Los accionistas premiaron el viernes el estreno de Sabato de Sarno en Gucci

Si hubo un pensamiento que se repiti¨® el pasado viernes entre los invitados al primer desfile de Sabato de Sarno al frente de Gucci fue que la que estaban conociendo en primicia era una colecci¨®n tremendamente apetecible para el p¨²blico. Los bolsos Jackie en charol rojo, los mocasines, los cinturones, las sudaderas con el nombre de la marca en relieve, los minivestidos con cristales, los shorts con la doble G entrelazada o las impolutas americanas hablaban directamente a una audiencia que hoy opta por arriesgar menos y apostar sobre seguros b¨¢sicos longevos.

A diferencia de los estrenos de Tom Ford y Alessandro Michele en la casa italiana (en 1994 y 2015, respectivamente) el de De Sarno fue un debut sosegado que cambia el rumbo de la compa?¨ªa sin despedazar su pasado. Porque el italiano no buscaba romper con lo anterior (hay innumerables referencias a su predecesor) sino marcar unas nuevas bases sobre las que erigir su discurso. Tampoco la compa?¨ªa se encuentra en el mismo punto en el que estaba cuando Ford o Michele se hicieron con sus riendas: cuando el texano lleg¨®, por ejemplo, hab¨ªa muy poco que perder. Entonces el riesgo no solo era bienvenido, sino exigido. Ahora con unas ventas milmillonarias (la ense?a duplic¨® su facturaci¨®n en los cuatro primeros a?os de Michele, hasta la llegada de la pandemia), el equilibrio debe ser prioritario y este tiene que asentarse sobre otros pilares.

El impacto de la cita fue imbatible. Se han visto ediciones de los premios Oscar con menos estrellas que la primera fila de Gucci: Julia Roberts, Ryan Gosling, Paul Mescal, Jessica Chastain, Julia Garner, Bad Bunny, Kendall Jenner, Halle Bailey¡­ y el resultado, inmediato: tras el desfile, las acciones de Kering (el conglomerado de lujo due?o de Gucci) subieron un 4,2% en el mercado de valores franc¨¦s en el que cotizan, alcanzando su m¨¢ximo una hora despu¨¦s de que se apagaran los focos en Mil¨¢n.

Un incremento que denotaba expectaci¨®n, pero que, sin embargo, volv¨ªa a su cauce durante la ma?ana de este lunes, en l¨ªnea con la tendencia del ¨ªndice burs¨¢til franc¨¦s, CAC 40, en n¨²meros rojos. ?Tenemos confianza, pero estamos haciendo algo que se debe desarrollar con el tiempo?, declaraba al terminar el espect¨¢culo el presidente de Kering, Fran?ois-Henri Pinault, que ya ha puesto en marcha la maquinaria marketiniana de la compa?¨ªa para seguir engrosando a la joya m¨¢s brillante y rentable de su corona (que cuenta tambi¨¦n con perlas como Saint Laurent, Balenciaga o Bottega Veneta). De momento los compradores aplauden con energ¨ªa la sucesi¨®n de potenciales superventas: ¡°La colecci¨®n ofrece piezas en las que los clientes se sentir¨¢n seguros al invertir, con suficiente estilo Gucci¡±, conced¨ªa a The Business of Fashion el CEO de los grandes almacenes canadienses Holt Renfrew, Sebastian Picardo. Primer punto para De Sarno, al que ahora le queda seguir desarrollando su visi¨®n en futuras entregas.