Mientras el pastor espa?ol asegura que ?que pensamos en el respeto a la vida respecto al aborto? y que ?defendemos el matrimonio entre el hombre y la mujer?, por otro lado juega al despiste asegurando que su iglesia no cierra las puertas a nadie y que ?nunca nos ver¨¢s con carteles condenando a nadie?.
?Podr¨ªa acudir una pareja gay a sus misas? ?S¨ª, nuestro eslogan es ¡®ven tal como eres¡¯, y literalmente es as¨ª?, dice Mej¨ªas, mientras Mich a?ade que ¡°no estamos aqu¨ª para comerle el coco a nadie y convencer de nada a nadie¡±. Mensajes que chocan con los vistos en los libros que se pod¨ªan adquirir a la entrada de su misa: ejemplares para esposas sumisas tipo Como ser la mujer de proverbios 31 (?una nueva manera de definir lo que es una mujer piadosa, esposa y madre?) o La batalla de cada mujer joven (?protege tu mente, tu coraz¨®n y tu cuerpo en un mundo saturado de sexualidad?).
Un pasado con abusos a menores y pastores mis¨®ginos
La iglesia no ha estado exenta de pol¨¦micas. Un antiguo pastor australiano, Pasquale ¡°Pat¡± Mesiti, fue acusado de pegar a su mujer en la nochevieja de 2015 mientras iba borracho y a otro estadonidense, Mark Driscoll, se le prohibi¨® su presencia en una convenci¨®n australiana despu¨¦s de varias quejas por discursos mis¨®ginos en los que aseguraba que las mujeres hab¨ªan sido creadas para ser ?hogares de penes? y que EEUU se hab¨ªa convertido en una naci¨®n ?vaginizada? donde los chicos eran criados por ?feministas solteras y amargadas que envidian a los penes?.
El hijo del fundador de Hillsong, el pastor Brian Houston, tuvo que declarar en la Royal Comission australiana contra los abusos en la iglesia hace un par de a?os admitiendo que conoc¨ªa que su padre, Frank Houston, hab¨ªa abusado de nueve ni?os en Australia y Nueva Zelanda y que entr¨® en conflicto de intereses cuando conoci¨® la noticia, en 1999. Brian Houston inici¨® una investigaci¨®n y reuni¨® a la junta nacional de Hillsong para denunciarlo, pero nunca lo hizo p¨²blico en las distintas iglesias. ?Para Brian, nuestro pastor fue muy complicado y lo tuvo que confrontar, pero lo que caus¨® la Royal Comission de Australia es que la Iglesia diesa un paso adelante y se pusiera a la vanguardia en la protecci¨®n de menores?, dice Mej¨ªas al respecto, mientras asegura que en su iglesia ?jam¨¢s ocurrir¨¢n este tipo de atrocidades?.
La expansi¨®n espa?ola de Hillsong
Hace cuatro a?os Mej¨ªas y Himch empezaron Hillsong en Barcelona ?reuniendo a seis personas para leer la Biblia y rezar en un Starbucks?. Lo hicieron despu¨¦s de que su pastor de Londres, ciudad a la que volaban cada dos domingos para acudir a las misas de Hillsong, les dijese ?mirad chicos, est¨¢ fenomenal que veng¨¢is aqu¨ª, pero desde Londres no cambi¨¢is nada. ?Por qu¨¦ no prob¨¢is en Espa?a??. Mej¨ªas hab¨ªa pasado por la Hillsong School en Australia, donde acudi¨® a los 18 a?os a estudiar recomendado por un amigo que viv¨ªa all¨ª y que le dijo que aquella iglesia ?lo estaba cambiando todo?. Damsy pasaba los veranos con ¨¦l y hace seis a?os volvieron aqu¨ª. Trabajaron de profesores de ingl¨¦s hasta hace a?o y medio, mientras la iglesia en Barcelona pas¨® de esas charlas en cafeter¨ªas a salas de discoteca y ahora a llenar teatros. Aseguran que su financiaci¨®n es aut¨®noma respecto a Australia (?cada iglesia se organiza por si misma?) y hace unos meses abrieron sede en Madrid, donde viajan cada domingo para ofrecer la misa de la tarde en el palacio de la prensa. En las dos sedes hay doblete ese d¨ªa, por la ma?ana y por la tarde, para acoger a unas 2.000 personas en total. ?Cuando lo empezamos todo ¨¦ramos muy j¨®venes, ten¨ªamos 24 a?os. Jam¨¢s imagin¨¢bamos que lo har¨ªamos tan pronto?, aseguran.
Ahora, tras varios a?os pasando de sala a sala, dicen tener una relaci¨®n estupenda con la iglesia cat¨®lica espa?ola y con la Generalitat. El arzobispado de Barcelona les dej¨® el templo del Tibidabo para su misa de Semana Santa y en a?o nuevo les cedieron una parroquia. ?Creo que con el paso de tiempo se han dado cuenta de que no somos raros y nos han dejado mogoll¨®n de locales?, dice Mej¨ªas e indica que ellos son capaces de llenar un vac¨ªo que los cat¨®licos han dejado escapar. ?La gente est¨¢ decepcionada y busca algo nuevo. Ya sea con yoga o con clases de meditaci¨®n. La sociedad mediterr¨¢nea es muy espiritual, y esa inquietud est¨¢ ah¨ª. Ellos est¨¢n buscando otras opciones y otros canales para conectar?. El suyo es uno que llega con lluvia de confeti y un subid¨®n eterno, con bombo a lo Skrillex, por y para Jes¨²s.
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