De c¨®mo once mujeres vascas cambiaron la vida de las mujeres de este pa¨ªs (y casi nadie lo sabe)
El tercer cap¨ªtulo del premiado podcast ¡®(De eso no se habla)¡¯ te cuenta la historia de las Once de Basauri en cuarenta minutos. Te pondr¨¢ los pelos de punta mientras destapa un hito silenciado dentro de nuestra memoria social.
Suena a banda de s¨²per hero¨ªnas, ?verdad? Y as¨ª lo fueron, pero ni ellas mismas parecen saberlo. As¨ª lo ser¨ªan probablemente si hubieran sido ¡°Los 11 de Basauri¡± y si hubieran defendido el cierre de cualquier f¨¢brica vizca¨ªna durante la reconversi¨®n industrial en esa misma ¨¦poca, los convulsos setentas. Ellas simplemente fueron detenidas en 1976, acusadas de practicar y haberse sometido a pr¨¢cticas abortivas, cuando el aborto a¨²n era delito en nuestro pa¨ªs. Juzgadas durante un largo proceso que dur¨® casi una d¨¦cada, su barricada fue su cuerpo. Su ¨¦pica, la del estigma y el silencio. Su caso, el detonante para que el movimiento feminista se movilizara para pedir su absoluci¨®n y para agitar la bandera del derecho al aborto libre. Movilizaciones que no cesar¨ªan hasta conseguir los avances legislativos que culminaron en la despenalizaci¨®n del aborto en 1985.?
As¨ª que s¨ª, estas once personas jugaron un papel determinante en el hecho de que t¨² y yo podamos decidir hoy sobre nuestros cuerpos y sobre nuestras vidas. Poca cosa, ?verdad? Pero, insisto, ?te suenan de algo? ?Has o¨ªdo hablar de ellas? Probablemente si seas vasca y/ o feminista puede que s¨ª. O puede que no. Nuestra genealog¨ªa est¨¢ hecha a base de huecos, remendones, cortes, tachones y silencios. No te voy a destripar la historia porque lo mejor es que, son¨¢ndote o no, pinches autom¨¢ticamente en el play y escuches (me apuesto algo a que no podr¨¢s hacerlo sin soltar alguna l¨¢grima o sin que tu piel se ponga de gallina) Una placa en mi pueblo, el tercer cap¨ªtulo del premiado podcast (De eso no se habla), creado por Isabel Cadenas Ca?¨®n junto a un equipo fant¨¢stico de mujeres: Laura Casielles, Vannessa Rousselot y Paula Morais.?
?C¨®mo se construye un silencio as¨ª?
?Pero por qu¨¦ a¨²n no hay una serie en Netflix contando esta historia?, te preguntar¨¢s. ?Por qu¨¦ nos hemos tragado todas Mrs Am¨¦rica y somos capaces de ubicar perfectamente las peleas entre Gloria Steinem y Betty Friedan y otros conflictos del feminismo norteamericano de la Segunda ola mientras que no sabemos recomponer la genealog¨ªa del movimiento aqu¨ª, reconocer a las mujeres que han posibilitado nuestra libertad sexual y reproductiva? Silencio inc¨®modo. Tranquila, la culpa no es tuya. La propia Isabel Cadenas, nacida y criada en Basauri, tampoco se hab¨ªa percatado de la placa que celebra la lucha que conllev¨® el juicio a Las 11 de Basauri. As¨ª fueron bautizadas por la Asamblea feminista de Bizkaia, que supo articular una campa?a, una lucha, unos c¨¢nticos, que conmovieron a toda una sociedad y una ¨¦poca. Que supo romper el silencio de un proceso que, de otro modo, hubiera sido nuevamente invisibilizado. Porque los silencios en la historia de las mujeres se apuntalan desde muchos frentes. Y cuando adem¨¢s, est¨¢ en juego un tab¨² y un estigma social como el del aborto, un silencio que a¨²n hoy respira entre nosotras, cuando la lucha se encarna el cuerpo de las mujeres, la invisibilidad tiene todas las papeletas para cristalizarse como una capa de hielo duro.?
Y eso tambi¨¦n es lo que cuenta este episodio, la propia pesquisa de Isabel Cadenas Ca?¨®n, documentalista sonora, nacida y criada en Basauri, feminista militante, para romper esas m¨²ltiples capas de silencio, encontrar a una de Las once y hacer lo que sabe hacer y hace una y otra vez en este podcast: practicar la escuchar como primer paso para romper esos dichosos silenclos. Y, lo m¨¢s importante, contar buenas historias a partir de los mismos. Finalmente una de las once mujeres procesadas entonces decidi¨® hablar con Isabel despu¨¦s de treinta y cinco a?os de estar callada, casi sin saber que lo estaba. A veces, los silencios son tan enormes, que sus protagonistas ni siquiera tienen conciencia de habitarlos. En Estados Unidos, donde este proyecto fue premiado para su desarrollo por la m¨ªtica productora PRX dentro del programa Google Podcast Creator (fue el ¨²nico podcast europeo en recibir esta financiaci¨®n entre multitud de postulantes), no entend¨ªan bien esta cuesti¨®n de nuestros silencios. ¡°Cre¨ªan que hablaba de tab¨²es. Y les ten¨ªa que explicar que no se trataba de eso, que en Espa?a los silencios vienen del miedo¡±.?
