Las mujeres van a abortar acompa?adas por mujeres: el mito de la amistad femenina y el tab¨² del aborto en el cine
De tab¨² inaccesible a g¨¦nero cinematogr¨¢fico. Una nueva oleada de directoras reivindica los derechos reproductivos de las mujeres siempre en sororidad y explorando, por qu¨¦ no, el prisma de la comedia.
La multipremiada fot¨®grafa Laia Abril investig¨® hace a?os para su proyecto On Abortion? los peligros¨ªsimos m¨¦todos, a lo largo de la historia y sin importar el territorio, a los que las mujeres se hab¨ªan sometido hist¨®ricamente para abortar. En el proceso de documentaci¨®n, siempre sol¨ªa encontrarse con un mismo patr¨®n. Un registro de notas y apuntes orales de los consejos de mujeres ¨Camigas, vecinas o conocidas¨C sobre los m¨¦todos que cre¨ªan por aquel entonces que, a la desesperada, pod¨ªan funcionar, como arrancarse un diente de cuajo sin anestesia, tragarse el huevo de un cuervo o cruzarse la sangre menstrual con otra mujer. O como ocurr¨ªa a principios del siglo XX en Nueva York, cuando las jud¨ªas del Lower East Side se recomendaban, susurr¨¢ndose en voz baja unas a otras y a espaldas de sus parejas, escaldarse la vulva en ba?eras con agua hirviendo cuando sus maridos no estuviesen en casa.
Acceder a un aborto de forma segura hoy en d¨ªa? puede seguir siendo un reto lleno de inseguridades y desamparo m¨¦dico y legal seg¨²n el territorio en el que se resida, pero ese proceso de acompa?anamiento femenino ha mutado a trav¨¦s de figuras como las doulas del aborto, mujeres que?proporcionan apoyo emocional, informativo y f¨ªsico sin prejuicios a las personas que se someten a abortos por embarazos no deseados, deseados o abortos espont¨¢neos. Son mujeres que, lejos de aconsejar con m¨¦todos insalubres y con peligro de muerte,?remiten a las pacientes a las l¨ªneas telef¨®nicas de ayuda, enjuagan sus l¨¢grimas y charlan con ellas sobre sus hijos, sus desplazamientos y, todo el papeleo al que se deben enfrentar.
Paralelamente a esta era de la acompa?ante institucionalizada, las narrativas culturales tambi¨¦n han cambiado. Desde el territorio indie Gillian Robespierre abri¨® el camino con Obvius child?(2014), demostrando que en una comedia rom¨¢ntica una pod¨ªa abortar y tener un final feliz sin dramas y, desde entonces, otras directoras y guionistas han ganado terreno y tomas de decisi¨®n en la industria, lo que ha propiciado un nuevo espectro en la ficci¨®n alejado de paternalismos en los derechos reproductivos de las mujeres.
Desde la pura comedia al realismo social, ha explosionado una nueva forma de hacer cine sobre el aborto, una cinematograf¨ªa desde el prisma femenino que se acerca a la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, o la prevenci¨®n a toda costa de uno no deseado,?sin que el proceso tenga que interpelar a las espectadoras como una f¨¢bula moralista o, directamente, inexistente, porque el aborto durante muchas d¨¦cadas jam¨¢s se contemplaba como opci¨®n plausible. Y lo m¨¢s importante, en esta nueva hornada el acercamiento siempre se proyecta desde la amistad femenina, desde el v¨ªnculo m¨¢s veros¨ªmil al que se puede aferrar quien conoce el camino: el de dos mujeres apoy¨¢ndose hasta el final del proceso, sin juzgarse y sin reproches a cambio por tomar una decisi¨®n totalmente personal.
Ah¨ª est¨¢ el crudo acercamiento realista y sin prejuicios sobre la marginalidad (econ¨®mica y social) de las j¨®venes que buscan un aborto en EE UU que expone Nunca, casi nunca, a veces, siempre,?de Eliza Hittman, directora de Beach Rats y disponible para su visionado en Movistar. Una pel¨ªcula?que acumula 28 galardones, pas¨® por la Berlinale ¨Cdonde se llev¨® el Oso de Plata del gran jurado¨C y en la que brilla el v¨ªnculo pr¨¢cticamente silencioso, que no necesita palabras sino hechos, de sus dos protagonistas, Sidney Flanagan y Talia Ryder.
En el lado m¨¢s c¨®mico de la balanza est¨¢?Plan B, que se podr¨ªa etiquetar como la Booksmart de la pastilla del d¨ªa despu¨¦s. A sus 36 a?os, la actriz Natalie Morales, hija de refugiados cubanos y conocida por sus papeles en Parks and Recreation o Death to me, ha hecho doblete debutando como directora este 2021. Uno de sus proyectos es esta comedia con guion de?Joshua Levy and Prathi Srinivasan en el que dos chavalas, hijas de inmigrantes y en las ant¨ªpodas al imaginario de la cheerleader rubia de instituto, har¨¢n todo lo posible para conseguir la pastilla del d¨ªa despu¨¦s (conocida como Plan B en EE UU) despu¨¦s de que Sunny (Kuhoo Verma) tenga su primera experiencia sexual aprovechando que su madre estaba fuera de la ciudad y se quede dormida borracha tras una fiesta con el cond¨®n dentro. Ser¨¢ su mejor amiga, Lupe (Victoria Moroles), la que acudir¨¢ al rescate para conseguir la preciada p¨ªldora, ya que ambas viven en Dakota del Sur y all¨ª los farmac¨¦uticos pueden rechazar venderla por motivos ideol¨®gicos. Toda una odisea entre amigas que funciona tanto como reivindicaci¨®n por la libertad reproductiva femenina como canto a la amistad adolescente en la onda de pelis de colegas metidos en l¨ªos como Supersalidos.
Otras dos amigas que recorren buena parte de EE UU en su coche para poder conseguir un aborto seguro y no clandestino son Veronica (Haley Lu Richardson) y Bayley (Barbie Ferreira) en la divertid¨ªsima Unpregnant (disponible en HBO), una refrescante comedia para una tarde de verano en la que dos conocidas del instituto y supuestas enemigas limar¨¢n asperezas cuando una de ellas, la responsable y sabelotodo Veronica, descubre que se ha quedado embarazada de un novio bobo que le importa poqu¨ªsimo y del que ya no quiere saber nada m¨¢s. Una road movie de colegas en las que la directora, Rachel Lee Goldenberg quiso romper tab¨²es dentro del g¨¦nero de la comedia. ?Estoy orgullosa de?mostrar una historia en la que una chavala quiere un aborto y puede conseguirlo. Me enorgullecer¨ªa contribuir a una desestigmatizaci¨®n o normalizaci¨®n de la interrupci¨®n del embarazo, ya pas¨¦ por uno y est¨¢ bien poder transmitir ese consuelo al mundo?, cont¨® la directora a The Playlist. Como resume su protagonista en un momento de la pel¨ªcula, todo siempre se reduce al ya cl¨¢sico: ?Es mi cuerpo y es mi decisi¨®n?.
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