Las mujeres, un gran ant¨ªdoto contra la corrupci¨®n

Hace dos semanas, la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores present¨® el nuevo C¨®digo de Buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas, que, entre otras cosas, establece diversas recomendaciones sobre la composici¨®n, el funcionamiento y la retribuci¨®n de los consejos. La gran novedad radica en la voluntad del organismo para establecer una cuota m¨ªnima de presencia femenina en las empresas que cotizan en el Ibex 35. Seg¨²n la CNMV, en 2020 las mujeres deber¨ªan representar ¡°al menos el 30% de los miembros de los consejos de administraci¨®n¡±. El objetivo resulta bastante ambicioso si tenemos en cuenta que actualmente el porcentaje apenas supera 15% del total. Esta recomendaci¨®n resulta de lo m¨¢s oportuna a juzgar por el ¨²ltimo estudio publicado por las universidades North Carolina-Wilmington y Wake Forest de Estados Unidos, que concluye que ¡°las mujeres en puestos ejecutivos toman decisiones m¨¢s ajustadas a las premisas de la ¨¦tica empresarial y fiscal¡± que sus colegas hombres. Al parecer, la presencia femenina en posiciones de alta direcci¨®n es una garant¨ªa de buen gobierno.

El estudio, elaborado tras analizar miles casos de corrupci¨®n ocurridos entre 1991 y 2011, asegura no solo que hay m¨¢s mujeres directivas que rechazan las malas pr¨¢cticas, sino que una ¡°masa cr¨ªtica femenina que comprenda al menos el 30% del consejo de administraci¨®n¡± puede permitir sacar mayor rendimiento a los beneficios de la diversidad de g¨¦nero (el porcentaje coincide con el sugerido por la CNMV). La idea de que el sexo de los cuadros directivos determina los procedimientos empresariales no es nueva. Es conocida esa cita c¨¦lebre que defiende que ¡°si Lehman Brothers hubiese sido Lehman Sisters, quiz¨¢s todo habr¨ªa ido mucho mejor". En los ¨²ltimos a?os, este comentario lo hemos escuchado en boca de la exconsejera europea de justicia Viviane Reding o la exministra Leire Paj¨ªn.?Pero, ?cu¨¢n cierta es la idea de que una mujer es m¨¢s honrada a la hora de tomar decisiones??

Seg¨²n la profesora?Nuria Chinchilla, directora del Centro Internacional Trabajo y Familia del IESE Business School, se trata de una cuesti¨®n biol¨®gica y cultural. ¡°La mujer, si miramos estudios neurocient¨ªficos, tiene por naturaleza mayor capacidad para anticipar y descubrir necesidades de los otros, as¨ª como para construir y tender puentes¡±, asegura a S Moda. ¡°No hay m¨¢s que ver el ratio preso-presa de las c¨¢rceles, que es 10 a 1¡±, afirma. En ese mismo sentido se posiciona Pilar Navarro, profesora de derecho administrativo en la universidad Loyola Andaluc¨ªa y coordinadora del centro de investigaci¨®n Loyola-Abengoa Research. ¡°No se puede hablar en t¨¦rminos absolutos, pero normalmente las mujeres ejercen su liderazgo centr¨¢ndose m¨¢s en aspectos emocionales relacionados con la interacci¨®n humana y la colaboraci¨®n, mientras que el liderazgo masculino se basa en el mando firme, la conducta agresiva y la habilidad de pensar con poca interacci¨®n emocional¡±, defiende. Ah¨ª est¨¢n como ejemplo los casos de la CEO mejor pagada de Estados Unidos Martine Rothblatt, la directora ejecutiva de Pepsi Co. Indra Nooyi o la directora de operaciones de Facebook Sheryl Sandberg, todas ellas ampliamente reconocidas por su capacidad de liderazgo y su esp¨ªritu de cohesi¨®n.

Ana Bot¨ªn.

