Muere Mar¨ªa Luisa Garc¨ªa: as¨ª fue la m¨ªtica historia de la Julia Child asturiana
Presente en casi todas las cocinas asturianas, el libro de Mar¨ªa Luisa Garc¨ªa ¡®El arte de cocinar¡¯ ha vendido m¨¢s de 500.000 ejemplares y es un s¨ªmbolo entre generaciones que abandonaban el hogar con su ejemplar bajo el brazo.
(A sus 100 a?os, y enferma de alzheimer, ha fallecido Mar¨ªa Luisa Garc¨ªa S¨¢nchez, la Julia Child asturiana. Actualizamos este reportaje con motivo de su muerte)
Provoc¨® durante generaciones que cada a?o, un gran n¨²mero de j¨®venes asturianos se vayan de casa de sus padres con una tabla de salvaci¨®n gastron¨®mica bajo el brazo: ¡°el libro de Mar¨ªa Luisa¡±, el nombre por el que popularmente se conoce el libro El arte de cocinar, firmado por esta cocinera y profesora. Pocas son las casas de la regi¨®n en las que no se pueda encontrar un ejemplar. Para aquellos y aquellas que se separan de los fogones familiares no s¨®lo supone un manual de cocina, sino un ingrediente clave de su educaci¨®n emocional: los sabores y los olores que desprenden sus recetas tienen la misma capacidad que la magdalena de Proust para rescatar recuerdos.
Misteriosamente, poco m¨¢s all¨¢ del puerto de Pajares el nombre de Mar¨ªa Luisa Garc¨ªa no se asocia a nada m¨¢s que a lo frecuente (es tan com¨²n en Espa?a como el de Paco Fern¨¢ndez o Carmen L¨®pez). Sin embargo, le dio de comer hasta al Papa Juan Pablo II y sus libros son aut¨¦nticos Best Sellers: El arte de cocinar ya va por la trig¨¦sima edici¨®n y ha superado los 500.000 ejemplares vendidos en todo el mundo. No alcanza las cifras de venta de las 1.080 recetas de Simone Ortega, pero s¨ª las de carisma.
Natural de Mieres (Asturias), Mar¨ªa Luisa Garc¨ªa tom¨® el mando de la cocina desde muy joven al hacerse cargo de sus hermanos al morir su madre. En 1957 consigui¨® una beca que la llev¨® a Madrid, para formarse. Cuando volvi¨® a su tierra, empez¨® a impartir clases por toda la regi¨®n y con el paso del tiempo lleg¨® a ser profesora en los Centros Asturianos repartidos por el mundo. El arte de cocinar se public¨® por primera vez en 1970. La autora lo concibi¨® como un libro de apoyo para sus estudiantes, sin presentarlo a editoriales ni a distribuidores, ella se encarg¨® de todos los aspectos. Posiblemente ni siquiera intu¨ªa la fama que llegar¨ªa a alcanzar y precisamente en esa falta de pretensi¨®n reside su ¨¦xito. El libro de Mar¨ªa Luisa vive en las cocinas, al lado de las cucharas de madera, las ollas y el fuego, no se coloca en las estanter¨ªas a modo de adorno: es un recetario de batalla con el que enfrentarse al d¨ªa a d¨ªa culinario.
Sus p¨¢ginas est¨¢n agrupadas por especialidades: entrantes, tortillas, pescados, carnes o reposter¨ªa y la preparaci¨®n de sus platos no tiene m¨¢s misterio que el de seguir sus pasos. No se necesitan ingredientes rebuscados o alejados del mercado del barrio: Mar¨ªa Luisa no ense?a a hacer chutney de mango, sino ternera guisada con patatas o merluza en salsa verde. Tampoco hay demasiada literatura en sus p¨¢ginas ni muchas matem¨¢ticas: ¡°una pizca¡±, ¡°un chorro¡± o ¡°una cucharada¡± son algunas de sus indicaciones, las mismas que una abuela podr¨ªa explicar de viva voz a su nieto cuando le ense?a a hacer unas lentejas. La cantidad equivalente a ¡°un poco de agua¡± posiblemente siga siendo un misterio para el principiante ya que la respuesta suele ser ¨Canto por parte de Mar¨ªa Luisa como de la abuela¨C ¡°la que necesite¡±. Es un acertijo que se descifra con la pr¨¢ctica.
Formada en ¡°tareas del hogar¡±, Mar¨ªa Luisa no deja de lado detalles como la presentaci¨®n de los platos ¨Cde hecho el libro contiene fotograf¨ªas de ejemplo que son un monumento al kitsch¨C. Por ejemplo, los rollitos de ternera con guisantes: ¡°Se colocan en una fuente. Se sirven con la salsa y los guisantes, adornados con tiras de pimientos¡±. Adem¨¢s, al principio de cada secci¨®n, explica c¨®mo tratar los alimentos para que no pierdan propiedades, sus principios nutritivos o c¨®mo reconocer si est¨¢n en buen estado. En el caso del pescado: ¡°Tambi¨¦n se comprueba su frescura por las agallas; cuando est¨¢ fresco su color es rojo vivo y no ti?e los dedos al tocarlo (esta se?al es la m¨¢s segura)¡±.
No solo es una cocinera, es una guisandera. Como explican precisamente en El Club de las guisanderas, del que ella es presidenta honor¨ªfica: ¡°Guardianas de las recetas tradicionales, las guisanderas eran mucho m¨¢s que cocineras, conoc¨ªan los secretos de cada alimento, los productos y las hierbas que sanaban y sentaban mejor, dependiendo de las necesidades de cada comensal¡±.
La autora de estos ya cl¨¢sicos libros de cocina falleci¨® el 12 de octubre de 2019 y pas¨® sus ¨²ltimos a?os? en una residencia de ancianos, pero su trabajo sigue vigente. En 2011, la Fundaci¨®n Alimerka public¨®, a trav¨¦s de su editorial Sobremesa, una recopilaci¨®n de sus 101 mejores recetas bajo el t¨ªtulo La cocina de Mar¨ªa Luisa. Chefs de renombre internacional como Elvira Fern¨¢ndez, Nacho Manzano, Pedro Mor¨¢n o Javier Loya, entre otros, fueron los encargados de hacer la selecci¨®n en la que hubo una clara ganadora: la receta de las cebollas rellenas de bonito.
Con toda su sencillez, la cocinera fue una revolucionaria y una figura a reivindicar, ahora que los nombres masculinos predominan en el mundo de la cocina. Sus gu¨ªas culinarias se traspasan generaci¨®n en generaci¨®n, con los picos de las p¨¢ginas doblados para indicar las recetas cruciales, con manchas de aceite y anotaciones de a?os anteriores. El arte de cocinar, dividido en dos vol¨²menes (el rojo y el azul), forma parte del ritual de emancipaci¨®n de los j¨®venes asturianos que, con la di¨¢spora de la crisis, llevan sus ense?anzas a cualquier parte del mundo. Eso s¨ª: el ajo, el perejil y los pimientos rojos para adornar han de estar siempre a mano.
(Este reportaje se public¨® inicialmente el 6 de enero de 2016 y se actualiz¨® el 13 de octubre de 2019 para introducir la fecha de la muerte de Maria Luisa Garc¨ªa)?
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