Ya est¨¢n aqu¨ª las rivales de las Kardashian
Comparten presencia medi¨¢tica y la inicial del apellido, pero Jenni Kayne y sus hermanas parecen ignorar la existencia de otra familia con la que, muy a su pesar, tienen muchas cosas en com¨²n.
Un apetito desmedido por figurar y dos estilos divergentes apenas separados por unos pocos kil¨®metros. As¨ª podr¨ªamos resumir los destinos de dos familias que se distinguen en la forma pero no en el fondo. Criadas sobre el c¨¢lido regazo del poder¨ªo econ¨®mico y social de pap¨¢, las hermanas Kayne han desarrollado sus carreras personales y profesionales sin sobresaltos. La seguridad que ofrece ese desahogo les ha permitido dedicarse a lo que m¨¢s les gusta, y nadie observa en ellas la ansiedad t¨ªpica por sobresalir de otros sujetos a los que no les dieron todo hecho. Como las Kardashian, valedoras del ¨¦xito sin talento, que a fuerza de perseverar han fundado uno de los clanes m¨¢s medi¨¢ticos del siglo XXI. Hay quien ya se ha puesto a compararlas, pero para algunos el desnivel est¨¦tico es insalvable. Si la trillada vida y obra de unas, monitorizada hasta el agotamiento, ya no tiene secretos, la de las Kayne es todav¨ªa un misterio para muchos. Pero, ?qu¨¦ se esconde tras las acomodadas existencias de Jenni, Saree y Maggie?
En las tres hijas del acaudalado financiero Richard Kayne no hay atisbo de inseguridad, esa fiel y silente gu¨ªa hacia la devastaci¨®n. Ellas viven bien y son felices. ?Acaso deben pedir perd¨®n por haber nacido entre algodones? Jenni es la mayor y la cara m¨¢s conocida de las hermanas. Dise?adora de moda, lleva a?os vistiendo a cantantes y actrices de Hollywood al frente de la firma que lleva su nombre. Su estilo amable, que ni sobresale ni patina, se mueve en las c¨®modas aguas de la moda deportiva para gente de bien, en la l¨ªnea de Donna Karan o Ralph Lauren. No se trata de ning¨²n capricho o aventura para vestir a las amigas, pues ha desfilado en la semana de la moda de Nueva York y su empresa va como un tiro. Con tiendas en West Hollywood, Brentwood y Montecito, todas en California, sus dise?os los han llevado Beyonc¨¦, Anne Hathaway, Jessica Alba o Jennifer Garner.
Como mandan los c¨¢nones, las Kayne llevan a cabo importantes proyectos filantr¨®picos y habitan en Beverly Hills. Jenni vive en una preciosa mansi¨®n de estilo mediterr¨¢neo ?o lo que sea que quiera decir eso para un americano? con su marido y sus ni?os, Tanner y Ripley Jewel. Cuenta con un exitoso blog de estilo de vida llamado Rip+Tan ?adivinen por qu¨¦?, donde ofrece consejos para seguir una vida saludable y muestra las cosas que le hacen feliz. ?Sus temas favoritos? La cuidad¨ªsima huerta ecol¨®gica que tiene en su jard¨ªn y las recetas vegetarianas que prepara con los alimentos que recoge. La prensa especializada ya mima a Jenni: Marie Claire, Elle, Harper's Bazaar, ?Hola! o W han publicado su trabajo, impulsado por las apariciones p¨²blicas de otras celebridades como Gwyneth Paltrow, Kristen Stewart o Jessica Biel, que tambi¨¦n han confiado a nuestra protagonista su guardarropa.
A sus 30 a?os, Jenni ha conseguido todo lo que se esperaba de ella. Igual que Maggie, de 28, y Saree, de 25. La primera lleva una joven pero potente galer¨ªa de arte llamada Kayne Griffin Corcoran: en septiembre inaugur¨® una exposici¨®n del artista franc¨¦s Fran?ois Morellet, y en breve acoger¨¢ una exhibici¨®n comisariada por el director de cine David Lynch. Saree, por su parte, es doctorando en la universidad de Stanford. Las tres, cuya popularidad crece de forma exponencial gracias a la prensa de post¨ªn, tienen un espejo c¨®ncavo en el que mirarse: las hermanas Kardashian. Khlo¨¦, Kourtney, Kendall, Kyle y Kim (los hermanos Rob, Brody y Brandon son casi invisibles).
Kim, Kourtney y Khlo¨¦ Kardashian.
Cordon Press
Sus casos responden a las caracter¨ªsticas del esperpento en el mejor sentido de la palabra. La realidad deformada y exagerada, como bien explicaba Max Estrella. A diferencia de las Kayne, ninguna de las Kardashian cuenta con un trabajo al uso. Ellas ejercen de famosas. Diez a?os despu¨¦s de su salto a la fama por la inoportuna ?o no tanto? filtraci¨®n del v¨ªdeo er¨®tico que protagoniz¨® junto al rapero Ray J, Kim Kardashian supo maquillar su debut y resurgir como una empresaria de ¨¦xito. Con ocho temporadas al frente de Keeping up with the Kardashians y tres spin off ?Kourtney and Kim take New York, Kourtney and Kim take Miami y Khlo¨¦ and Lamar?, los realities que cuentan el d¨ªa a d¨ªa de su numerosa familia, han conseguido erigirse en una saga de mujeres hechas a s¨ª mismas.
Despu¨¦s de las Bront? ?Anne, Emily y Charlotte? o las Gabor ?Zsa Zsa, Magda y Eva?, nada como el talento de las Kardashian y la clase de las Kayne como referencias para definir dos formas modernas de descollar. El imperio 'K' ahora es bic¨¦falo. Nuevas ricas frente al abolengo de toda la vida; el estilo marrullero revestido de Givenchy frente al lujo discreto. Que cada cual elija su trinchera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.