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No todo el mundo est¨¢ de acuerdo con las tesis que defienden el sexo como algo determinante a la hora de tomar decisiones. Consuelo Le¨®n Llorente, directora del Observatorio de Pol¨ªticas Familiares del IESF, matiza: ¡°Los estudios y las investigaciones en general son capaces de cuantificar lo que la gente hace y lo que la gente dice que hace pero no por qu¨¦ lo hace. La ¨¦tica hace referencia a los porqu¨¦s. Por este motivo me parece sumamente arriesgado llegar a conclusiones como la de este estudio en el que se hace pasar las diferencias de g¨¦nero por encima de la especificidad de cada persona, su estructura motivacional, sus aspiraciones m¨¢s ¨ªntimas y verdaderas, sea hombre o mujer. Existen diferencias ¨Ca feminidad y la masculinidad lo son¨C pero hacen referencia a la toma de decisiones en aspectos como el equilibrio trabajo-familia. Las mujeres prefieren tiempo y flexibilidad, ellos salario y promoci¨®n. Pero tambi¨¦n esto est¨¢ cambiando ¡±.?Joanes Mathiuet, CEO de la agencia Mate Comunicaci¨®n, se muestra categ¨®rico:?¡°Realizar estudios sobre las diferencias entre hombres y mujeres no hace m¨¢s que marcar a¨²n m¨¢s la brecha entre ambos sexos. Considero a cada individuo responsable de sus acciones y de la aplicaci¨®n de la ¨¦tica en el trabajo y en su d¨ªa a d¨ªa. La val¨ªa, la experiencia y los resultados de cada persona son las caracter¨ªsticas que deber¨ªan llevar a la c¨²spide empresarial, independientemente del sexo¡±.

Esa c¨²spide empresarial no cuenta con demasiada presencia femenina en nuestro pa¨ªs. Seg¨²n un estudio reciente de Atrevia en colaboraci¨®n con el IESE, ¡°las mujeres suponen el 17,32% del total de consejeros¡± de las empresas del Ibex 35, un porcentaje que en 2015 ha tenido un repunte del 2,5%. Mientras Banco Santander, FCC o Iberdrola lideran la lista de compa?¨ªas con m¨¢s mujeres, otras como Gas Natural Fenosa, Sacyr o T¨¦cnicas Reunidas todav¨ªa no han incorporado ninguna a sus consejos de administraci¨®n. Ana Bujald¨®n, presidenta de la Federaci¨®n Espa?ola de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE), asegura que el valor de la diversidad de enfoque y experiencia que aportan las mujeres en los cuadros directivos es una oportunidad para las empresas. ¡°Sin diversidad es m¨¢s complicado crear entornos innovadores y es m¨¢s sencillo persistir en los errores o ser susceptibles de entender como aceptables determinadas praxis empresariales cuestionables por mero efecto contagio o m¨ªmesis¡±, explica. Pero advierte de que ¡°la ¨¦tica no responde ¨²nicamente al g¨¦nero¡±, pues el hecho de que existan ¡°ciertos entornos, modelos y valores empresariales, que en los ¨²ltimos a?os han estado claramente masculinizados, puede favorecer que surjan ciertas conductas o decisiones que rozan o traspasan la legalidad¡±.

Adem¨¢s de preservar la ¨¦tica empresarial y fiscal, la presencia femenina incluso podr¨ªa revertir en los beneficios. As¨ª lo aseguran otros informes. En el pasado, consultoras como McKinsey o Ernst & Young han certificado que las compa?¨ªas con un equipo directivo paritario suelen obtener ingresos m¨¢s altos que las que solo tienen a varones. Y el a?o pasado por estas fechas, EL PA?S publicaba un editorial titulado M¨¢s mujeres directivas. En ¨¦l, el diario citaba un an¨¢lisis del FMI que afirmaba que ¡°si la participaci¨®n laboral de las mujeres se equiparara a la de los hombres, Estados Unidos elevar¨ªa su PIB un 5% y Jap¨®n un 9%¡±. Y no son opiniones, sino datos. Solo queda seguir el consejo que nos ofrece la profesora Pilar Navarro: ¡°A mi entender, lo que a¨²n falta es que las propias mujeres se crean e interioricen que su forma natural de ejercer el liderazgo es tan buena (o m¨¢s) que la masculina, y que empiecen a crear alianzas y a ejercer su liderazgo sin tapujos, y sin tener que imitar el modelo tradicional masculino¡±. A juzgar por lo que hemos visto, las mujeres no solo parecen un buen ant¨ªdoto contra la corrupci¨®n. Su presencia, sin duda, ayuda a atemperar los estragos de la desigualdad y la injusticia.

Martine Rothblatt, Indra Nooyi y Sheryl Sandberg.

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