¡®Contra el Silencio¡¯, el conmovedor documental que destapa los abusos sexuales del rey del hip hop
Movistar + estrena Contra el silencio, un conmovedor documental que describe a trav¨¦s de testimonios los abusos sexuales a los que fueron sometidas algunas compa?eras que trabajaron con Russell Simmons, el cofundador del sello Def Jam. Adem¨¢s, analiza c¨®mo las mujeres negras se han sentido fuera del movimiento MeToo.
¡°?Qu¨¦ le falta al Me Too? Es dif¨ªcil decirlo, pero no creo que sea coincidencia que la mayor¨ªa de las mujeres de Hollywood que han dado la cara sean blancas y hayan tenido ¨¦xito. Si nos fijamos en la distribuci¨®n del poder en Estados Unidos vemos a los hombres blancos en lo m¨¢s alto y a las mujeres de color en lo m¨¢s bajo. Y eso hay que tenerlo muy en cuenta cuando hablamos de qui¨¦n da un paso al frente y cuenta su experiencia ante un abuso o una agresi¨®n sexual¡±. Con estas palabras de la escritora y periodista Bim Adewunmi arranca el documental Contra el silencio (On The Record), de Kirby Dick y Amy Ziering. La cinta, que este viernes 19 de febrero llega a Movistar+, se centra en las v¨ªctimas que a lo largo de los ¨²ltimos a?os han denunciado p¨²blicamente haber sido agredidas por Russell Simmons, el cofundador del famoso sello discogr¨¢fico Def Jam Recordings.
Simmons, conocido como el ¡°padrino del hip hop¡± (a ¨¦l se le debe el ¨¦xito global de nombres tan influyentes en el g¨¦nero como Beastie Boys, LL Cool J o Public Enemy), durante d¨¦cadas fue un intocable de la industria. Al menos, hasta el 19 de noviembre de 2017. Justo ese d¨ªa, en las p¨¢ginas de Los Angeles Times, su nombre se asoci¨® con el de uno de sus mejores amigos, el productor de cine Brett Ratner. En dicho art¨ªculo la modelo Keri Claussen Khalighi no solamente detall¨® c¨®mo Ratner la viol¨® en 1991 a las puertas de cumplir la mayor¨ªa de edad, sino que adem¨¢s se?al¨® a Simmons como c¨®mplice porque fue testigo de la escena y no la socorri¨® al pedir ayuda. Ambos negaron las acusaciones, pero ese testimonio fue clave para que una exempleada de Def Jam, Drew Dixon, rompiera su silencio un mes despu¨¦s en The New York Times.
Dixon, la verdadera protagonista del documental, en 1995, a sus 24 a?os, ten¨ªa una carrera envidiable. Por entonces trabajaba como ejecutiva de A&R en la propia Def Jam. Y aunque en un principio tuvo que enfrentarse a varios comentarios machistas, r¨¢pidamente se gan¨® el respeto de sus superiores al convertirse en una de las descubridoras de algunos de los nuevos talentos m¨¢s importantes de la ¨¦poca. Ciertamente, en lo profesional, la vida le sonre¨ªa. Pero todo cambi¨® la noche que Simmons, en el Caf¨¦ Tabac de Nueva York, intent¨® encerrarla en un armario para besarla. Dixon lo rechaz¨®, pero tras ello ¨¦l no ces¨® de acosarla en la oficina. ¡°Siempre se disculpaba y se mostraba arrepentido¡±, cuenta ella. Sin duda, estaba aterrada ante la idea de perder aquel puesto por el que tanto hab¨ªa luchado.
El suceso m¨¢s tr¨¢gico aconteci¨® tambi¨¦n en 1995 cuando Simmons, despu¨¦s de tomar unas copas en el Bowery Bar, la invit¨® a su apartamento con el pretexto de pedir un coche. Ella se neg¨®, pero el magnate de la m¨²sica insisti¨® en que ten¨ªa que escuchar una maqueta que guardaba en casa. Curiosamente, el reproductor de CD estaba en el dormitorio. ¡°Lo siguiente que recuerdo es que estaba desnudo, con un preservativo, y me agarr¨®. Me agarr¨®, me tir¨® a la cama y me inmoviliz¨®. Yo le dec¨ªa que no. Me dijo que dejara de luchar con una voz muy fr¨ªa, amenazante y distante que nunca, nunca hab¨ªa o¨ªdo en ¨¦l¡±, narra en la cinta. Asimismo, Dixon se dio cuenta de que unas esposas colgaban del dosel de la cama. A pesar de no usarlas, se asust¨® tanto que se desmay¨®, lo cual es un mecanismo de autopreservaci¨®n habitual en las supervivientes de agresiones sexuales.