La responsabilidad de romperlo
Hablo con Isabel el d¨ªa despu¨¦s de que hayan recibido una menci¨®n especial del jurado del Premio Ondas de radio 2020, por el cap¨ªtulo Preguntan por ti, que nos desvela otro silencio, el de la madre de la poeta Rosana Acquaroni, quien no se ci?¨® al modelo de mujer que la Espa?a nacionalcat¨®lica ten¨ªa preparado para ella, y por eso mismo tuvo que callar. Isabel y todo el equipo han estado celebrando desde ayer con un punto de incredulidad, es un reconocimiento inesperado, pero muy merecido. La comunidad que han sabido crear desde antes del lanzamiento del podcast lo corrobora lanzando aleluyas en las redes.?
Todos los episodios requieren una dedicaci¨®n y entrega m¨¢xima, desde la producci¨®n hasta el montaje y, por supuesto, el gui¨®n, pero Isabel reconoce que ¨¦ste, el de Las 11 de Basauri, ha entra?ado una especial dificultad, por muchas cuestiones. En primer lugar, la dificultad de encontrar a alguna de ellas que se animara a hablar. Durante estos treinta y cinco a?os todas ellas se han mantenido, deliberadamente o no, a la sombra de los medios, de las investigaciones, ya de por s¨ª escasas sobre su caso, y hasta del propio movimiento feminista. Unas protagonistas sin voz dentro de un silencio. ?Por qu¨¦? En parte, sin duda, por ese estigma que sigue conllevando la cuesti¨®n reproductiva y en concreto todo lo referente al aborto, un estigma heredado que hace que sus familias puedan sentirse con derecho a vetar posibles significaciones. De nuevo el miedo, y el control sobre el cuerpo y la voz p¨²blica de las mujeres. Los silencios de las mujeres, a veces, ni siquiera nos pertenecen del todo, de ah¨ª otra dificultad para romperlos. Ni siquiera llegamos a tener agencia plena sobre ellos. ¡°Pero, por otra parte, tambi¨¦n, por un sentido mal entendido que tenemos en nuestro pa¨ªs del silencio¡±, dice Isabel, ¡°entendemos que respetar es no preguntar, no meternos, no violentar. Pero violentar tambi¨¦n puede ser no preguntar a las protagonistas si quieren o no contar su propia historia¡±. Porque la voz ya sabemos que no se da si no que se toma.?
Adem¨¢s, Isabel, como militante activa del movimiento feminista sab¨ªa de la responsabilidad que entra?aba romper este silencio en concreto. De hecho, la historia de Diana (nombre anonimizado tomado de la propia sentencia del caso), quien finalmente decide tomar la palabra, no es tan representativa de las circunstancias por las que pasaron sus otras diez compa?eras. Quiz¨¢ por eso es la que puede o quiere hablar. Adem¨¢s, el orgullo y la emoci¨®n de su hijo son cruciales para romper su armarizaci¨®n. ¡°Anonada¡± se queda Diana al descubrir que a ella, entre otras, se refiere esa placa conmemorativa del caso que hay en Basauri, su pueblo, y que nunca hab¨ªa visto. O era consciente de haber hecho historia. Anonadadas, y emocionadas tambi¨¦n, quedamos nosotras despu¨¦s de escucharla.?
De esto s¨ª que vamos a hablar
Vamos a hablar mucho de este podcast de dise?o sonoro exquisito y potentes guiones. Vosotras tambi¨¦n. Os lo aseguro. Es de esas creaciones que antes de terminar de saborearlas ya se la est¨¢s mandando a tu amiga, a tu madre, para que los escuchen. Porque los silencios destapados tienen que ser compartidos. En (De eso no se habla) encontrar¨¢s m¨¢s silencios rotos, y no todos protagonizados por mujeres. Porque, aunque el silencio estructural que afecta a la historia de las mujeres es muy espec¨ªfico, todos escondemos silencios. Casi podr¨ªamos decir que la historia reciente de nuestro pa¨ªs est¨¢ pespuntada a base de ellos. En el pr¨®ximo episodio, conoceremos ese nuevo silencio roto y a sus protagonistas. Solo queda una semana para poder escucharlo, la nueva entrega de estas historias de las que, ahora s¨ª, gracias a (De eso no se habla), s¨ª hablaremos.
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