Lammily, la mu?eca ¡®normal¡¯ que ahora tambi¨¦n tiene la regla

Hace casi un a?o a Barbie le sali¨® una dura competidora. Lammily, una mu?eca con medidas bastante m¨¢s realistas que las tir¨¢nicas proporciones del famoso juguete de Mattel ven¨ªa dispuesta a demostrar a todas las ni?as del mundo que tener celulitis, acn¨¦, estr¨ªas y hasta picaduras de mosquito es mucho m¨¢s normal que parecer una modelo.

Su creador, Nickolay Lamm, nos contaba en aquel momento que el proyecto pretend¨ªa promover est¨¢ndares de belleza realistas, h¨¢bitos de vida saludables y un aspecto lo m¨¢s fiel posible al de la mujer promedio. Y para ser como una chica m¨¢s, a Lammily solo le faltaba una cosa: tener la regla. En un intento de abordar un proceso natural y romper los tab¨²es que rodean a la menstruaci¨®n, Lammily ahora viene con un kit que incluye ropa interior, pastillas de colores, un folleto educativo que describe lo que ocurre con el cuerpo durante un per¨ªodo, un calendario y pegatinas para realizar un seguimiento del ciclo de Lammily. El paquete, que cuesta 10 d¨®lares, estar¨¢ a la venta en noviembre, justo a tiempo para los regalos de Navidad.

No est¨¢ claro si aparte del kit la mu?eca muestra alg¨²n signo f¨ªsico que ponga de manifiesto que tiene la regla, pero seg¨²n explican en su p¨¢gina web no hay colorante rojo ni nada por el estilo. Su principal objetivo es que los m¨¢s peque?os descubran la regla y le pierdan el miedo. Al parecer, el reciente comentario de Donald Trump cuando insinu¨® que la moderadora de Fox, Megyn Kelly, fue dura con ¨¦l en el debate republicano porque ten¨ªa la menstruaci¨®n (¡°Pod¨ªas ver c¨®mo le sal¨ªa sangre de sus ojos. Le sal¨ªa sangre de su¡­ donde sea¡±, espet¨®) fue uno de los motivos por los que el creador de Lammily decidi¨® iniciar una conversaci¨®n acerca del periodo y los estigmas que lo rodean creando este kit. ¡°No quiero hacer de esto un proyecto pol¨ªtico ni nada, pero creo que lo que dijo Trump es un ejemplo m¨¢s de que la menstruaci¨®n no solo sigue siendo un tab¨² en la sociedad sino que algunos lo utilizan como insulto¡±, ha explicado Lamm.

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