Cate Blanchett o por qu¨¦ muchas mujeres prefieren que les llamen actor y poeta antes que actriz y poetisa
La int¨¦rprete australiana ha defendido el t¨¦rmino que considera gen¨¦rico por encima del espec¨ªfico para mujeres. En Espa?a el debate se centra en las palabras poeta y poetisa.

Hace dos semanas, el Festival de Berl¨ªn decidi¨® eliminar la diferenciaci¨®n de g¨¦neros en sus premios y aglutinar en uno ¨²nico las interpretaciones masculinas y femeninas. La discusi¨®n se centr¨® en su nombre, Best Actor (Mejor actor), t¨¦rmino que en ingl¨¦s se considera v¨¢lido tanto para mujeres como hombres. El equivalente espa?ol que usaremos para que se entienda esta neutralidad de g¨¦nero ser¨¢ int¨¦rprete.
La actriz Cate Blanchett ataj¨® la pol¨¦mica durante el reciente Festival de Venecia, en el que ejerc¨ªa de jurado. ?Siempre me he referido a m¨ª misma como int¨¦rprete (actor en la declaraci¨®n original en ingl¨¦s)?, respond¨ªa a la pregunta. ?Pertenezco a la generaci¨®n en la que la palabra actriz se usaba casi siempre de forma peyorativa. Por tanto, reclamo el otro espacio?. Para demostrar su teor¨ªa, pregunt¨® a los periodistas italianos si exist¨ªa un equivalente femenino para la palabra maestro. La respuesta, claro, era no.
Blanchett no es la primera en posicionarse en contra de ese t¨¦rmino en ingl¨¦s. Su compa?era de profesi¨®n Whoopi Goldberg asegur¨® en una entrevista con The Guardian: ?Una actriz solo puede interpretar a una mujer. Soy int¨¦rprete: puedo actuar de lo que quiera?.
Actriz, una palabra negativa en ingl¨¦s
La historia de la palabra podr¨ªa tener que ver. Su origen se remonta al a?o 1700, seg¨²n el diccionario Oxford. Sin embargo, ellas pod¨ªan subirse a las tablas desde 1656, cuando el rey Carlos II de Inglaterra lo permiti¨®. Es decir, entre la orden que abr¨ªa esta profesi¨®n a las mujeres y la acu?aci¨®n del t¨¦rmino actriz pasaron cinco d¨¦cadas en las que se refer¨ªan a ellas como actores.
Sin embargo, la aparici¨®n de este vocablo tuvo un doble rasero. Por un lado, se refer¨ªa a la profesi¨®n de la mujer. Por otro, pod¨ªa ser usado para cuestionar la moral de quienes se dedicaban a esta profesi¨®n. El poeta y dramaturgo?John Dryden fue de los primeros en usar el t¨¦rmino, para evocar ?el intercambio de amor que se daba entre bambalinas, donde las actrices propon¨ªan indecencias a los hombres casados?, como recoge Los Angeles Times.
En la d¨¦cada de los 70 y los 80 del pasado siglo, la ola feminista reivindic¨® actor para ellas. La actriz?Zo? Wannamaker (Mi semana con Marilyn, Harry Potter y la piedra filosofal) explic¨® a la BBC en 2005 que en esos a?os pesaba un estigma sobre la palabra. ?En especial en este pa¨ªs, en Gran Breta?a, el t¨¦rmino actriz parec¨ªa tener la connotaci¨®n de ser una prostituta?.
El peri¨®dico The Guardian, en su libro de estilo, tambi¨¦n descarta actriz desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. En ¨¦l se puede leer ?Usar tanto para hombres como mujeres int¨¦rpretes; no utilizar actriz a menos que vaya en el nombre de un premio, como el Oscar a la Mejor actriz?. Para el diario, el t¨¦rmino est¨¢ tan obsoleto como lady doctor (doctor mujer) o male nurse (enfermera hombre), normales en los tiempos en los que las profesiones se sol¨ªan reservar a un g¨¦nero.
David March, autor de la gu¨ªa de estilo de la publicaci¨®n, defendi¨® as¨ª su postura en la BBC: ?Si quiero decir que Judy Dench es la mejor int¨¦rprete (actor) de Gran Breta?a, no es ambiguo, significa que es mejor que todos. Si utilizo actriz, quiere decir que es mejor que Helen Mirren y otras actrices, por lo que no digo lo mismo?.
?Poeta o poetisa?
En Espa?a, este conflicto surge con las palabras poeta y poetisa. Al parecer, una gran mayor¨ªa de escritoras de poes¨ªa prefieren el t¨¦rmino poeta. Gloria Fuertes lo expon¨ªa as¨ª: ?La poes¨ªa es femenina, ?la mujer es poeta! El hombre¡, que sea poeto?.
