M¨¢s all¨¢ de Katie Holmes: el ¡®boom¡¯ de los sujetadores de lana

El de Katie Holmes es el sujetador m¨¢s viral de los ¨²ltimos tiempos. No solo porque costara 500 euros o porque decidiera ense?arlo bajo una chaqueta haciendo de ¨¦l su particular revenge dress (vestido de la venganza) tras anunciar su ruptura con?Jamie Foxx. Tampoco por pertenecer a una de las firmas del momento, Khait¨¦, y ni siquiera por haberse agotado en una hora desde su aparici¨®n a pesar de su precio. El verdadero m¨¦rito de la prenda es servir de avanzadilla de una tendencia que promete ir m¨¢s all¨¢ de lo anecd¨®tico. Los sujetadores de cashmere, como el suyo, son una realidad. Tambi¨¦n los confeccionados con distintas mezclas a partir de la lana o aquellos de punto grueso que parecen tejidos a mano por nuestras abuelas. En plena era de la ropa interior c¨®moda de algod¨®n org¨¢nico, un buen pu?ado de marcas se ponen de acuerdo para reivindicar el sost¨¦n de fibras naturales, pero de aspecto tosco.

Khait¨¦, la firma neoyorquina detr¨¢s del bradigan de Holmes (as¨ª lo han bautizado los medios anglosajones mezclando ¡®bra¡¯ ¨Csujetador¨C con la palabra c¨¢rdigan), sin duda es una de las culpables del boom de la ropa interior de lana. Adem¨¢s de dicho modelo, en su web tambi¨¦n comercializan un top de punto gordo ¨Csint¨¦tico en este caso¨C que algunas influencers han adoptado como nuevo uniforme bajo una americana o a cuerpo descubierto e incluso unas braguitas tipo short a juego con el famoso sost¨¦n de Holmes. Su paisana Orseund Iris es otra de las ense?as que apuesta por un h¨ªbrido entre lencer¨ªa y top disponible en varios colores a un precio un poco m¨¢s asequible: 177 euros. En su cuenta de Instagram cuelgan varios ejemplos para ilustrar sus utilidades: lo mismo se lleva sobre una camiseta b¨¢sica blanca que recupera su funci¨®n m¨¢s primaria: cubrir el pecho y sujetarlo. Eso s¨ª, de forma est¨¦tica y ense?able.

Buscando referencias de pasarela que hayan podido tener que ver en esta espont¨¢nea inclinaci¨®n hacia la ropa interior de lana, aparece la colecci¨®n de Prada oto?o-invierno 2017/2018. Muccia, siempre responsable de casi cualquier tendencia, ya tuvo la ocurrencia de vestir a sus modelos con tops de lana de aspecto artesanal. Algunas los llevaban bajo cazadoras y c¨¢rdigans (s¨ª, al m¨¢s puro estilo Katie Holmes) y otras sin mayor complicaci¨®n que presumir de abdomen. El modelo gris y rojo (en el show se presentaron varios colores) est¨¢ a la venta esta temporada en el portal de lujo Net-a-Porter por el m¨®dico precio de 550 euros. Y s¨ª, est¨¢ pr¨¢cticamente agotado en todas las tallas.

Tambi¨¦n Gabriela Hearst incluy¨® su propia versi¨®n en su colecci¨®n primavera-verano 2020. Mucho m¨¢s minimalista y sofisticado, en la l¨ªnea de lo que siempre hace la estadounidense, su top-sujetador es de tirante espagueti, se lleva debajo de una americana ajustada a la cintura y, por supuesto, es 100% lana, tiene un precio de lujo (620 euros) y tres colores (blanco, negro y azul marino) para elegir.

Naked Cashmere, firma conocida por sus prendas elaboradas a partir de este material, adem¨¢s de por haber fichado a Kate Moss en sus campa?as, cuenta en su cat¨¢logo con un par de sujetadores de cachemir. El primero, con banda el¨¢stica en la parte inferior y escote en V, promete discreci¨®n bajo cualquier prenda. El segundo, tip bandeau, pero con tirantes, bien podr¨ªa lucirse bajo una de sus chaquetas creando una nueva versi¨®n contempor¨¢nea y nada puritana del twin-set, aquel conjunto de chaqueta y top de punto a juego que se puso de moda en los a?os 50 y del que Jackie Kennedy fue tan buena embajadora.

El ¨²ltimo dato que necesit¨¢bamos para confirmar la tendencia lo encontramos en el universo low cost. De momento no se ha convertido en plaga en las grandes cadenas de ropa interior, pero Zara ya ha puesto a la venta un pseudosujetador de punto que los estilistas de su tienda online colocan sobre camisas b¨¢sicas. Un modelo que recuerda a los de la firma neoyorquina Orseund Iris y que probablemente sirva de avanzadilla para un futuro advenimiento de la democratizaci¨®n del sujetador calentito. Al fin y al cabo ¨Cy aunque a algunas les entren picores solo de pensarlo¨C cumple todos los requisitos de la lencer¨ªa contempor¨¢nea: es funcional (sobre todo, en invierno), su silueta rechaza el aro y, por supuesto, la almohadilla push up y puede ense?arse. En plena era free the nipple o bien se deja el sujetador en casa o bien se muestra al mundo con toda la naturalidad. Y si se elige uno con aspecto de haber sido heredado del armario de la abuela o puede combinarse con una chaqueta de lana, punt¨²a doble.