Joyas (espeluznantes) que almacenan energ¨ªa de tus venas
A trav¨¦s de sus creaciones, una dise?adora busca abrir debate sobre el futuro que nos espera en un mundo de recursos cada vez m¨¢s escasos.
?Te imaginas ser capaz de reproducir todo aquello que vives gracias a la tecnolog¨ªa implantada en tu cuero? ?O que esa misma tecnolog¨ªa utilice cualquiera de tus gestos para cargar un smartphone o hacer funcionar un aparato? La realidad alternativa que propon¨ªa la serie Black Mirror con los chips de memoria parece todav¨ªa ciencia ficci¨®n, pero no estamos tan lejos de convertir el propio cuerpo humano en un generador. As¨ª al menos lo demuestran prototipos capaces de convertir el calor humano en energ¨ªa, como el brazalete desarrollado por los investigadores de KAIST¡¯S University en Corea del Sur o la linterna creada el a?o pasado por la canadiense de 16 a?os Ann Makosinski para la Feria de las Ciencias de Google.
La ¨²ltima invenci¨®n viene desde Israel y se trata de unos dispositivos que a¨²nan tecnolog¨ªa y est¨¦tica. Bajo el nombre ¡®Energy Addicts¡¯, la dise?adora Naomi Kizhner ha creado una colecci¨®n de joyas ¡°parasitarias" que almacenan energ¨ªa del cuerpo humano. Desarrollados en oro y biopol¨ªmeros gracias a la impresi¨®n 3D, este conjunto de accesorios est¨¢ compuesto por tres aparatos que funcionan de forma muy diferente.
El llamado 'E-Pulse Conductor' se lleva en la espalda y se conecta a la espina dorsal. Los impulsos nerviosos son los responsables de su movimiento. Por su parte, el 'Blood Bridge' se inyecta en las venas gracias a sus dos agujas y hace girar una rueda interna gracias al movimiento del flujo sangu¨ªneo. Finalmente, el 'Blinker' situado entre los ojos, almacena energ¨ªa del propio parpadeo.
¡®Blood Bridge¡¯ funciona a trav¨¦s del movimiento del flujo sangu¨ªneo.
Naomi Kizhner
Mientras que los prototipos del brazalete o la linterna podr¨ªan suponer una avance en las formas de producci¨®n de energ¨ªa alternativa, la intenci¨®n de Kizhner y sus aparatos se mueve m¨¢s en la l¨ªnea conceptual de Dunne & Rubby, unos dise?adores de los que Kizhner se declara una seguidora entusiasta. La idea de la colecci¨®n ¡®Energy Addicts¡¯ ?surgi¨® de su inter¨¦s de especular sobre futuros escenarios: ¡°En la vida moderna la energ¨ªa lo es todo, es la fuerza que gobierna la econom¨ªa global, muchas veces ignorando las consecuencias. Me ha interesado imaginar c¨®mo ser¨ªa el mundo una vez que ha experimentado un descenso en picado de las fuentes de energ¨ªa y ver hasta d¨®nde llegaremos para alimentar nuestra adicci¨®n a las fuentes de energ¨ªa¡± explica la dise?adora.
Su alegato busca provocar un debate y hacer pensar a la gente sobre un mundo con recursos cada vez m¨¢s escasos. En su creaci¨®n, seg¨²n cuenta Naomi Kizhner, la est¨¦tica juega un papel muy importante por la gran relaci¨®n que ella ve entre la fuerza de un elemento visual y el concepto detr¨¢s de ¨¦l: ¡°hay muchas cosas bonitas, pero una cosa bonita que te hace pensar es una historia diferente¡± comenta. La dise?adora se ha servido de la est¨¦tica precisamente para contradecir dos elementos (el hombre contra la m¨¢quina) y lanzar una pregunta clara a la sociedad: ?seremos capaces de sacrificar nuestro cuerpo para producir m¨¢s energ¨ªa? Esta colecci¨®n de joyas abre el debate.
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