¡°Lo siguiente que recuerdo es que estaba en la ba?era con ¨¦l desnudo. Me dijo: ¡®Ahora que t¨² y yo nos estamos acostando, Drew, saldremos y follaremos todo el tiempo¡¯¡±, apostilla. Tras escuchar esas palabras se visti¨®, camin¨® 22 manzanas para llegar a su apartamento y, con la ropa puesta, se derrumb¨® en la ducha: ¡°En ese momento me vi reducida a la nada. No era nada. Era basura. Era una cosa f¨ªsica que ¨¦l utilizaba para su placer¡±. A los pocos d¨ªas present¨® su carta de renuncia. No interpuso una denuncia porque pens¨® que nadie la creer¨ªa.
Un a?o despu¨¦s Dixon entr¨® a trabajar en Arista Records. Sin embargo, en el 2000, cuando L.A. Reid se puso al frente de ese sello, revivi¨® sus peores pesadillas: las insinuaciones sexuales de su nuevo jefe volvieron a marcar su d¨ªa a d¨ªa. Su negativa a acostarse con ¨¦l tuvo consecuencias directas para artistas que, por aquel entonces, intentaban conseguir su primer contrato discogr¨¢fico. Sin ir m¨¢s lejos, a modo de venganza, Reid se neg¨® a fichar a Kanye West y a John Legend. En 2002, desesperanzada, ¡°simplemente hui de mi sue?o, de mi pasi¨®n¡± y tom¨® la decisi¨®n de abandonar para siempre la industria musical.
Contra el silencio cuenta con el testimonio de otras siete mujeres que afirman haber vivido episodios similares con Simmons. Entre ellas, la activista y escritora Sil Lai Abrams, quien el 28 de junio de 2018 comparti¨® su historia en The Hollywood Reporter. Del mismo modo, a lo largo de su hora y media de duraci¨®n, el documental pone en relieve otros temas como la actitud mis¨®gina y sexista que el hip hop ha enaltecido a trav¨¦s de sus letras y sus videoclips; el actual papel del Me Too fuera de los m¨¢rgenes de Hollywood, o el rechazo y el descr¨¦dito social que un gran n¨²mero de mujeres de color han sufrido pese a ser v¨ªctimas de abusos. Sobre todo, dentro de la propia comunidad afroamericana. Ah¨ª est¨¢ el caso de la modelo?Desiree Washington, quien llev¨® a juicio a Mike Tyson, o el de la abogada Anita Hill, que en 1991 testific¨® p¨²blicamente que el nominado a la Corte Suprema, Clarence Thomas, la hab¨ªa acosado sexualmente cuando trabajaba para ¨¦l.
¡°Al principio muchas mujeres negras no se sent¨ªan identificadas con el Me Too porque pensaban: ¡®Es estupendo que esa mujer haya hablado y la apoyamos como persona, pero no es nuestro movimiento¡¯. La necesidad y el deber que las mujeres de color sentimos de proteger a los hombres de color es un obst¨¢culo para nuestra propia protecci¨®n¡±, explica Tarana Burke, una de las fundadoras del movimiento iniciado en 2017 tras darse a conocer el esc¨¢ndalo de Harvey Weisntein. A?su vez la periodista Joan Morgan dice:?¡°Muchas mujeres de color permiten que la lealtad racial compre su silencio porque no pueden conciliar la idea de ser part¨ªcipes de un sistema penal que ha sido tan duro con los hombres de color. Hist¨®ricamente sabemos que una de las justificaciones para el linchamiento de los hombres de color ha sido la agresi¨®n sexual. As¨ª que con el tiempo se ha desarrollado en la comunidad negra la conciencia de que el linchamiento es una expresi¨®n de la supremac¨ªa blanca. Es una expresi¨®n particular la proyecci¨®n sexual de los hombres negros como peligrosos¡±. El miedo a ser tachadas de traidoras entre los suyos, lamentablemente, contin¨²a siendo un gran estigma en Estados Unidos.
Contra el Silencio no ha estado exento de pol¨¦mica. Inicialmente, Oprah Winfrey iba a ejercer de productora ejecutiva, pero repentinamente se desvincul¨® del proyecto d¨ªas antes de que el documental se estrenara en enero de 2020 en el Festival de Sundance. Tal como The New York Times recogi¨®, la estrella televisiva aleg¨® diferencias creativas con los directores y confes¨® que Simmons se puso en contacto con ella varias veces e intent¨® presionarla. Sea como fuere, hoy en d¨ªa, ya son una veintena las mujeres que han tenido el valor de hablar alto y claro sobre el cofundador de Def Jam. De momento ning¨²n juez le ha citado, pero gracias a todas ellas, al fin, se han destapado las cloacas del hip hop.
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