La portada de Hillary y el feminismo ¡®malvado¡¯
¡®Time¡¯ ilustra la posible carrera presidencial de Clinton con un tac¨®n arrastrando a un hombre diminuto. La imagen sigue la estela de esa tendencia de ilustrar al poder femenino como un arma para atemorizar al hombre.
"?Puede alguien parar a Hillary?". Un pantal¨®n azul marino y un tac¨®n que arrastra a un hombre diminuto. As¨ª titula e ilustra el ¨²ltimo n¨²mero de la revista Time la supuesta campa?a silenciosa de Hillary Clinton a dos a?os de las elecciones de EEUU. La controvertida portada nos viene a decir que Hillary, sin haber anunciado su candidatura, ya "atemoriza" a sus contrincantes frente a la posibilidad de que se presente a las presidenciales. O ve¨¢se de esta forma: para ilustrar su poder e influencia pol¨ªtica, nada mejor que recurrir a un zapato sal¨®n que empeque?ece al hombre y lo arrastra a su suerte. ?Habr¨ªa usado Time en su portada el mismo esquema (cordon de mocas¨ªn arrastrando a una mujer) si, por ejemplo, su art¨ªculo fuese sobre Paul Ryan?
Que Time elija un fotomontaje sobre un pantal¨®n para representar a Clinton no es casualidad. La secretaria de Estado de EE UU est¨¢ m¨¢s que acostumbrada a ser etiquetada por su vestimenta. Su afici¨®n por llevar trajes pantal¨®n ha sido objeto constante de burla desde que est¨¢ en el poder y hasta ella bromea al respecto en su biograf¨ªa de Twitter (acompa?ada por esa maravillosa foto del meme Texts from Hillary). Lo que muchos de los detractores de esta portada no esperaban, tal y como recuerda Amanda Hess desde Slate, es recurrir a una imagen en la que el poder femenino s¨®lo sirve para machacar al sexo masculino (o empeque?ercerlo).
O lo que es lo mismo, ?no les recuerda la portada de Time a estas dos im¨¢genes? De los creadores de Mujeres solitarias que r¨ªen comiendo ensalada, o Beb¨¦s tristes que miran a madres trabajadoras llega Feministas que arruinar¨¢n la vida de los hombres.
Temer¨¢s al feminismo por el tama?o de sus tacones
Thinkstock v¨ªa The Cut
Hace unas semanas, desde The Cut nos demostraban qu¨¦ es lo que pasa cuando se introduce la palabra feminismo en un banco de im¨¢genes, ese espacio al que la prensa recurre cuando quiere ilustrar un reportaje. Si tecleamos la palabra mujer ejecutiva, feminismo o poder femenino, voi l¨¤, nos encontramos con una serie de clich¨¦s que dejan a la Guerra de los Rose en un juego de ni?os. El feminismo, seg¨²n los creativos del mundo fotogr¨¢fico, podr¨ªa reducirse a una batalla de sexos en la que la mujer ejecuta su poder con violencia, ira y sadomasoquismo. ?Igualdad, seg¨²n su etimolog¨ªa? Nah, aqu¨ª de lo que se trata es someter al macho de forma despreciable. He aqu¨ª los resultados de nuestra b¨²squeda:
Aqu¨ª tienen a una feminista ejerciendo el derecho a decidir sobre su propio cuerpo:
Getty
No es sadomaso, son un par de feministas buscando la equiparaci¨®n salarial:
Getty
Y el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa, es bien sabido que la conciliaci¨®n laboral solo se consigue a punta de pistola (o induciendo a la muerte por ca¨ªda libre):
Getty
?Alguna feminista en la sala?Tras el derroche conceptual de estas im¨¢genes, no nos extra?a que, lamentablemente, algunas sigan entonando aquello de "?Feminista yo? No, gracias". El d¨ªa que los medios dejen de ilustrar a las activistas por la igualdad como mal¨¦volas asesinas sadomaso sin compasi¨®n, quiz¨¢, cambien las tornas.
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