La moda bien vale una misa
Ante la erotizaci¨®n creciente del armario femenino, las comunidades religiosas de EE?UU y Europa responden predicando un estilo p¨²dico y decente, pero sin pasarse de recatado.
Puede que todo empezara en el a?o 2004, con la carta de una ni?a de 11 a?os, Ella Gunderson, dirigida a los grandes almacenes Nordstrom. Quer¨ªa comprarse unos tejanos, pero fue incapaz de encontrar un par que le llegara a la cadera. ?Es como si solo existiera un look, que requiere que las chicas vayan medio desnudas?, protest¨® en su misiva. La misiva logr¨® hacer estragos. Los telediarios convirtieron a Ella en portavoz oficiosa de una generaci¨®n de j¨®venes obligadas por el canon imperante a vestirse, a su pesar, mostrando m¨¢s carne de la deseada.
La respuesta de Nordstrom fue corregir el dise?o de sus vaqueros con un corte menos revelador, as¨ª como la inclusi¨®n de una nueva categor¨ªa en su tienda online, destinada a la ropa modest (que se podr¨ªa traducir como ?decorosa? o ?discreta?). En 2009, Macy¡¯s se uni¨® a la causa y abri¨® espacios en sus tiendas para un estilo m¨¢s p¨²dico tras detectar un nicho de mercado por conquistar: el constituido por el 64% de consumidores estadounidenses que, seg¨²n un sondeo del instituto BIGresearch, opinaba que la moda se hab¨ªa vuelto ?demasiado provocativa?. Unos meses antes, Abercrombie & Fitch hab¨ªa generado pol¨¦mica con un top con la siguiente frase serigrafiada sobre el busto: ??Qui¨¦n necesita un cerebro cuando tiene este par??.
Aquel movimiento por una mayor decencia en el vestir, surgido en el coraz¨®n de la Bible Belt (el arco geogr¨¢fico que se extiende de Texas a Virginia, poblado por comunidades evangelistas y cat¨®licos conservadores) alcanza hoy nuevas cuotas de influencia. En febrero se celebr¨® en Florida la primera fashion week cristiana con el objetivo de dar a conocer ?una ropa recatada y a la vez moderna?, seg¨²n explican sus organizadores. Nueve dise?adores de todo el pa¨ªs fueron seleccionados para presentar sus creaciones. Entre ellos, Julia Chew, una joven de 18 a?os de edad que se convirti¨® en la revelaci¨®n de este evento con vestidos inspirados por su credo religioso. ?Mis dise?os est¨¢n determinados por mi gran respeto hacia Dios?, explica ella. ?M¨¢s que por mostrar mucha carne, mi ropa se preocupa por encontrar la belleza. La industria no est¨¢ haciendo lo suficiente para alentar a las mujeres a que se vistan de manera respetable?, a?ade. Sin embargo, sabe que las cosas est¨¢n empezando a cambiar, aunque sea por imperativos comerciales.
Summer Bellessa tambi¨¦n lo cree. En 2007, esta exmodelo de confesi¨®n mormona fund¨® la revista Eliza, uno de los pilares de esta tendencia. ?Lo entend¨ª al participar en un programa de voluntariado con adolescentes mormonas. Quer¨ªan estar a la ¨²ltima sin renunciar a lo pudoroso, pero, en la era del vientre al desnudo de Britney Spears, no hab¨ªa mucho espacio para la castidad?, cuenta Bellessa. Su experiencia como maniqu¨ª tambi¨¦n influy¨® en la decisi¨®n: ?Me ped¨ªan constantemente que me quitara la mayor cantidad de ropa posible. Sent¨ª que hab¨ªa una necesidad de crear algo diferente. Quise fundar una revista con im¨¢genes bonitas y frescas, pero no necesariamente relacionadas con el sexo?.
