Boicotear galletas de las ¡®Girl Scouts¡¯, el ¨²ltimo absurdo ataque a Alexandria Ocasio-Cortez

Lo que le est¨¢ ocurriendo a Alexandria Ocasio-Cortez parece un chiste, as¨ª que comencemos con uno: ¡°Corre por la red un v¨ªdeo de hace cinco a?os en el que se ve a AOC cruzando una calle del centro de Manhattan sorteando coches. ?Que dimita de inmediato!¡±. Lo que no es tan gracioso es que chistes as¨ª podr¨ªan dejar de serlo, dados los enconados esfuerzos que los conservadores est¨¢n llevando a cabo para desacreditar a una de las sorpresas del actual panorama pol¨ªtico estadounidense, no importa lo peque?a y rid¨ªcula que sea la excusa.

En un pa¨ªs en el que, en plena Guerra Fr¨ªa, el Macartismo se dej¨® de sutilezas y consigui¨® equiparar en la mente de muchos estadounidenses socialismo y comunismo, no se digieren nada bien las propuestas socialistas-dem¨®cratas de la mujer m¨¢s joven en ocupar un esca?o en la c¨¢mara de representantes. En su agenda pol¨ªtica, similar a la de otros l¨ªderes de la izquierda estadounidense como Bernie Sanders, esta mujer de 29 a?os y de origen puertorrique?o aboga por una subida de impuestos para atajar la creciente desigualdad en Estados Unidos, por una sanidad y una educaci¨®n p¨²blicas, por el desmantelamiento de la polic¨ªa fronteriza, la legalizaci¨®n de la marihuana o la implementaci¨®n del Green New Deal,?un plan medioambiental que aspira al uso total de energ¨ªas limpias para 2050.?Adem¨¢s, su dominio de las redes sociales enerva mucho a sus contrincantes pol¨ªticos, celosos de su destreza millennial y de su extraordinario poder de convocatoria (el v¨ªdeo en el que interroga en una sesi¨®n del congreso sobre las agujeros en la financiaci¨®n de las campa?as electorales por los que se cuela la corrupci¨®n ha superado los 40 millones de visualizaciones), hasta el punto de que algunos la consideran la n¨¦mesis digital de Trump.

As¨ª, cuando no intentan sacar a relucir trapos aparentemente ¡®sucios¡¯ de su pasado, publicando v¨ªdeos ya virales como en el que baila?durante su ¨¦poca de estudiante en la Universidad de Boston (?qu¨¦ privilegiada!) o escarbando en su perfil bancario para airear bajos niveles crediticios (raz¨®n suficiente, al parecer, para no ejercer la pol¨ªtica), siembran el terror entre su electorado interpretando muy alegremente sus propuestas.?Como que su Green New Deal es un intento de prohibir las hamburguesas en Estados Unidos ¡°como una vez so?¨® Stalin pero nunca consigui¨® hacer¡±, que su intenci¨®n es ¡°matar a todas las vacas¡±, como dijo el senador republicano Tez Cruz, o, como coment¨® el mismo Trump, que sus ideas conseguir¨¢n que todos los estadounidenses ¡°terminen comiendo perros¡±.

Pues bien, hace unos d¨ªas, la comentarista conservadora Jane Chastain llamaba al boicot de Thin Mints, unas galletas de caramelo de menta recubiertas de chocolate que las Girl Scouts venden para recaudar dinero, y todo porque AOC perteneci¨® a dicha organizaci¨®n de peque?a. ¡°Las Girl Scouts est¨¢n muy lejos de lo que eran cuando yo era joven, cuando nos ense?aban a poner a Dios y al pa¨ªs por delante de todo lo dem¨¢s [¡­] As¨ª que, antes de decidir si quieres celebrar el D¨ªa de la Mujer o comprar las galletas, preg¨²ntate si le ir¨¢ mejor al pa¨ªs con m¨¢s congresistas como la joven socialista Alexandria Ocasio-Cortez¡±, escrib¨ªa Chastain. ¡°Es desafortunado que alguien boicotee las galletas de las Girl Scouts para justificar err¨®neamente una postura pol¨ªtica personal a expensas de millones de ni?as en todo el pa¨ªs?, rezaba un comunicado que la organizaci¨®n envi¨® a Refinery29. Seg¨²n el mismo, en la actualidad el 60% de las mujeres que ocupan esca?os en todo el arco pol¨ªtico del congreso fueron girl scouts en su d¨ªa, una experiencia ¡°que les ayud¨® a convertirse en las mujeres que son hoy¡±. AOC no tard¨® en responder a la columnista con un tuit: ¡°Boicotear galletas que ense?an a las ni?as habilidades de liderazgo para meterse con los dem¨®cratas, ?buen trabajo!?, escribi¨®. ¡°Dame 10¡å.

Este no es el primer ataque que han recibido estas galletas por parte de la facci¨®n conservadora estadounidense. Suelen ser un objetivo f¨¢cil porque, como afirm¨® Kate Tuttle en una columna de opini¨®n en The New York Times, ¡°las Girl Scouts se han convertido es una especie del hombre del saco para los conservadores¡± por su adherencia a valores como la justicia social, la diversidad y la inclusi¨®n o porque ¡°algunos iconos feministas suelen recordar su experiencia en las Girl Scouts como una fuente de fortaleza y confianza que dio prop¨®sito a sus vidas¡±.

En una entrevista publicada recientemente en Vanity Fair, AOC se defiende de todos estos ataques: ¡°Lo que creo es que han visto a una mujer de color, latina nada menos, de clase trabajadora y origen humilde conseguir un despacho en el congreso y han dicho: ¡®No podemos permitir que tenga credibilidad, porque si no vendr¨¢n m¨¢s, y es preciso impedir que otras personas como ella accedan a un cargo¡±. Y contin¨²a: ¡°No voy a dejar que me afecte. Parece que est¨¦n diciendo: ¡®?C¨®mo es que no para despu¨¦s de todo esto? ?Se supone que deber¨ªa hacerlo! [¡­] Seguid comport¨¢ndoos como ni?os, pero no me vais a parar, no vais a conseguir parar este movimiento¡±.

Vista la tenacidad con que el ala conservadora est¨¢ queriendo minar la credibilidad de Ocasio-Cortez, esta tendr¨¢ que aguantar muchos embistes?si consigue sacar adelante m¨ªnimamente sus propuestas. Pero seguro que, como ha hecho hasta ahora, se lo tomar¨¢ con mucho humor.