Lena Dunham: es posible amar la moda sin tom¨¢rsela en serio
Poni¨¦ndose lo que le gusta cuando le apetece, la actriz ha logrado convertirse en un inesperado icono de estilo.
El escrutinio de alfombras rojas es un deporte que gusta universalmente. Incluso aquellos a los que les da igual la moda pinchan en las galer¨ªas y emiten sus juicios; a veces mentales, a veces escritos con m¨¢s o menos ingenio en las redes sociales.
¡°Me aburren, ¡°No arriesgan¡±, ¡°Van todas iguales¡±. Esta suele ser la queja generalizada despu¨¦s de los Oscar, los Emmy o los Globos de Oro. Pero cuando alguien se sale de la t¨®nica general, solo tiene que esperar un par de horas hasta verse convertido en un meme viral ideado con bastante mala baba.
Si nos pusi¨¦ramos, por un segundo, en el papel de las celebridades, y tuvi¨¦ramos que asistir con un vestido de esos que s¨®lo pueden lucirse una vez a un evento que tiene pendientes a miles de ojos dispuestos a criticar y a ganar seguidores a nuestra costa, muchos optar¨ªan por el muy socorrido y desapercibido ¡°aburrimiento¡±, algunos contratar¨ªan a esa cohorte de estilistas y asesores que hay detr¨¢s de algunas de las que ostentan el t¨ªtulo de las mejor vestidas, otros se disfrazar¨ªan de pies a cabeza deseando que hablen de ellos y unos pocos optar¨ªan por llevar ese vestido maravilloso de ese dise?ador que les encanta, sin importar si les queda bien, si se trata del color adecuado o si miles de personas se reir¨¢n de su elecci¨®n al d¨ªa siguiente.
En este ¨²ltimo grupo se encuentra Hayden Panettiere, que en la pasada edici¨®n de los Globos de Oro se puso (y se compr¨®) el traje que m¨¢s le gustaba de su dise?ador favorito, Tom Ford, pese a que Ford, muy poco h¨¢bil, declarara horas despu¨¦s que el vestirla no fue decisi¨®n suya. Pero quiz¨¢ la l¨ªder de este selecto grupo de valientes sea Lena Dunham.
Zac Posen (que fue su babysitter hace a?os) firm¨® su atuendo en los Globos de Oro
Corbis
Hace menos de un mes que tuvo lugar la gala de los Emmy, pero la mayor¨ªa s¨®lo recuerda dos cosas de aquella noche: las trenzas (y el f¨ªsico) de Cary Fukunaga y el disfraz de cupcake que se enfund¨® Dunham.¡°Todo lo que tengo que decir es que parece un pastel pero es tan c¨®modo como un ch¨¢ndal #amoryalegr¨ªa¡±, tuite¨® la actriz ante la avalancha de cr¨ªticas que iba poco a poco acumulando en Twitter.
Aquel vestido, firmado por Giambatista Valli, gener¨® tal revuelo que el New York Times le dedic¨® un art¨ªculo, pregunt¨¢ndose por qu¨¦ Dunham eleg¨ªa atuendos tan poco favorecedores para asistir a eventos interplanetarios. Consideraba que quiz¨¢ se tratara del atuendo que le correspond¨ªa a su propio personaje medi¨¢tico. Sea o no cierto, la sensaci¨®n que se desprende de cada uno de sus estilismos es la misma: Lena se pone lo que le gusta.
Disfrazada de diva de los 50. As¨ª se ha presentado Lena Dunham en el festival de Venecia
Corbis
No es que no le guste la moda y sea de esas estrellas que quieren dar la impresi¨®n de pasar completamente de estilos y tendencias. M¨¢s bien todo lo contrario. Su Instagram se parece cada d¨ªa m¨¢s al de una famosa blogger de streetstyle: de cada tres fotos, una est¨¢ dedicada a mostrar lo que lleva puesto y la raz¨®n por la que lo lleva. Los retratos oscilan entre un vestido de firma, una camiseta con mensaje (de ¡°No Comments¡± a ¡°Pussy power¡±), un pijama de osos o unos zapatos heredados de su madre
¡°Me encanta la ropa pero me dan igual las listas de las mejor o peor vestidas. Siento un perverso placer cuando me dicen que voy horrible. Escojo a los dise?adores que me encantan para que me hagan vestidos que me gusten y los llevo, y eso me entusiasma, independientemente de cu¨¢l sea la reacci¨®n¡±, contaba hace unos meses en Grantland Channel.