Ana Vidal, fil¨®loga, investigadora y docente en la Universidad de Barcelona, coincide con el pensamiento de la madrile?a. ?La palabra poeta procede de poeta-poetae. El ¨¦timo latino forma parte de la primera declinaci¨®n que, en conjunto, es femenina, salvo por un segmento reducido de palabras?, explica al otro lado del tel¨¦fono. ?Dentro de esta casu¨ªstica, est¨¢ poeta que, junto a nauta y otros t¨¦rminos que refieren profesiones, son ¡®excepciones¡¯ de g¨¦nero masculino dentro de una ra¨ªz marcadamente femenina.?Desde mi punto de vista, este desarraigo (est¨¢ separaci¨®n del n¨²cleo femenino) recorrer¨¢ a la palabra para siempre. Ya los antiguos reconocieron el principio femenino en lo po¨¦tico, sin embargo, lo masculino se apropi¨® de ese principio para ponerlo al uso del poder y la autoridad?.
Esta apropiaci¨®n de la que habla Vidal motiv¨® a la invenci¨®n del t¨¦rmino poetisa para designar a la mujer que escribe poes¨ªa. En el Diccionario latino-espa?ol de 1492, Antonio de Nebrija recoge poeta para hombre y para mujer. No fue hasta 1737, seg¨²n el?Breve diccionario etimol¨®gico de la lengua castellana?de Juan Coromines, que se registr¨® por primera vez en castellano poetisa Es decir, durante m¨¢s de dos siglos, la mujer se consideraba tambi¨¦n poeta.
Nerea Aguado,?experta en comunicaci¨®n y marketing y de formaci¨®n y voluntariado en favor de la igualdad y los derechos humanos, opina en su blog que ?quiz¨¢ los hombres se vieran amenazados, y de ah¨ª el surgir de una cr¨ªtica po¨¦tica que infravalorase la poes¨ªa escrita por mujeres.?Tambi¨¦n como opini¨®n propia, los autores hombres no quisieran incluir a las mujeres en las antolog¨ªas (?os suena la ausencia de?Las SinSombrero?en tantas antolog¨ªas de la generaci¨®n del 27?)?.
La palabra poetisa, como explica?Susan Kirkpatrick en?Antolog¨ªa po¨¦tica de escritoras del siglo XIX,?se utilizaba a menudo para ridiculizar a las mujeres que practicaban el verso. Aguado lo ejemplifica con un extracto de Solos, de Leopoldo Alas, Clar¨ªn. ?La poetisa fea, cuando no llega a poeta, no suele ser m¨¢s que una fea que se hace el amor en verso a s¨ª misma?. Ya a finales del siglo XIX, ante la afrenta, muchas se defend¨ªan del t¨¦rmino, como Rosario de Acu?a, que escribi¨® un poema (que recoge Aguado en su entrada sobre este conflicto) en el que rechaza esa calificaci¨®n. ?Si han de ponerme nombre tan feo, todos mis versos he de romper?, se lee en una de las estrofas.
La fil¨®loga Ana Vidal considera al patriarcado, al poder, responsable de este retorcimiento de la lengua. ?La gran mayor¨ªa de los creadores de la historia de la cultura se sumergen en lo femenino, pero muy pocos lo honran, legitiman, reconocen o consagran. Este traspaso meton¨ªmico de g¨¦nero (de lo femenino a lo masculino), en definitiva, esta conquista y apropiaci¨®n de lo femenino se produce tambi¨¦n en relaci¨®n con otras profesiones?, cuenta. Ve un claro ejemplo en la cocina. ?La cocina no es considerada como arte hasta que no la ejercen los cocineros. La tradici¨®n femenina es una tradici¨®n sin artistas porque el arte tal como llega a nosotros en origen es una apropiaci¨®n donde las mujeres como en tantas otras dimensiones quedan neutralizadas?.
Adem¨¢s, Aguado indica que el reclamo de la palabra poeta tiene sentido en tanto que su?sufijo de g¨¦nero se corresponde con la forma asociada tradicionalmente al g¨¦nero gramatical femenino.
En defensa de actress y poetisa
Pese a lo anteriormente expuesto, ahora varias mujeres se movilizan para reapropiarse de dichos t¨¦rminos. La actriz Fiona Shaw (Harry Potter) encuentra utilidad al t¨¦rmino actress, tal como cont¨® a la BBC en 2005. ?La experiencia de ser actriz difiere totalmente de ser actor. Pensar que poniendo el mismo nombre las experiencias se igualar¨¢n no es m¨¢s que una farsa?. Para la int¨¦rprete, se reivindica el logro de ganarse la vida como tal. ?Por cada ocho papeles para ellos, hay uno para ellas. No veo el peso de la verg¨¹enza, sino una insignia por el esfuerzo?.
En Espa?a, tambi¨¦n encontramos mujeres que prefieren el t¨¦rmino poetisa. Ana Rossetti la prefiere ?d¨¢ndole contenido y reivindicando a las buenas poetisas que ha habido y que hay, en vez de evitar una palabra solo porque su uso anterior la haya estigmatizado. Tambi¨¦n las palabras, sobre todo si est¨¢n bien hechas y cumplen una funci¨®n, tienen derecho a dignificar su contenido?.