Desde sus primeros n¨²meros, Eliza se convirti¨® en la publicaci¨®n de referencia para toda mujer contraria al dogma indumentario del destape. Seis a?os m¨¢s tarde, sigue apostando por no descubrir en exceso a sus modelos y por examinar el atuendo de las celebridades, dictando sentencia sobre qui¨¦n aprobar¨ªa el examen de lo decente. Entre las que sacar¨ªan nota, la directora cita nombres como la actriz Elle Fanning, la cantante Florence Welch y la dise?adora Georgina Chapman, al frente de Marchesa. ?Tambi¨¦n defendemos iconos vintage como Audrey Hepburn y Jean Seberg?, a?ade una de sus j¨®venes redactoras, Kendra Worsnup. Y se?ala que lo discreto ya se ha hecho un hueco en las calles de cualquier ciudad del mundo. ?Las faldas y vestidos sobredimensionados, las blusas de cuello alto o los llamados boyfriend jeans [vaqueros anchos que parecen robados de un armario masculino] se ajustan a lo que defendemos?, asegura. Por no hablar de la pasarela. ?En los desfiles para la primavera de 2013, me pareci¨® que los estampados de Marc Jacobs, el blanco y negro de Jil Sander, los escotes altos de Preen y las faldas de Marni tambi¨¦n iban en la misma direcci¨®n?, afirma Bellessa.
D.R.
La revista abri¨® uno de sus primeros n¨²meros con una entrevista a la ensayista Wendy Shalit, tal vez la principal ide¨®loga de este estilo. Jud¨ªa ortodoxa canadiense, Shalit ha escrito dos libros fundacionales para el movimiento, adem¨¢s de abrir un portal comunitario, Modesty Zone, convertido en templo para la nutrida constelaci¨®n de blogs que propagan el mismo decoro, escritos por mujeres de perfiles diversos: desde hijas de predicadores hasta ateas preocupadas por la erotizaci¨®n creciente del armario femenino. En el mismo frente que Shalit combate la exmodelo Brenda Sharman, fundadora de Pure Fashion, una plataforma que promueve el recato en el vestir y ense?a a las adolescentes a ?llevar ropa acorde con su dignidad de hijas de Dios?. En otras palabras, con faldas que les lleguen ?cuatro dedos por debajo de la rodilla?, seg¨²n se lee en su web. Pure Fashion est¨¢ avalada por Regnum Christi, movimiento seglar de la Legi¨®n de Cristo, y cuenta con sucursales en 30 pa¨ªses, entre ellos, Espa?a. ?Nuestro programa no tiene nada que ver con el estadounidense, donde la mentalidad es m¨¢s cerrada y puritana?, puntualiza Ver¨®nica Fern¨¢ndez, una de sus responsables. ?Est¨¢ vinculado a valores cristianos, pero abierto a todo tipo de chicas. La idea es que se sientan guapas por fuera y por dentro?.
Las j¨®venes no son las ¨²nicas que requieren consejos. En Estados Unidos, la asesor¨ªa de imagen para cristianas se ha convertido en un servicio muy popular. Shari Braendel, autora del libro?Good Girls Don¡¯t Have to Dress Bad?[Las buenas chicas no deben vestir mal], considera que esta tendencia no dejar¨¢ de expandirse en los pr¨®ximos a?os. ?La gente est¨¢ harta de la ropa vulgar y quiere piezas con clase que no descubran la totalidad del cuerpo?, opina.
Reina Lewis, profesora de Estudios Culturales en la London School of Fashion, lleva a?os estudiando el fen¨®meno, que considera cada vez m¨¢s transversal y visible. ?En muchos casos se trata de un mercado alimentado por j¨®venes que han crecido en la sociedad de consumo y ven en la moda una forma de definirse?, afirma. El estilo casto formar¨ªa parte de una subcultura mayor, que incluye el rock cristiano y el cine evangelista, representado por t¨ªtulos como?October Baby, una cinta provida recientemente estrenada en Espa?a y que en 2012 lleg¨® al?top 10?en Estados Unidos. La est¨¦tica decorosa pero moderna tambi¨¦n se infiltra en el?mainstream. Una peque?a marca californiana, Heart OMG, lo ha logrado con su colecci¨®n de camisetas con mensajes religiosos, como?Church Rocks?[La iglesia mola] o?Sweet Jesus?[Dulce Jes¨²s]. En febrero, Kim Kardashian ¨Cla m¨¢s imp¨²dica de las reinas de la telerrealidad¨C fue vista con uno de sus tops, que rezaba: ?Jes¨²s conoce todos mis secretos?. Parece la ¨²ltima vuelta de tuerca a la tendencia: lo recatado como postura ir¨®nica.
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