Y tal vez sea porque se ha convertido (y, para muchos, autobautizado) en una especie de icono generacional, pero los dise?adores, al contrario que a muchas otras estrellas est¨¦ticamente poco aburridas, est¨¢n encantados de vestirla. ¡°Es muy independiente. As¨ª es como vive su vida y as¨ª c¨®mo se viste, de forma completamente personal¡±, afirmaba el dise?ador Erdem en el largo reportaje que acompa?¨® la portada de Dunham en Vogue.
All¨ª la actriz habla de su pasi¨®n por la moda, de sus dise?adores favoritos y de su primera aparici¨®n en Vogue, cuando s¨®lo ten¨ªa once a?os, como protagonista de un reportaje sobre ni?os aficionados a la moda. Aparecieron sus frases, pero no su foto. Y eso le enfad¨® profundamente.
Tal vez su imagen no fuera tan sofisticada como la que entonces ya ten¨ªa Jemima Kirke (Jessa en ¡°Girls¡±) que s¨ª apareci¨® retratada en la pieza. Y tal vez fuera entonces cuando Lena se dio cuenta de que nunca ser¨ªa una chica glamourosa, pero , lejos de rechazar la moda y sus, en ocasiones, despiadados c¨®digos, desarroll¨® sus propias herramientas para redefenir su relaci¨®n con ella.
El editorial que acompa?a a su portada en Vogue la muestra como un personaje ir¨®nico, histri¨®nico y divertido
Corbis
Hoy Lena Dunham se ha convertido, nos guste o no, y por sus propios m¨¦ritos, en un inesperado icono de estilo. La confianza que muestra hacia su cuerpo le ha llevado a ocupar la portada de Vogue USA (y, con ello, a reventar su larga tradici¨®n de mujeres f¨ªsicamente perfectas) y la de muchas otras revistas de moda internacionales.
Y, sin embargo, no se puede decir que su estilo sea definible. Muchos tachan sus elecciones de ir¨®nicas, otros de divertidas y algunos directamente de horteras. Pero bajo todas las interpretaciones subyace la impresi¨®n de que Lena se pone lo que quiere cuando quiere. Al fin y al cabo, ahora tiene ocasiones en las que lucir esos vestidos de fiesta con los que confiesa que so?aba de peque?a, recibe regalos de sus marcas favoritas y aparece en producciones llevando majestuosos vestidos de Alta Costura. En este sentido, Dunham ve la fama como una oportunidad, no como un foco de presi¨®n p¨²blica.
?
Disfrazada de diva de los a?os 50, as¨ª se ha presentado Lena Dunham en el festival de Venecia
Corbis
Muchos la tachar¨¢n de exhibicionista, de narcisista e incluso considerar¨¢n que su omnipresencia en los medios aburre. Sin embargo, hac¨ªa mucho tiempo que una mujer ¡°imperfecta¡± no se convert¨ªa en un modelo aspiracional. Las actrices j¨®venes que son inmunes al despelleje que provoca cada una de sus apariciones p¨²blicas pueden contarse con los dedos de una mano. Y son muchas menos las que, como Dunham, lanzan con cada uno de sus estilismos un mensaje global: la moda, m¨¢s all¨¢ f¨ªsicos perfectos y atuendos impecables, m¨¢s all¨¢ de eso que llaman elegancia, glamour o sofisticaci¨®n, puede ser una herramienta de diversi¨®n y disfrute. La moda, seg¨²n Dunham, es realmente moda cuando no nos la tomamos en serio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.