La revuelta del ?no estoy embarazada, estoy gorda?

Drew Barrymore se encuentra en plena promoci¨®n de la segunda temporada de Santa Clarita Diet, la serie que protagoniza en Netflix. El pasado mi¨¦rcoles 21 de marzo, mientras visitaba el plat¨® del late night de James Corden decidi¨® sumarse a la lista de celebridades que han reclamado su derecho a engordar sin la presi¨®n del mundo que la rodea. All¨ª cont¨® una an¨¦cdota sobre el encuentro con una fan en un restaurante de Los ?ngeles. La mujer le dijo: ?Dios m¨ªo, ?tienes un muchos hijos!?. La actriz, sorprendida, le respondi¨® que solo ten¨ªa dos. ?M¨¢s el que viene en camino, obviamente?, le respondi¨® su seguidora. Barrymore opt¨® por espetarle: ?Estoy gorda, no embarazada?, mientras sal¨ªa del establecimiento tratando de asimilarlo (?oh Dios, esto es duro?, se dijo a s¨ª misma. Teniendo en cuenta que en su show el personaje que interpreta se pasa la vida comiendo carne humana, las preguntas a colaci¨®n sobre su dieta eran pertinentes. Ella contest¨®, no obstante, que ?odia hacerla?, cada vez que afronta un rodaje.

La an¨¦cdota de Barrymore no es aislada. En los ¨²ltimos dos a?os, muchas otras la han precedido en el fino arte de contestar sin reparos a los inquisIdores de la figura femenina. La cantante Cardi B, que ahora al parecer s¨ª est¨¢ embarazada, tambi¨¦n decidi¨® no cortarse un pelo y contest¨® a uno de sus fans en Instagram hace unos meses que le pregunt¨® si estaba esperando un beb¨¦: ?No bitch (zorra). Es solo que estoy engordando. D¨¦jame engordar en paz?.

¡°?Es que una chica no se puede comer un filete con patatas?¡±, esto fue lo que indic¨® el comunicado que tuvo que escribir Halle Berry el pasado mes de junio despu¨¦s de que una foto suya posando en una alfombra roja con las manos en la barriga se viralizase con especulaciones de embarazo.

El fat shaming (avergonzar a alguien por su peso) es un fen¨®meno de lo m¨¢s establecido en los tabloides, pero ahora ellas han decidido tomar las riendas del discurso, apropi¨¢ndose de la narrativa y convirtiendo sus respuestas en los titulares sobre la supuesta pol¨¦mica. Como a Berry, a ?rsula Corber¨® tambi¨¦n le endosaron un bombo. La espa?ola recurri¨® al sentido del humor y decidi¨® dar una reprimenda a la publicaci¨®n en cuesti¨®n. ¡°S¨ª, estaba embarazada. De una hamburguesa gourmet y unas patatas fritas con mayonesa. Pero ya par¨ª y el postparto ha ido de maravilla. Gracias¡±, cont¨® en su Instagram Stories con la portada de la revista en cuesti¨®n.

Jennifer Aniston lanz¨® uno de los dardos m¨¢s certeros contra esta pr¨¢ctica de la prensa. En su carta viral sobre la presi¨®n de los medios para que se quedara embarazada reflej¨® estaba obsesi¨®n y escrutinio constante a su cuerpo. ¡°?Est¨¢ embarazada? ?Est¨¢ comiendo demasiado? ?Se ha echado a perder? ?Est¨¢ su matrimonio a la deriva porque las c¨¢maras han detectado una ¡®imperfecci¨®n¡¯ f¨ªsica? Sol¨ªa decirme a m¨ª misma que los tabloides eran como unos c¨®mics, que no me los ten¨ªa que tomar en serio, s¨®lo eran un culebr¨®n a seguir para distraerse, pero no me lo puedo decir m¨¢s porque he sufrido de primera mano el acoso y cosificaci¨®n de estos medios durante d¨¦cadas y reflejan la visi¨®n deformada de c¨®mo calculamos la val¨ªa de una mujer. [¡­] Tenemos que decidir qu¨¦ compramos, y puede que alg¨²n d¨ªa los tabloides estar¨¢n forzados a ver el mundo desde una perspectiva diferente, con una visi¨®n m¨¢s humanizada en la que los consumidores hayan dejado de comprar esta basura¡±.