A Aguado este uso actual le recuerda a la reapropiaci¨®n de los insultos. ?Como se ha hecho muchas veces desde colectivos discriminados, es el caso de negra o negro, marica, bollera o zorra. Si usas un t¨¦rmino de manera despectiva para decir que hay algo mal en m¨ª, yo lo usar¨¦ para destacar esa cualidad y caracter¨ªstica con orgullo?.
La ecofeminista y poetisa Marta Abad¨ªa concuerda en su p¨¢gina con las razones de Shaw para decantarse por actriz. ?[¡]?y para nada creo en la minusval¨ªa de las poetisas, de las mujeres, sino en su hero¨ªsmo hist¨®rico y salvador de la vida, castigado por el mundo masculino y patriarcal?, escribe. ?Si reivindico decir?poetisa, pues, es b¨¢sicamente porque me gusta; porque me individualiza, porque me siento incluida, nombrada y referenciada en el seno de esa palabra hermosa que suena a poes¨ªa, a m¨²sica y a historia, a magia y a creaci¨®n con la palabra, y tambi¨¦n a mujer¨Cpersona que hace esos actos tan bellos y vitales como simb¨®licos y ¨²nicos?.
Abad¨ªa, tambi¨¦n, le quita importancia a su origen peyorativo. Y lo hace contraponiendo el t¨¦rmino a otro de uso com¨²n: mujer. ?Tiene una etimolog¨ªa lamentable, pues viene de?mullier, en la antigua Roma, donde solo las casadas pod¨ªan ser?mullier.?Las dem¨¢s no eran nada si a partir de la pubertad no se casaban. La ra¨ªz de?mullier?es?mull¨C, que significa?muelle, blanda, adaptable, o?moll¨C, ya que las vocales son muy variables, que significa?mojada, h¨²meda, confortable.?Un origen dependiente, definido por el var¨®n, para y por su conveniencia, que en nada ennoblece al ser mujer, pero resulta que es el t¨¦rmino que tenemos?.
Otros grandes nombres de las letras (?Jorge Guill¨¦n, Antonio Machado, Rosa Chacel o Carmen Conde) se han posicionado a favor de poetisa. Todos haciendo un uso vac¨ªo de contenido negativo del t¨¦rmino, y por razones similares.
La Real Academia Espa?ola, en su af¨¢n por adaptarse a los tiempos y las demandas sociales, ha ido cambiando las acepciones de poeta y poetisa. Antes de 2001, defin¨ªa poeta como el hombre que escribe poes¨ªa y poetisa como la mujer que escribe poes¨ªa. Ante el reclamo del uso de poeta para ellas, opt¨® ese a?o por mantener poetisa intacto y definir poeta como la persona que escribe poes¨ªa. Abad¨ªa fue cr¨ªtica con esta decisi¨®n. ?Al aceptar la acepci¨®n?poeta?para ¡°persona que escribe poes¨ªa¡±, est¨¢ fijando un uso que se ha hecho com¨²n para hombres y mujeres. Fija un uso, pero no le da esplendor, ni lo limpia, sino confunde y tal vez ?denigra? Lo argumento as¨ª:?poeta?resulta que se convierte en gen¨¦rico de ?persona que escribe poes¨ªa?.?Pero poetisa, ?qu¨¦ es? Si?poeta?es toda ¡°persona que escribe poes¨ªa¡± y?poetisa?es ¡°mujer que escribe poes¨ªa¡±, ?ser¨¢ entonces que para la RAE la mujer que escribe poes¨ªa no es persona (a no ser que se llame poeta)??.
Ante este desprestigio, la RAE se corrigi¨® y ahora congrega los dos t¨¦rminos en un mismo art¨ªculo, con dos acepciones iguales para las dos palabras. ?Persona que compone obras po¨¦ticas? y ?Persona dotada de gracia o sensibilidad po¨¦tica?.
La elecci¨®n del t¨¦rmino, por tanto y seg¨²n el organismo encargado de vigilar la lengua espa?ola, queda en manos de los hablantes. Tambi¨¦n de las poetas y poetisas, que est¨¢n en su derecho de reclamar uno u otro t¨¦rmino, con el que se sientan m¨¢s c¨®modas. Como propone Abad¨ªa, ?el asunto ni siquiera tiene que ser pol¨¦mico?. Y se deber¨¢ usar el t¨¦rmino que uno prefiera o que escoja su interlocutora. ?Cuando leo poes¨ªa escrita por una mujer, en principio, como no s¨¦ c¨®mo prefiere llamarse a s¨ª misma, le aplico la palabra que m¨¢s respeto para ella:?poetisa. Ahora bien, si como algunas amigas poetas que tengo, esa mujer prefiere llamarse?poeta, pues para ella dir¨¦ poeta. Pero seguir¨¦ reivindicando la filosof¨ªa detr¨¢s de la palabra?poetisa, porque me parece sugerente, bella, po¨¦tica, cargada de referencias hist¨®ricas, de libertad, de juego, de m¨²sica y de alegr¨ªa de ser as¨ª?.
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