La historia detr¨¢s del broche preferido de los anglosajones

?Qu¨¦ es esa amapola que, como de la nada, surge en un mont¨®n de solapas en el Reino Unido hacia finales de octubre? No es una moda como los chupetes de la suerte o las Silly Bandz. Es una arraigada costumbre que se da, en realidad, en todos pa¨ªses de la Commonwealth y que homenajea a sus soldados ca¨ªdos.

Se celebra todos los 11 de noviembre y se conoce como Remembrance Day, el d¨ªa del recuerdo. ?Por qu¨¦ ese d¨ªa? Porque tal d¨ªa como aquel en 1918, a las 11 de la ma?ana, se firm¨® el armisticio que pon¨ªa fin a la Primera Guerra Mundial. El motivo escogido fue la amapola por el poema In Flanders Fields, de John McCrae. Este canadiense se inspir¨® en aquellos campos de cultivo donde durante la contienda no se cultiv¨® nada, que se llenaron de amapolas salvajes. Una bonita flor que simboliza, en realidad, los desastres de la guerra, tambi¨¦n por su similitud con la sangre derramada en aquellos a?os.

Cada 11 de noviembre, pa¨ªses como el Reino Unido, Canad¨¢, Barbados, Sud¨¢frica o Nueva Zelanda realizan actos de homenaje a sus ca¨ªdos, rodeados de amapolas y, por supuesto, luciendo una en la solapa. En Francia, B¨¦lgica, Italia, Holanda o Israel tambi¨¦n es un d¨ªa festivo y para honrar a sus veteranos de guerra, aunque el broche es exclusivo de la Commonwealth.

Como han pasado nada menos que 93 a?os desde que se firmara la paz, la amapola ha evolucionado mucho. Existen infinidad de versiones, empezando por las sencillas de 2 libras de tela que venden en cualquier estaci¨®n de metro de Londres, a otras mucho m¨¢s elaboradas. Las tenemos con pedrer¨ªa, como un charm para colgar en una pulsera, como un broche para colocar un pa?uelo y hasta gemelos y alfiler de corbata.